La investigadora Ana Mafé García está segura, al 99,9%, de que el cáliz de Valencia es el que Jesucristo utilizó en la Última Cena. La búsqueda eterna del Santo Grial terminaría así en la ciudad del Turia. Así lo argumenta en su tesis esta doctora en Historia del Arte por la Universidad de Valencia –quien ha admitido ser una«admiradora de la pieza» que se custodia en la Catedral–, y ha explicado la metodología de investigación aplicada, que ha sido la iconográfica.
Mafé ha presentado este miércoles su las conclusiones del primer estudio en el mundo de la protohistoria del Santo Cáliz, respaldadas con pruebas documentales y científicas partiendo del estudio más importante realizado en los años 60 por el cronista Antonio Beltrán. «Quien en 1960 –indica la investigadora– nos cuenta unas cosas que se han ido perpetuando y constatando por el resto de investigadores qeu hasta la fecha han estado en contacto con la pieza». La primera de ellas, la estructura de la copa que, por su forma, proviene del siglo I o II antes de Cristo. «Teníamos claro el cuándo, pero no el dónde, nos faltaba su DNI», ha matizado Mafé.
La segunda «pista» la dio el estudio volumétrico, tras el que descubrieron que la copa tiene una capacidad de «dos reviíts y medio. Esto significa que la copa está hecha con medidas hebreas ad hoc». Al tratarse de una copa hebrea, «coetánea a la época de Herodes», la datación en su primitivo entorno la sitúa, según la tesis, en el periodo del segundo templo de Jerusalén.
«Los que hemos tenido la suerte de viajar a Jerusalén, sabemos que cuando vas a los museos y pides ver cosas del segundo templo, te enseñan los cimientos de lo que es el templo actual, no queda nada. Tenemos la suerte en Valencia de tener un vestigio arqueológico de hace dos mil años filiado a lo que es la cultura hebrea», sentencia Ana Mafé.
«Estando en Jerusalén consultando con expertos en la materia, descubrimos aportaciones que hasta la fecha no se conocían. Ejemplo de ello es que el Santo Cáliz es una verdadera copa hebrea y nunca se había catalogado así. Analizando el material pétreo de la copa observamos que está hecha sobre piedra catalogada en la Antigüedad como sardius, representativa de la tribu de Judá, a la que perteneció Jesús de Nazaret», comenta la investigadora.
Otra aportación es una nueva lectura a inscripción del pie del cáliz de Valencia. A través de un triángulo en la base de la epigrafía, se ha conseguido resolver un mensaje encriptado hasta la fecha: «Se alude a Jesús en su nombre hebreo, en base al idioma hebreo y árabe aljamiado».
Con los resultados obtenidos de la tesis, la doctora Ana Mafé ha empleado además la regla de Laplace, un barómetro científico de probabilidad, sobre las cuestiones técnicas que debería de cumplir el Santo Grial, en base a los preceptos judíos del siglo I y a la tradición que sustenta a cada una de las supuestas copas que se han sometido a dicha prueba. Así pues, ante este mismo escenario, el cáliz de Valencia cumple el 99,9% de los requisitos, mientras que el porcentaje para el cáliz de doña Urraca de León es del 33%. «Esta solo es una regla matemática de probabilidad, mi metodología es la iconográfica, la de la Historia del Arte», ha querido incidir la experta.
«Si cogemos el Evangelio, la fuente primitiva textual que habla de esa copa, y la casamos con los documentos objetivos que nos traslada el estudio pétreo del Santo Cáliz coincide todo, es hebrea, habla de la regla del amor, habla de la tribu de judá, y casando estos elementos sale este porcentaje», se ha referido Mafé al 99,9% de probabilidades que sitúan al cáliz de Valencia como el Santo Grial de la Última Cena.
Mafe ha explicado que es la primera vez que se cataloga el Santo Cáliz de Valencia como «Kos Kiduhs Esther – 2018 Valencia», por lo que, si se encontrara otra pieza parecida «la podrían comparar con ella». En el estudio se certifica así que es la única copa de ese periodo que se conserva entera en todo el mundo.
Reclamo turístico
La tesis doctoral de Mafé se titula ‘Aportes desde la Historia del Arte al turismo cultural: el Santo Cáliz de Valencia como eje del relato turístico que sustenta el Camino del Santo Grial en el siglo XXI’ y se ha podido realizar gracias a una beca dentro del programa #verysentirlacultura del Centro Óptico Losan. Mafé incide en la importancia de esta beca y comenta: «Si todas las PYMES becaran un doctorado, en unos años Valencia sería Harvard».
Junto a Mafé se encontraban la doctora Angela Di Curzio, experta en las Catacombe SS. Marcellino e Pietro de Roma (a la que la investigadora ha agradecido que corroborara la leyenda que situaba la copa en Roma), la doctora María Gómez Rodrigo, profesora titular de la Universitat de Valencia experta en pintura al fresco, Juan Miguel Díaz Rodelas, sacerdote custodio celador del cáliz valenciano y la asesora del Ayuntamiento de Valencia Pilar Bernabé.
Por su parte, el sacerdote que custodia la pieza en Valencia ha resaltado la importancia del estudio de Mafé, que, además de pretender –como ha destacado su autora– potenciar el turismo en la Comunidad Valenciana, espera que «contribuya a afianzar la fe en estos momentos de dificultad seria» por los que atraviesa la comunidad de la Iglesia.