Pedro, fiándose de la Providencia y guiado por la Virgen, decidió lanzarse en una España cada vez más secularizada a la creación de una tienda online de carácter religioso, donde la Belleza que lleva a Dios tuviera un protagonismo total.
El resultado fue Viribel. A través de la red y entregando los pedidos por todo el territorio español, ofrece una serie de bellas figuras de la Virgen, de San José y otra serie de regalos religiosos que están teniendo una gran acogida entre los clientes que llegan a su web o a través de su perfil de Instagram.
Una de las características principales de Viribel es su clara identificación con la Iglesia y sus necesidades. Por ello, esta tienda online destina un 10% de los beneficios por cada venta a la parroquia o institución católica que el comprador puede elegir de una lista. Además, para ayudar a la subsistencia de los cristianos de Tierra Santa, Pedro decidió vender también productos fabricados por estos artesanos cristianos. El objetivo no es sólo vender, sino también ayudar al prójimo.
En una entrevista con ReL, el creador de Viribel nos habla más en profundidad esta tienda de regalos religiosos y de las motivaciones que le llevaron a lanzarse a esta aventura:
- ¿Por qué decidió emprender un negocio de venta de productos religiosos y además tan específicos?
-Estoy convencido de que esto vino de la Virgen (risas). Hace unos años estuve vendiendo unas figuras que me fabricaba un amigo con el fin de recaudar fondos para un fin benéfico en la Iglesia. Vendía la Virgen del Carmen de piedra que hoy preside nuestra tienda online. Vendí tantas que sobró dinero y lo destinamos a otros fines benéficos. Al cabo del tiempo la gente me empezó a llamar porque quería esa Virgen. El boca a boca hizo su trabajo sin mover yo un dedo. También me llamaban para preguntarme si tenía otro tipo de figuras. Así me di cuenta de que mucha gente busca figuras religiosas bonitas pero es difícil encontrarlas. Me planteé hacer un estudio de mercado y una búsqueda de buenos proveedores. Sin darme cuenta, había montado una tienda online. Por eso no puedo decir que fue idea mía. Todo salió casi solo.
- ¿Cuál es el producto estrella de Viribel, el que más ha llamado la atención a sus clientes?
-Sin duda el artículo que más vendemos es la Virgen del Carmen de piedra. Es preciosa, solemne y tierna. Resiste exteriores y tiene un tamaño perfecto para un jardín. Además tiene un precio bastante asequible. También hemos vendido muchísimo la Virgen con el Niño de madera de arce y el San José de madera de arce. Son dos figuras extraordinariamente bonitas. Invito a los lectores a que se pasen por la web y el perfil de Instagram para verlas.
- En su catálogo han elegido imágenes muy bellas, pero no siempre el arte religioso opta por este tipo de belleza…
-Desgraciadamente no. De lo que yo he podido ver, que no es poco, a menudo tienes dos extremos. Por un lado, cosas tremendamente horteras (permítaseme la palabra), donde se ve que hay buena voluntad pero muy poco gusto estético. En el otro extremo, un arte que pretende ser moderno pero a menudo cae en el esnobismo y la desfiguración de lo sagrado. Las cosas que tenemos nosotros están cuidadosamente seleccionadas. Tienen que inspirar devoción y transmitir belleza. No admitimos nada que no nos guste de verdad. Y buscamos que no sean precios astronómicos.
- Uno de los aspectos que más me ha llamado la atención es que el 10% del beneficio por cada venta se dona a la institución católica o parroquia que el cliente elija. ¿Por qué una iniciativa así?
-Viribel nació porque un día se me ocurrió vender la Virgen del Carmen para un acto benéfico. Como he dicho, el resto vino un poco solo, fue un camino no muy pensado y se lo debemos a la Virgen. Al menos esa es nuestra convicción. Por eso, cuando decidí profesionalizarlo, pensé mucho en el concepto que quería montar, y vi que tenía que pasar necesariamente por la ayuda a la Iglesia.
Para los que no conocen la tienda, lo explico brevemente. Nos hemos propuesto donar un 10% de la factura a la Iglesia. Y de manera concreta: a parroquias a grupos católicos que están apuntadas en nuestra lista (a esta lista puede acceder cualquiera que nos contacte). Es una manera de involucrar también a los compradores, que pueden elegir el destino del 10% de su compra. Pero quiero aclarar que no es que subamos el precio de los artículos, sino que colaboramos con el margen que nosotros tenemos. Esto hace que nuestros márgenes sean pequeños y habitualmente no podemos ofrecer descuentos o cosas similares. Tenemos que hacer verdaderos malabares contables. Pero creemos que tiene que ser así, que no sea un simple negocio. Debo decir que nos hemos inspirado en otras empresas como Auara. Gente así inspiró nuestro proyecto.
-Viribel tiene también una conexión especial con Tierra Santa, ¿no es así?
-Hace dos años, cuando estábamos pensando en el concepto, hicimos una peregrinación a Tierra Santa. Allí descubrimos que los cristianos tienen unas vidas a menudo difíciles. Sobre todo en Belén, donde nació Jesús, el estado de Israel construyó un muro de la noche a la mañana, haciendo la vida muy complicada. Incluso algunos cristianos palestinos, nos contaban ellos, no pueden salir de Belén porque saben que después no les dejarían entrar, solo por el hecho de ser cristiano palestino. Ellos tienen una cooperativa de artesanía en la que fabrican y venden artículos religiosos en madera de olivo. Nos pareció una pasada poder venderlos en España. De esta manera, acercamos a los españoles a esta realidad y les traemos artículos únicos, elaborados en la Tierra que pisó Nuestro Señor. Y, al mismo tiempo, ayudamos a esas comunidades a subsistir. Nos sentimos muy contentos con la acogida que ha tenido y es uno de los proyectos de los que más orgullosos estamos.
- Decís que cuidáis mucho la presentación. ¿A qué os referís?
-Nuestro concepto es ser “Regalos Cristianos”. Por ello hemos pensado muy bien cómo va envuelta cada una de las figuras o artículos que vendemos. Hemos optado principalmente por cajas de madera. De esta forma, te llega a casa como un verdadero regalo, no en una caja de cartón envuelta con papel de embalaje. Era muy importante tener una presentación bonita lista para entregar a aquel a quien va el regalo. O, bueno, si el artículo es para uno mismo, que se sienta regalado. En la web y en el perfil de Instagram hay ejemplos de esta presentación tan cuidada.
- Observando el catálogo veo que también existe una relación muy fuerte con la Sagrada Familia pues tanto la Virgen como también San José están bien representados…
-Así es. Son figuras principales. Todo nació de la Virgen. San José era muy importante este año. Así que hemos adquirido dos figuras realmente preciosas. Y asequibles. Creo que el San José de madera ha sido el regalo de boda que más nos han comprado.
- ¿Lanzarse a un negocio religioso es a día de hoy una locura o una confianza ciega en la providencia?
-Pues es una pequeña locura y, en nuestro caso, un acto de confianza en la Providencia. Salió de la mano de la Virgen y llegaremos hasta donde Ella quiera. Me he pasado meses pensando en cerrar, porque tiene que crecer mucho para ser un negocio estable que pague sueldos. Pero cada mes veía que había que seguir. Hasta donde Ella quiera. Al final, Viribel como negocio es una forma de evangelizar y una forma honrada y preciosa de ganarse la vida.
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