¿Qué es Historias del Rosario? Un ejemplo. De 1945 a 1955, los soviéticos, vencedores de la Segunda Guerra Mundial, controlaban Austria. “Cuando llegamos a un sitio, ya no nos vamos”, había dicho el responsable soviético de Exteriores, Molotov. Y, de repente, después de cientos de rondas de negociaciones infructuosas, tras diez años de ocupación, sin razón aparente, de forma milagrosa, la URSS retiró sus tropas y cedió el país a la influencia occidental.
¿Cuál es la causa? El documental Historias del Rosario, que ahora presenta Goya Producciones en español, considera que fue la campaña de oración con el Rosario y una imagen de la Virgen de Fátima en las calles de Viena de ese año.
Historias del Rosario se presenta en Madrid el 17 de octubre, con un pase especial a las 19.30 en beneficio de Ayuda a la Iglesia Necesitada en el Cine Paz (C/Fuencarral, 125). Del 19 al 25 de octubre el pase será a las 16.30 en la misma sala.
Este documental de hora y cuarto de duración, recoge varios episodios de la historia reciente en que el Rosario ha sido arma de transformación y resistencia pacífica. Y quien resiste, gana.
La revolución de Filipinas de 1986: ni un disparo
Otro ejemplo que recogen con detalle es el de la revolución filipina pacífica de 1986: el pueblo no aceptaba los resultados fraudulentos que volvían a declarar vencedor al dictador Marcos; un general y el ministro de defensa le abandonaron. La gente salió a la calle.
Hubo una manifestación de 2 millones de personas sin ningún incidente. El cardenal Sin, de Manila, logró reconvertir aquello en una enorme oración: “que la gente salga a la calle”, “recemos a Nuestra Señora”, “que sacerdotes y monjas estén en la calle con el pueblo”, pidió por la radio.
La foto de unas monjas paulinas rezando el rosario de rodillas entre metralletas y munición dio al vuelta al mundo, así como fotos de imágenes de la Virgen en las manifestaciones. En 3 días, sin un disparo, el dictador Marcos se fue y Corazón Aquino se convirtió en la primera presidenta mujer de Asia.
Esta foto de monjas paulinas con el Rosario en 1986 fue icónica de la revolución pacífica de Filipinas de 1986 que expulsó al dictador Marcos
Las monjas de la foto icónica hablan en este documental, treinta años después. “Le llaman la Revolución del Poder del Pueblo, pero no fue poder del pueblo, fue poder divino”, dicen ellas. En el momento de la foto ellas dicen que vieron una luz. Otras personas en el lugar -soldados también, aseguran- dicen que vieron a la Virgen, pero ellas no.
Ucrania: “soldado, tengo un arma, te enseño a usarla”
Otro episodio que se recoge es el de la revolución del Maidán en Ucrania en 2014. Un sacerdote, viendo que la multitud llevaba ya días ocupando la plaza del Maidán en Kiev y que había allí una carpa donde rezaban católicos y ortodoxos, decidió llevar una imagen de la Virgen de Fátima. “En Viena rezaron a esta imagen y los soviéticos se fueron”, explicaba a todos. Pero en el Maidán hubo violencia, tropas armadas quemaron la carpa, más de cien personas murieron por disparos… sólo quedó la Virgen y su rosario. Decidieron hacer del rosario un arma de transformación.
El documental muestra el testimonio de Ludmila. Ella daba rosarios a los soldados, milicianos, activistas… no le hacían mucho caso. “Entonces dije: ‘eh, tú, tengo un arma, es lo que necesitas’, y cuando empecé a hablar del rosario como un arma, todos se interesaban y me lo pedían”.
Aún hoy Ludmila acude a la zona fronteriza con las regiones prorrusas, independizadas de facto, llenas de hombres con armas automáticas y trajes de camuflaje. Allí le piden rosarios y también los cuelga en unas cruces de madera que señalan la frontera. Explica a los soldados como rezarlo: “Has de hablarle a la Virgen como a tu madre, diciendo ‘mamá, haz esto’, úsalo, es un arma, una espada espiritual”, le dice a hombres armados en una frontera volátil, hombres que de niños en la perestroika recibieron poca o ninguna formación religiosa.
Mujeres esclavizadas y violadas por yihadistas, aferradas al Rosario
En otra ocasión, el rosario es un arma de resistencia para aferrarse ante el dolor y la opresión. Es el caso de las mujeres católicas secuestradas y violadas y esclavizadas en Nigeria por los crueles Boko Haram. Los documentalistas hablan con ellas en Maiduguri, en Nigeria, donde se han afincado 2 millones de refugiados desde 2015.
Una mujer cuenta cómo la esclavizaron estando embarazada y echaron su bebé al río en cuanto nació. Después, como veían que mantenía su fe, la entregaron como esclava sexual y la violaban varios hombres cada noche. Ella se aferraba a su rosario. Logró escaparse, embarazada por las violaciones. Reunida con su marido, él ha decidido cuidar al niño como su padre. Otra mujer cuenta que no la mataron porque veían que rezaba mucho temían que Dios les castigase, o eso dijeron algunos captores. Su escapatoria también fue poco menos que milagrosa. Dicen que sin el Rosario habrían enloquecido o muerto.
El obispo de Maidaguri, que reza cada día con refugiados y desplazados, cuenta además, cuando se le insiste, la visión que experimentó cuando estaba rezando de rodillas en su habitación: Jesús se apareció bañado en luz, “llevaba una espada larga, cuando la tomé se transformó en un rosario, y dijo 3 veces: ‘Boko Haram se ha ido’“.
Con todo, aunque el obispo, que recoge refugiados en sus instalaciones, dice que Boko Haram es “un demonio”, denuncia que hay otros demonios más dañinos aún, como el secularismo. Boko Haram no consigue quitar la fe a los cristianos, la secularización sí, advierte.
Encerrada, 27 rosarios al día… poder para perdonar
En Estados Unidos hablan con Inmaculé Ilibagiza, una ruandesa que se escondió durante muchos días con otras personas en un diminuto cuarto de baño escapando del genocidio ruandés, de las patrullas que querían matarles. Allí, encerrada, rezaba 27 rosarios al día. Mataron a casi toda su familia. “Yo sentía odio por ellos, pero recé por ellos y gané paz interior, como si mi cuerpo flotase, al dejar de odiar”.
Del atentado yihadista a la campaña de rosarios europeos
Los documentalistas polacos nos explican también cómo nació la cadena de oración por Polonia y Europa que luego se extendió por Inglaterra, Irlanda y otros países. Empezó con el atentado yihadista con hombres-bomba suicidas en el aeropuerto de Bruselas del 22 de marzo de 2016.
Unos franciscanos polacos decidieron responder fomentando el rezo del rosario. Trocearon los hábitos de los mártires franciscanos misioneros asesinados en 1991 por Sendero Luminoso y beatificados en 2015. Cada diminuto trocito de tela, una reliquia bañada en la sangre de los santos, se colocó en un rosario, todo ellos sin cesar de rezar avemarías. Esos son los rosarios que se difundieron por Polonia.
El misterio de la libertad y de la oración
Pero el Rosario no es “una bala mágica”. Como todo lo de Dios, es un misterio en Sus Manos. Y así el documental recoge la historia de una cristiana evangelizadora y devota, que ha enseñado a rezar el rosario cada día a su familia, que es catequista para catecúmenos… pero ve como en su propia familia se han alejado de la fe.
Finaliza con un contraste que se complementa: tres monjas polacas rezan el rosario en ruso en Kazajastán, en una estepa fría y austera. Mientras tanto, en Nigeria canta y baila en la iglesia una multitud alegre y exuberante, con el rosario en la mano. Y entra después un tema, el “Resucitó” de Kiko Argüello. Si Él no ha resucitado, vana es nuestra fe, decía San Pablo.
Solicitar pases en ciudades
Historias del Rosario fue vista por más de 100.000 espectadores en su país de origen, Polonia. En España se estrenará el 19 de octubre y en 2019 tiene previsto su estreno en varios países de América, como Ecuador, Colombia, Guatemala, México y otros.
Según el co-director de la película, Marius Pilis, “es un film para los escépticos y los que buscan. Tal vez al verlo encontrarán su camino en la vida. Para los creyentes, la película será un fortalecimiento en la fe y la confirmación de la gran fuerza del rosario”.
Goya Producciones invita a todos los que deseen que la película se proyecte en su ciudad que soliciten un pase el portal de Historias del Rosario. Las proyecciones se programarán durante los próximos meses en función de las demandas expresadas.
Lo cierto es que es un documental que invita al coloquio, al cinefórum, a verlo en grupo -con creyentes o no creyentes- y a quedar después un rato a comentarlo. Y ¿por qué no? Se puede quedar para rezar y ver la película.
(Publicado originariamente en el portal de noticias marianas Cari Filii)