Aunque no es predominante, el camino naval de Santiago es cada vez más conocido tras su incorporación como ruta oficial. De hecho hay una compostelana para todos los peregrinos que recorran en sus barcos, como mínimo, 90 millas náuticas, amén de al menos 12 kilómetros a pie hasta llegar al sepulcro del Apóstol.
Sin embargo, esta modalidad, de la que te puedes informar más detalladamente en este reportaje de El Mundo, no es tan novedosa como parece. Al menos, no del todo.
Así lo demuestran los últimos descubrimientos realizados por la gran operación arqueológica de control y estudio del pecio San Giacomo, descubierto en 2011. Desde aquel año, un nutrido elenco de prestigiosas instituciones realiza frecuentes operaciones de mantenimiento en las que en no pocos casos incorporan nuevos hallazgos.
El último de ellos, impulsado por la Junta de Galicia y que ha contado con la participación, entre otros, de la Armada Española, el Concello de Ribadeo, el C.A.S. Costa Lugo, el Real Club Náutico de Ribadeo o el Institute of Nautical Archaeology de Texas, supone la primera prueba material del transporte del fieles hacia la sepultura del apóstol: se trataría de una barca medieval datada de entre los siglos XI y XIII, de más de siete metros y de madera labrada en forma de L que habría sido usada por los peregrinos que se encontraban con la invadeable ría de Ribadeo (Galicia) de unos 25 kilómetros de perímetro que les forzaba a dar un gran rodeo.
La embarcación descubierta en Ribadeo data de entre los siglos XI y XIII, es "la primera prueba del traslado de fieles a la sepultura del apóstol" y podría transportar unas 20 personas por viaje.
Las evidencias muestran que el barco fue tallado con herramientas metálicas de un único tronco de madera de roble, construido entre 1050 y 1260.
Casualmente, este último año, Ribadeo recibió una donación para establecer un barquero que diera paso gratuito en la ría y evitar así vadear el agua por tierra a través de la localidad de Vegadeo.
En palabras de la Junta de Galicia, se trata de "un descubrimiento excepcional que permite por primera vez vincular el mito jacobeo a un elemento material de transporte empleado en la peregrinación a Compostela". La principal hipótesis es que la barca de pasaje tendría su base en Ribadeo, aunque no se descarta que perteneciera a la orilla asturiana, recoge El Español.
Los investigadores también han apuntado que la embarcación estaría compuesta al por otra pieza simétrica al costado documentado. Tampoco se descarta la existencia de una o más piezas planas de madera ubicadas en el fondo de la embarcación que habrían permitido ampliar la manga y la capacidad de carga y una popa de sección cuadrada.
Asimismo, es probable que la embarcación contase con una parte abierta en el casco para permitir la carga de animales. Los arqueólogos consideran que el barco estaba preparado para transportar a unas 20 personas por viaje y que este tipo de embarcación no sería demasiado distinta de las que se empleaban en la misma época para cruzar los grandes ríos del norte de Europa.