En 2015, Eric Robinson, un joven que fue educado como evangélico, se convirtió al catolicismo. "Ni en un millón de años pensé que me haría católico", confiesa, pero confiesa también que fue su formación protestante la que preparó su recepción en la Iglesia.
Tres años después, sus padres siguieron su camino. En diversos posts en Epic Pew, Eric ha explicitado 14 cosas que le atrajeron a él a la Iglesia, 7 cosas que atrajeron a su padre, Douglas, y 10 cosas que atrajeron a su madre, Jeanine, quien había tenido un amplio recorrido previo por diversas denominaciones cristianas.
Eric enumera estos motivos -que en algunos casos coinciden- y los expone muy sucintamente. Más que argumentos en sentido estricto con los que convencer al no católico, son sugerencias de tesoros con los que seducirle, como de hecho sucedió con la familia Robinson. Para quien ya es católico, suponen puntos para reflexionar sobre tantas riquezas de la Iglesia que la "rutina" de una fe cotidianamente vivida puede dar por supuestas sin reparar suficientemente en su valor.
Eric grabó en unos podcasts las conversaciones con sus padres de las que extrajo las razones de sus conversiones respectivas.
Las razones de Eric
1. La centralidad de Jesucristo
La percibía tanto en la misa, en el sacramento de la Eucaristía, como en la teología de la Iglesia tal como la plantea el Catecismo.
2. El amor por las Sagradas Escrituras
En todas las misas escuchaba la Palabra de Dios a través de las lecturas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento.
3. La Liturgia de las Horas
Este programa de la Iglesia para la vida de oración nos facilita cumplir la petición de Dios de que recemos, y nos enseña a rezar con las Escrituras.
4. La humildad de la Iglesia
A diferencia de esos servicios religiosos que son un espectáculo de entretenimiento, la misa es un momento en el que nos humillamos ante la Palabra de Dios y nos arrodillamos ante Su altar.
5. La Iglesia primitiva
Si yo hubiese vivido durante los primeros mil años de Cristiandad, habría sido católico, como todos los demás creyentes, porque la Iglesia católica era la única Iglesia.
6. La Iglesia refrenda la Historia, en vez de evitarla
Las declaraciones de fe, los santos, los concilios, etc. siguen siendo valorados y aprovechados en la Iglesia católica.
7. La sucesión apostólica
Jesús encomendó a los apóstoles, con Pedro como cabeza visible, custodiar las llaves y ser el fundamento de la Iglesia, con Cristo Jesús como piedra angular y Cabeza suprema. Pedro y los demás apóstoles transmitieron esa autoridad a sus sucesores y la línea continúa ininterrumpidamente hasta hoy. Así pues, la Iglesia católica puede reclamar con justicia que es la Iglesia que fundó Jesús.
8. La autoridad para interpretar
Cualquiera, incluido Satanás, puede retorcer las Escrituras para hacer que digan lo que uno quiera. ¿Cómo sabemos si estamos leyendo las Escrituras con las lentes correctas? Si dos personas, ambas llenas del Espíritu Santo y leyendo las mismas Escrituras, hacen dos interpretaciones distintas, ¿cómo sabemos quién tiene razón? El magisterio de la Iglesia, con el Papa cuando habla ex cathedra (esto es, con la autoridad de su oficio como sucesor de San Pedro), nos ofrece la interpretación infalible como fundamento del depósito original de la fe recibido de los apóstoles. Podemos confiar en el hecho de que el Espíritu Santo conduce a la Iglesia a la verdad.
9. La rica tipología bíblica de la Iglesia
Este método de leer las Escrituras, que prefigura el Nuevo Testamento en el Antiguo, me ha servido para entender la Biblia por vías muy profundas. Es el método que Jesús, en Lucas 24, 27 y el apóstol Pablo, en Romanos 5, 12-14, y otros apóstoles utilizaban para explicar las Escrituras, y es el método que la Iglesia católica utiliza en su enseñanza. Esto me ayudó a ver la base escriturística del magisterio de la Iglesia sobre María, que era mi mayor escollo para entrar en la Iglesia. Una vez que comprendí que ella era la Nueva Eva, la Nueva Arca de la Alianza, la nueva Reina Madre, resultó evidente que la Iglesia tenía buenas razones para venerar a la Santísima Virgen.
10. Las paradojas
La mentalidad protestante tiende hacia una perspectiva “o esto o lo otro” sobre todas las cuestiones: o la Escritura o la Tradición, por ejemplo. La mentalidad católica tiende a una perspectiva más “esto y lo otro”: los Sacramentos, por ejemplo, son a la vez signos e instrumentos de la gracia.
11. Los siete sacramentos
Bautismo, Confirmación, Penitencia, Eucaristía, Extremaunción, Orden Sacerdotal y Matrimonio. Durante mi formación protestante ni siquiera había escuchado la palabra “sacramento”, así que menos aún la idea de vivir con una perspectiva sacramental. Ver el mundo sacramentalmente, donde todo tiene un significado en Cristo, vivifica el mundo.
12. Los primeros Padres de la Iglesia
Los Padres Apostólicos de la Iglesia (los discípulos de los Apóstoles) me interesan especialmente. San Ignacio de Antioquía, colaborador y discípulo del Apóstol Juan, habla de la Eucaristía como verdaderamente Cuerpo y Sangre de Jesús, y sobre la estructura de la Iglesia como compuesta por obispos, presbíteros (ancianos/sacerdotes) y diáconos. San Clemente, San Policarpo (mi santo patrón), San Justino Mártir y San Ireneo también afirman la catolicidad de la Iglesia primitiva.
13. El calendario de la Iglesia
Celebrar a los santos y a los mártires, y periodos y fiestas especiales, ayuda a recorrer cada año la vida de Jesús.
14. Una comunidad global
Ahora soy parte de la Iglesia católica (universal), que abarca toda cultura y está unida en su misión de llevar el Evangelio a todos los pueblos.
Las razones de Douglas, padre de Eric
1. El culto original de la Iglesia primitiva
Mi deseo de rendir culto a Dios en la forma en la que Él quiere que lo hagamos, y con la fe de los primeros cristianos, me atrajo al catolicismo. Terminé creyendo que la Iglesia católica es la Iglesia original que Jesús fundó y comprendí que la Iglesia católica tiene la autoridad que fue dada por Cristo a sus apóstoles y a sus sucesores para determinar la doctrina cristiana, y quería ser obediente a Cristo y someterme a esa autoridad.
Un argumento que citan todos los Robinson, como muchos conversos desde el protestantismo, es el de la continuidad de la Iglesia actual con la de los primeros siglos. En la imagen, Los cuatro Padres de la Iglesia latina (San Ambrosio, San Gregorio Magno, San Jerónimo y San Agustín), óleo de 1635 atribuido a Louis Cousin, también llamado Luigi Primo o Luigi Gentile.
2. Las llaves de la autoridad
Comprendí que Jesús realmente le dio a Pedro y a los otros apóstoles autoridad para construir su Iglesia dándoles las Llaves del Reino y la autoridad para perdonar los pecados, que ha sido transmitida a partir de ellos.
3. Cuerpo y Sangre
Aprendí lo que Jesús quiso decir cuando dijo que nos ordenaba comer su carne y beber su sangre de forma sacramental. Esto ha sido central en el cristianismo desde el principio y la Iglesia católica sigue creyendo y practicando esa centralidad de la Eucaristía. ¡Cristo está verdaderamente presente hoy con nosotros en la Eucaristía!
4. El canon de la Biblia
Cuando era protestante, valoraba enormemente las Escrituras, pero nunca me pregunté de dónde procedía su contenido y cómo se conformó el canon. Descubrí que la Iglesia católica nos había dado el Nuevo Testamento a través de los concilios guiada por el Espíritu Santo, que determinó qué libros debían incluirse.
5. Entretenimiento vs Reverencia
Estaba cansado de ser entretenido en las iglesias evangélicas y de no experimentar la santidad que buscaba. Todos los servicios en todas las iglesias no-denominacionales a las que íbamos me parecían un concierto de rock cada vez más ruidoso, y el sermón solo era bueno si nos hacía reír. La reverencia en la misa es lo que mi corazón había estado anhelando.
6. Pro-vida y pro-matrimonio
La Iglesia católica tiene una actitud fuertemente pro-vida y pro-matrimonio. El matrimonio es entre un hombre y una mujer, y los niños son considerados un don desde el momento de la concepción. ¡Esa continuidad en la enseñanza es muy importante para mí y para muchos otros!
7. Historias que inspiran
Me convencí de que personas más inteligentes que yo, entre ellos muchos sacerdotes, habían renunciado a mucho para convertirse al catolicismo. Me animaba escuchar historias como las de Steve Ray, Scott Hahn, Tim Staples y muchas otras, y me inspiraban a cruzar el Tíber para llegar a Roma.
Las razones de Jeanine, madre de Eric
1. Jesús la fundó
Creí que es la Iglesia que Jesús fundó. Él expuso el plan para su Iglesia en la tierra y se parece mucho al de la Iglesia católica, con Pedro a la cabeza.
2. La sucesión apostólica
La historia de la Iglesia primitiva comenzó con los apóstoles y sus discípulos, los primitivos Padres de la Iglesia, y continuó a través de las épocas mediante la sucesión apostólica.
3. Es firmemente provida
La actitud firmemente provida en la Iglesia, que se remonta hasta el antiguo texto conocido como la Didaché, escrito en torno al año 100, muestras que esta importante enseñanza nunca será abandonada… y eso me gusta.
4. Sin luz láser
La santidad de la misa me impactaba. No es un espectáculo tipo concierto de rock, con música a tope y luces láser.
5. Los sacramentos
Los sacramentos y su profunda significación me sedujeron. No hay nada similar a la Eucaristía en ninguna otra iglesia, pero hunde sus raíces en la Biblia (Juan 6, 25-72; 1 Cor 11, 23-34). Además, el santo matrimonio entre un hombre y una mujer está bien definido y bien protegido. Es el mismo hoy y mañana y para siempre.
6. La razón por la que hacemos las cosas
Hay una razón detrás de todo lo que hace la Iglesia católica, desde santiguarse a decir el Padrenuestro, etc. No solo es que haya razones, es que son sólidas, históricas, coherentes.
7. El purgatorio
Es consolador saber que si somos cristianos y no lo hemos hecho “todo bien”, iremos al cielo tras un proceso de purificación. Es, como alguien dijo, el vestíbulo donde te lavas antes de entrar al Cielo.
8. La salvación es un recorrido
La salvación es un recorrido, y estamos haciéndolo. No es aquello de “una vez salvado, salvado para siempre” solo con decir una oración en un momento de tu vida. La Iglesia insiste en esto y en la liturgia como ninguna otra denominación cristiana que conozcamos.
9. La importancia de los pecados
No todos los pecados son iguales: hay una gradación de pecados (cfr 1 Jn 5, 16-17). Que la Iglesia enseñe esto muestra claramente que está más preocupada por nuestras almas que por su popularidad.
10. Fe y obras
La fe y las obras van de la mano. Como afirma la carta de Santiago (2, 14-19), no basta con la fe. La Iglesia afirma esto con firmeza, incluso después de quinientos años de debate con los protestantes.
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La lista podía continuar, comenta Eric, quien celebra que Dios haya usado "tantas cosas" para atraerle a la Iglesia: "Me maravilla cómo Dios puede hacer 'que vuelva el corazón de los padres a los hijos y el corazón de los hijos a sus padres' (Malaquías 4, 6) uniéndonos en la misma fe, la fe 'transmitida a los santos de una vez para siempre' (Judas, 3)".
Publicado en ReL el 28 de agosto de 2019.