A tenor de sus respectivas trayectorias, Joe Biden y Kamala Harris forman "el ticket presidencial más pro-abortista en la historia de Estados Unidos", afirma Marjorie Dannenfelser, presidenta de la Lista Susan B. Anthony, veterana organización provida que monitoriza el posicionamiento de cada político ante los derechos del no nacido.
Es cierto. Tim Kaine, candidato a la vicepresidencia en 2016 con Hillary Clinton, no era partidario de los abortos tardíos, y Biden, cuando fue candidato con Barack Obama en 2008 y 2012, tampoco (ahora sí). Y no tiene sentido ir más atrás. Antes de esas fechas, a ningún aspirante se le habría ocurrido presentarse a unas elecciones respaldando que se mate a un bebé de nueve meses, a pesar de que la sentencia Roe vs Wade lo convirtió en legal en 1973.
La carta de 105 cargos demócratas provida
Al menos 105 cargos electos provida, pasados y presentes, del Partido Demócrata coinciden en esta preocupación, y ha dirigido una carta al Comité de la Plataforma del partido, que cada cuatro años define su programa electoral, para que la posición provida que ellos representan sea escuchada y respetada por los órganos de dirección.
Según informa Catholic News Agency, entre los firmantes figuran personalidades destacadas como John Bel Edwards, actual gobernador de Louisiana; Katrina Jackson, senadora del estado de Louisiana; Mike Gabbard, senador del estado de Hawai y padre de Tulsi Gabbard, aspirante este año a la nominación demócrata y que puso en serios aprietos precisamente a Kamala Harris durante uno de los debates televisados al cuestionar su ejecutoria como fiscal en California, además de ser la única de los contendientes que apoyaba las restricciones al aborto tardío.
"Los demócratas provida en Estados Unidos han sido una parte fundamental de la coalición para ampliar el derecho de voto, mejorar el sistema de salud y aprobar la reforma de la justicia criminal", afirma la carta: "Nada de ello habría sido posible si el Partido Demócrata tuviese el aborto como piedra de toque".
Una posición tomada
Pero lo cierto es que el Partido Demócrata tiene el aborto como piedra de toque desde hace dos décadas, y lleva en su programa de este año "oponerse, e intentar derogar, las leyes y políticas federales y estatales que impidan el acceso de la mujer al aborto, incluido el rechazo a la Enmienda Hyde".
La Enmienda Hyde, impulsada en 1976 por el republicano Henry Hyde y aprobada entonces ampliamente por congresistas de ambos partidos, prohíbe el destino de fondos públicos a la financiación de abortos, salvo en algunos casos. Su aplicación va modulándose desde entonces según el partido que goce de la mayoría en el Congreso y/o de la Casa Blanca, pero para los demócratas es ya un objetivo su supresión completa.
El propio Biden, que votó a favor de la enmienda porque ya entonces era senador (uno de sus hándicaps electorales es que es un representante típico del denostado establishment de Washington), cambió de opinión el año pasado para alinearse con la posición del partido, lo cual fue considerado oportunista por su ahora compañera de candidatura.
Kamala, por su parte, defiende que las leyes provida que aprueban los estados no puedan entrar en vigor hasta que reciban una aprobación federal. Una pretensión inconstitucional, pero que da idea de hasta qué punto el aborto sí es realmente una piedra de toque entre sus filas.
Un tercio de los votantes demócratas son provida
Según la carta de los 105 demócratas, desde comienzos de este siglo el Partido Demócrata se ha movido hacia una posición extremista, lanzando a los demócratas el mensaje de que nadie puede pertenecer a la organización a menos que se oponga a cualquier límite al aborto.
De hecho, la defensa del aborto hasta el instante antes del nacimiento, muy minoritaria en el conjunto de la sociedad estadounidense (el 79% se opone a ello), se convirtió en unánime entre los aspirantes a la nominación en 2020.
Pero una tercera parte de los demócratas son provida, insiste la carta, y un partido que presume de inclusividad y diversidad debería respetar a sus 21 millones de votantes provida.
"En 389 de los 435 distritos electorales, una mayoría de votantes apoya una prohibición del aborto después de la semana 20ª", alegan los 105 firmantes del texto: "Cuando los líderes demócratas apoyan el aborto tardío, empujan a muchos votantes a los brazos del Partido Republicano. Mucha gente con planteamientos provida son votantes con ese único criterio de voto".
La Convención Demócrata deja clara su posición
Donald Trump lo sabe, y por eso en su tercer y último debate con Hillary Clinton en 2016 logró que la ex secretaria de Estado se posicionase a favor, para señalarlo inmediatamente como un punto de diferenciación entre él y ella.
Ahora bien, no hay más que tomar nota del plantel de intervinientes en la Convención Demócrata, que se celebra en Milwakee de forma solo parcialmente presencial desde este lunes, para comprender cuál es la posición demócrata. Todas las figuras que acuden en apoyo del tándem Biden-Harris, y todas las que la dirección del partido quiere promocionar, son extremistas radicales en el aborto.
En la primera jornada se dirigieron a los votantes Michelle Obama (cuyo marido pretendía obligar a pagar abortos incluso a los seguros médicos de congregaciones religiosas), Bernie Sanders (el ala más radical) y Andrew Cuomo, el gobernador del estado de Nueva York que a principios del año pasado firmó entre carcajadas la ley que autoriza el aborto de un bebé hasta el momento anterior al parto.
Y también está programada la estrella emergente Alexandria Ocasio-Cortez, quien hace no mucho reprochó a San Damián de Molokai (1840-1889), el apóstol de los leprosos víctima de la lepra cuya estatua se encuentra en el Capitolio en representación de Hawai, haber sido un representante "del patriarcado y la cultura supremacista blanca".
Todos ellos son abortistas radicales, y Cuomo y Ocasio, como Biden, católicos de bautismo, que recibirán el jueves la bendición del jesuita James Martin, impulsor de la agenda LGTBIQ+ en el seno de la Iglesia e invitado a la Convención junto a varios representantes religiosos.
El respaldo de Melissa Ohden a Trump
Los republicanos saben pues que tienen el terreno despejado en el sector provida, porque carecen de rival. Y además la ejecutoria de Trump en sus primeros cuatro años en el Despacho Oval es justo la inversa: su candidatura con Mike Pence es, consistentemente, el ticket presidencial más provida en la historia de Estados Unidos.
Melissa Ohden, en el Despacho Oval: una escena inimaginable en caso de victoria de Biden.
Y ha recibido recientemente un apoyo muy significativo: el de Melissa Ohden, fundadora de Abortion Survivors Network y una de las más célebres y activas supervivientes de aborto, junto con Gianna Jessen.
En un artículo publicado este lunes en Caffeinated Thoughts, Melissa describe a Biden como un hombre sin principios que, tras haberse opuesto durante cincuenta años a la financiación pública sin restricciones de los abortos, "cedió a la minoría más ruidosa y sacrificó a los no nacidos en el altar de su ambición política": "Eso no es liderazgo, eso es cobardía. Ser un líder fuerte significa mantener los principios incluso cuando es difícil".
"Como hijos de Dios", afirma Ohden, "todos debemos reconocer que toda vida humana es sagrada, santa, preciosa. Desde su primer día en el cargo, el presidente Trump llevó a cabo acciones históricas para proteger la santidad de la vida... Nada más llegar, prohibió la financiación pública de cualquier organización que promueva el aborto en el extranjero. Y a principios de este año, se convirtió en el primer presidente en el cargo que se dirigía a la Marcha por la Vida. Bajo la Administración Trump, las voces de los estadounidenses provida han dejado de ser silenciadas y marginadas: son amplificadas y respetadas. Los americanos provida están en el lado de la justicia y el presidente Trump se sitúa orgullosamente a su lado".