"Si solo se nos conoce por ser juzgades, se nos comenzará a conocer por nuestra furia": es solo una de las amenazas que la militante organización de género Erre Que Te Erre ha emitido en su último manifiesto, bajo el título Furia Trans, en el que se contenían sentencias como "si no podemos derribar los muros, los quemará nuestra rabia".
El documento, publicado en las redes sociales de la organización, no es solo una revinidicación para tener "espacio en lo científico y lo político", sino una amenaza según la cual, de no ver sus objetivos cumplidos, los que lo impidan ocuparán sus "listas abiertas" y los "cuidados combativos".
El manifiesto ha sido secundado por una campaña universitaria de amenazas directas del tipo "estáis en nuestras listas" así como páginas de libros filosóficos y científicos arrancadas y colgadas por las paredes con agresivos mensajes del estilo "ha llegado la inqueersición" sobre ellas. Otros mensajes que se incluían era "el único cuerpo equivocado es el de policía" o "la transfobia académica, a la hoguera con las terfas -feministas opositoras a lo transgénero-", entre otros.
"Ha llegado la inqueersición a la UCM", en un juego de palabras real y metafórico, comparándo erróneamente la intención de relegar la cultura y la verdad por la ideología de género con lo que realmente sucedió durante la Inquisición respecto a la cultura -puedes conocer aquí más detalles y mitos refutados, como que entre los libros quemados hubo muy pocos o tal vez ninguno de carácter científico y que los españoles nunca incluyeron las obras de Galileo en su lista de libros prohibidos” (Imagen: Twitter RQTR).
Algunos de los libros, pertenecientes a la biblioteca de la universidad son de la autoría de miembros del claustro académico, como Nadie nace en un cuerpo equivocado, de José Errasti y Marino Pérez Álvarez, y El laberinto del sexo, de Pablo de Lora.
El suceso es un clásico dentro de la metáfora de las revoluciones con Saturno devorando a sus hijos. De hecho, los autores del primero de los libros son conocidos por sus postulados irreverentes y contrarios a la moral sexual natural, especialmente a través de publicaciones como el Huffington Post o Revista Mongolia.
Sin embargo, y pese a los importantes desaciertos del libro -como el rechazo a hablar de "ideología de género", la negación de otra oposición frente al lobby trans que el feminismo o el escándalo por la cuestión de género pero no de otros problemas previos como el divorcio o el aborto-, este ofrece por otro lado una importante batería de argumentos contra la ideología de género desde la perspectiva de la izquierda sociológica.
Algunas hojas de "Nadie nace en un cuerpo equivocado" fueron arrancadas, colgadas en las paredes y empleadas para intimidar a alumnos y profesores.
En declaraciones a La Razón, los autores de la primera de las publicaciones recuerdan que precisamente las páginas arrancadas y utilizadas para transmitir las amenazas a los "profesores tránsfobos" pertenecen contrétamente a un capítulo en el que los autores argumentan contra la transfobia y la falacia de acusar de tránsfobo a cualquiera.
"El debate hoy es imposible. Imagina, por poner un ejemplo, que grupos próvida hubiesen cogido libros de la biblioteca acusados de proabortistas y con esas páginas hubiesen amenazado a profesores y señalado a autores. ¿Habría tardado en haber una respuesta institucional y una condena? Es desolador. Estamos en el precipicio de la violencia", afirmó Errasti.