El rodaje de El misterio del Padre Pío se ha llevado con gran discreción. En breve entra en fase de montaje, tendrá una duración de 90 minutos y en diciembre se estrenará de forma simultánea en salas de cine de España y en Italia. Va ser “la” película sobre San Pío de Pietrelcina (1887-1968) para este año en el que se celebra el cincuentenario de su fallecimiento. A los mandos, José María Zavala, quien oficia como guionista y director.
Para Zavala, uno de los grandes impulsores de la devoción al Padre Pío en el ámbito de lengua española a través de la letra impresa, es la primera incursión en el ámbito del cine. Va a estar acompañado por un plantel de lujo: una relevante producción ejecutiva; la experiencia de un director de producción de primer nivel como Juan Lorenzo Prada, con amplia experiencia en largometraje nacional (Miel de naranjas de Imanol Uribe) e internacional (Exodus de Ridley Scott, Muere otro día, de la serie de James Bond), cortometraje (Sirena negra) y televisión (Ministerio del Tiempo, Si fueras tú); la postproducción correrá a cargo de Dopostproduction, del grupo Maskeline; y para la distribución se ha alcanzado un acuerdo con Filomeno Martínez Aspe, de European Dreams Factory.
Todo el equipo pasó varias semanas en San Giovanni Rotondo, filmando testimonios, lugares y documentos principalmente en el convento donde el Padre Pío pasó prácticamente toda su vida religiosa, y en el hospital Casa Sollievo della Sofferenza.
Zavala lleva años trabajando a fondo los archivos de ambas instituciones. Su último libro, El Santo. La revolución del Padre Pío, del que saldrá en breve la tercera edición, extrae de ellos numerosa documentación.
Para El misterio del Padre Pío una minuciosa labor ha permitido nuevos descubrimientos. De hecho, es el material encontrado en torno a las persecuciones que padeció el santo fraile (primero entre 1923 y 1931 y luego a principios de los 60) lo que ha permitido darle al documental, según informaciones recabadas por ReL, un “aire de thriller”. Los métodos utilizados para intentar desacreditar al capuchino de Pietrelcina van a constituir algunas de las revelaciones más impactantes del film.
Su metraje incluye también entrevistas a personajes con mucho que aportar para entender al santo: desde fray Marciano Morra, uno de los últimos compañeros de convento que aún viven, a su sobrina Pía Forgione (Francesco Forgione era el nombre en el siglo del Padre Pío), pasando por hijos espirituales suyos como Angelina Iadanza o Pio Iadanza, quienes se confesaban habitualmente con él, o testigos fundamentales en el proceso de canonización como Sor Consolata di Santo, fallecida prácticamente durante el rodaje.
Este sábado se cumplen 16 años de la canonización del Padre Pío, y ése es precisamente el punto de partida del “misterio” que investigará la película. ¿Por qué un hombre que apenas salió de su convento fue elevado a los altares en la ceremonia de esta clase más multitudinaria de la historia? ¿Por qué sus estigmas, que le crucificaron de dolor durante exactamente medio siglo –desaparecieron tres días antes de su muerte–, suscitaban tanto interés en el mundo entero como odio visceral de algunos elevados dignatarios de la Iglesia?
Vista aérea de San Giovanni Rotondo, con la basílica y el imponente hospital Casa Sollievo della Sofferenza [Alivio del sufrimiento].
Por otro lado, la sucesión de hechos sobrenaturales que rodearon su vida, y que la película va a atestiguar acudiendo a fuentes inéditas, apenas admite parangón en la rica historia de la santidad cristiana. Están sus milagros post mortem, como la niña Gemma di Giorgi, que nació sin pupilas y sin embargo puede ver, y habla ante las cámaras de este largometraje. Y están las bilocaciones o luchas con el demonio que documentará El misterio del Padre Pío o el fenómeno de la confesión a personas que no podían entenderse con él por no conocer la lengua: “Te leía el alma en cualquier idioma”, dirá un testigo. Dieciséis horas diarias llegó a pasar en el confesonario en algunas épocas de su vida.
Forgionefilms es una de las empresas que coproducen El misterio del Padre Pío, y abre la posibilidad de una colaboración en el proyecto a través de su teléfono de contacto 689 42 67 64.
En una carta del 15 de agosto de 1916, cuando aún no había recibido los estigmas pero ya había sentido en su vida diversas formas de presencia sobrenatural, el Padre Pío expresaba una inquietud: “¡Soy un misterio para mí mismo!”. En pocos meses, una película va a contribuir decisivamente a descifrarlo.