Los cristianos de diversas comunidades eclesiales en Asia han expresado su preocupación y condena al Qoran Burning Day, el «Día del incendio del Corán», campaña lanzada por el pastor Terry Jones, del Dove World Outreach Center de Gainsville, en Florida (USA), con ocasión de un nuevo aniversario del 11 de septiembre.
Los líderes religiosos, interpelados por Agencia Fides en diversos países asiáticos, concuerdan en afirmar que el principio base en la relación con otras religiones es el respeto recíproco. Entre las cosas más sagradas para una comunidad religiosa es el libro sagrado: un acto como este hiere profundamente los sentimientos de los creyentes.
Jones lanzó esta iniciativa como muestra de rechazo a los atentados terroristas por parte de radicales musulmanes de Al Qaeda contra las Torres Gemelas en Nueva York. Se trata de un ministro de una comunidad eclesial independiente fundamentalista no denominacional.
«Condenamos firmemente esta intención y esta campaña, contraria al respeto debido a todas las religiones, contraria a nuestra doctrina y a nuestra fe», dijo a Agencia Fides el arzobispo de Lahore y Presidente de la Conferencia Episcopal de Pakistán, monseñor Lawrence Saldaña.
En India, donde viven 130 millones de musulmanes, el cardenal Oswald Gracias, presidente de la Conferencia Episcopal, reunió a los líderes religiosos cristianos y musulmanes circulando un comunicado conjunto que expresa el abierto disenso de este acto, definido como «contrario a la enseñanza de Cristo». «Condenamos, por parte de la Iglesia católica, esta amenaza totalmente insensible e irrespetuosa hacia el Corán», dijo el purpurado.
Pero el rechazo no sólo proviene de la Iglesia católica. Nazir S. Bhatti, presidente del Pakistan Christian Congress pidió al reverendo Terry Jones que anule la iniciativa, en cuanto que «podría afectar gravemente a las minorías cristianas en los países de mayoría islámica». El Día del Incendio del Corán «será utilizado por los radicales islámicos como pretexto para atacar a los cristianos», afirma.
Gran preocupación también en Indonesia, país con mayor población musulmán en el mundo, donde el último fin de semana se realizaron diversas marchas de grupos musulmanes que protestaron por la iniciativa.
Hace unos días la Conferencia Episcopal organizó un encuentro con los miembros del movimiento radical islámico FPI («Frente Islámico de Defensa»), en que se resaltó el respeto recíproco entre cristianos y musulmanes. El Frente condenó con fuerza el gesto del pastor pero no instigó a los militares a una venganza contra los cristianos. Los únicos responsables, afirma, serán las personas que quemarán materialmente el Corán, por el gesto sacrílego con el que se mancharán, y no por ser o norteamericanos o cristianos.
Monseñor Johannes Pujasumarta, obispo de Bandung y secretario general de la Conferencia Episcopal de Indonesia, dijo a la agencia vaticana: «Hemos manifestado nuestro disenso y lanzado una llamado a retractarse. Continuaremos rezando para que no suceda nada desagradable, ni en Indonesia ni en todo el mundo, a causa de un acto tan irresponsable».