Poco a poco aumenta en España el interés por la difusión histórica de grandes exploradores españoles del siglo XVI y XVII, muchos de ellos misioneros a los que empujaba el ansia de salvar almas, pero también de asombrarse con la grandeza y variedad del mundo creado por Dios.
En febrero se publicó un libro amplio y muy ilustrado sobre el explorador, diplomático y misionero jesuita Pedro Páez Jaramillo, originario de un pueblecito cerca de Madrid, que descubrió las fuentes del Nilo Azul en Etiopía en 1618. Con su habilidad diplomática, casi logró implantar la fe católica en Etiopía, un reino africano de religión cristiana no calcedoniana.
El libro tiene 562 páginas, 48 láminas en color, es obra de varios autores coordinados por el jesuita Wenceslao Soto y se titula “El jesuita Pedro Páez. Cartas desde el Nilo Azul” (Editorial Xerión, Aranjuez, 2020).
Páez usó la ciencia, sus conocimientos de arquitectura y la diplomacia, para hacerse un espacio en el reino etíope, país cercado por enemigos musulmanes.
Fue un hombre valiente. La primera vez que intentó llegar al país, le engañaron y capturaron unos musulmanes y pasó 6 años como cautivo en Yemen con su compañero jesuita Antonio de Montserrat (nacido en Vic, veterano misionero en la India y también historiador).
Después de ser rescatados, Páez volvió a intentar la aventura etíope y en un segundo intento logró establecerse en el país, donde moriría en 1622. Lamentablemente, los esfuerzos de Pedro Páez no lograron el éxito a largo plazo que cabría esperar porque otros jesuitas enviados a la región utilizaron un enfoque muy rígido contra el clero y el cristianismo local que condujo a su expulsión del territorio en 1633.
Conocer y estudiar los escritos de Pedro Páez permite al lector adentrarse en una abundante colección epistolar, así como en la obra, titulada “História da Etiópia” (escribía en portugués, que era la potencia católica con actividad en África) compuesta de cuatro libros en que aborda aspectos tan variados como la historia, la teología, la botánica, la zoología, la antropología y la geografía etíope. En ella dejó constancia de su visita a las fuentes del Nilo Azul en abril de 1618, constituyéndose en el primer europeo en hacerlo. Pedro Páez falleció en mayo de 1622. La obra misionera a la que tanto tiempo había dedicado tuvo un final repentino en 1632.
Más detalles sobre la apasionante aventura misionera de Pedro Paéz aquí en ReL
Pedro Páez es uno de los asombrosos españoles aventureros y exploradores recogidos en el libro Antes que nadie, de Fernando Paz (aquí en OcioHispano)