Después de los álbumes Thérèse, vivre d'amour [Teresa, vivir de amor] y Aimer c'est tout donner [Amar es darlo todo], ambos realizados partiendo de poemas de Teresa de Lisieux, Natasha St-Pier ha vuelto el 14 de agosto con Croire [Creer], un disco en parte escrito y compuesto por Thomas Pouzin, líder del grupo pop cristiano Glorious.
Con ese motivo la ha entrevistado Youna Rivallain en La Vie:
"Tu trouveras [Encontrarás]" es uno de los grandes éxitos de Natasha St-Pier, disco de platino en 2002, que cantó en español junto a Miguel Bosé.
-Croire habla mucho de maternidad, de fe, de confianza... ¿Es un album testimonial?
-Para mí, este album habla de tener fe en la vida cotidiana: creer en el hombre, creer en días mejores, en el éxito de nuestros proyectos, que vamos a conocer a una buena persona... Una canción, Mon coeur sera ton coeur, habla de lo que he vivido con mi hijo Bixente [nacido con una malformación cardíaca].
-Usted habla de la Virgen María en varias canciones. ¿Es una figura que la ayuda en su modo de vivir la maternidad?
-¡Es la madre por excelencia! Quería hablar de las cualidades que tienen las mujeres, esa fuerza tranquila, la capacidad de ser abnegadas, la resiliencia... María es un buen ejemplo, ella que «meditaba todas esas cosas en su corazón». Esas cualidades son más bien -pero no exclusivamente- femeninas y están más presentes en las madres, que han pasado por el embarazo y el parto. Son acontecimientos durante los cuales ya no eres dueña de ti misma. Este álbum habla de las mujeres, de su manera de creer: creo en Dios, en su hijo, en sus capacidades... Es esta capacidad de creer lo que relaciona a la Madre Teresa con María, con Teresa de Lisieux, con mi madre, conmigo, con todas las otras mujeres.
-El álbum ha sido en parte escrito y compuesto por Thomas Pouzin, líder del grupo Glorious. ¿Es una historia que perdura?
-Después de la canción Le Cantiques des cantiques y el álbum Aimer c'est tout donner de 2018, la relación con Thomas ha continuado, aumentando la confianza y el conocimiento mutuos. Para el álbum anterior tuvo que poner música a los poemas de Teresa, a textos que ya existían. Para Croire, ambos hemos hecho un trabajo de creación, escribiendo nosotros el cien por cien de los textos. ¡Ha sido un buen desafío!
Natasha St-Pier tiene varios discos de oro y platino en Francia, Canadá, Bélgica y Suiza. Cuando leyó la "Historia de un alma" de Santa Teresita del Niño Jesús decidió inspirarse en la carmelita de Lisieux para varios temas. Como este de 2018, "Aimer c'est tout donner [Amar es darlo todo]": "Sin amor, para qué vivir, para qué cantar, para qué reír, para qué soñar. Estamos hechos solo para amar. Amar es darlo todo y darse uno mismo".
-Es la primera vez, en su serie de álbumes «espiritualmente identificados», que usted se separa de la figura de Santa Teresa de Lisieux. ¿Tenía ganas de tener un cara a cara con Dios y su público?
-A menudo, cuando voy de gira por las iglesias, me preguntan si tengo fe... ¡porque canto las palabras de otra persona! Esta vez quería expresar lo que siento sin utilizar las palabras de Teresa. Utilizar mis propias palabras puede ayudar a la gente a saber en qué punto estoy de mi camino espiritual. Sobre todo porque, por primera vez, tres de los textos del álbum son obra mía íntegramente. Quería dirigirme un poco más a María, como hizo Teresa, y hablar directamente al público. Sin embargo, siempre me es difícil separarme por completo de la figura de esta santa: hay dos poemas suyos en el álbum.
-Viendo el recorrido que ha hecho a partir del primer álbum «espiritual», ¿cómo la ha ayudado Teresa, cómo ha nutrido su fe?
-Creo que al inicio ella me dio la fuerza para atreverme a exponer una espiritualidad como la suya. Hasta 2013 y la salida del album Thérèse, vivre d'amour, yo no conseguía evolucionar en un mundo en el que la música tiene veleidades espirituales. Atreverse a hablar de espiritualidad -y de la mía- es un camino particular, y creo que necesitaba las palabras de otro, palabras sencillas, accesibles para todos, que es lo que Teresa nos ofrece. Desde los inicios de mi carrera hablo mucho de amor, entre un hombre y una mujer, entre un niño y su madre... Pero hablar del amor universal, del Amor con A mayúscula, del amor en el que se pone a prueba la abnegación, es una cosa muy distinta. Teresa me permitió ir en esa dirección, madurar, sentirme lo suficientemente cómoda para, seguidamente, atreverme a proponer mis propias palabras. Necesitaba que alguien me cogiera de la mano y me guiara. ¡Me gusta considerarla mi hermana mayor!
-¿Le ha causado sufrimiento que, a partir de 2013, la hayan etiquetado como chanteuse catho [cantante católica]?
-¡Para nada! Sigo haciendo programas de televisión y cantando para el «gran público», no me he sentido encerrada en una categoría.
Natasha participó en Eurovisión en 2001 con "Je n'ai que mon âme [Solo tengo mi alma]". Obtuvo la cuarta plaza, el mejor puesto obtenido por Francia desde 1996 hasta hoy.
-¿Se considera una artista-puente entre el universo cristiano y el mundo secular?
-¡Sería pretencioso considerarme un puente! En cualquier caso, me considero una cantante que une dos mundos: por un lado, la música espiritual y, por el otro, la variedad pop. Tengo un pie en cada universo ¡y está bien así!
-¿Es importante para usted seguir cantando en las iglesias?
-Una iglesia crea una triple resonancia: fónica, visual y, sobre todo, interior. Las personas, creyentes o no, que entran en una iglesia, lo hacen con una actitud y predisposición distintas a una sala de espectáculos. Pienso que en una iglesia los espectadores prestan más atención al texto, lo reciben de manera diferente.
-Usted ha declarado ser de la «generación Sister Act». ¿Se identifica con el personaje principal de la película, Dolores Van Cartier, que llena las iglesias modernizando el coro de religiosas?
-(Risas). Me gustaría pero ¡no creo tener esa fuerza, ese groove! Las nuevas generaciones de artistas que cantan en las iglesias tienen mucha de esa modernidad. Consiguen combinar su fe con la música que les gusta escuchar. Tenemos música cristiana pop, rock, heavy metal... ¡para todos los gustos! Para mí esto es esencial: el hecho de ser cristiano no implica que no escuchemos la radio, que no conozcamos los distintos tipos de cantantes. Por tanto, si estos cantantes pueden proponernos textos que hablan a nuestra fe ¡estupendo! Se trata de no ocultar el hecho de tener fe.
-En la Edad Media, el catecismo se impartía utilizando las vidrieras, lo que permitía a quienes no sabían leer saber más sobre la vida de Cristo y los santos. Sus canciones, que evocan diversas figuras de santos, ¿son una forma de hagiografía popular?
-¡Me encantaría que así fuera! Teresa hizo accesible la fe utilizando un lenguaje corriente para su época; por mi parte, deseo hablar de espiritualidad con las palabras y los sonidos de mi época. Esto hace que el mensaje sea más accesible. Cantar un texto de Teresa con música pop contemporánea o con música gregoriana ¡no atrae al mismo tipo de personas! Al aportar los colores de mi época, creo que puedo interesar más a las personas.
Traducción de Elena Faccia Serrano.