La existencia del reino de David y Salomón en el siglo X a.C. ha recibido un respaldo indirecto gracias a la datación con radiocarbono de una residencia señorial descubierta en las excavaciones de Tel ‘Eton, 40 km al suroeste de Jerusalén, a mitad de camino desde Gaza. El descubrimiento fue publicado por Avraham Faust y Yair Sapir en la revista Radiocarbon, y recogido por la Universidad Bar-Ilan y National Geographic, entre otros.
El edificio es una estructura arquitectónica conocida como casa de cuatro seccionesconstruida en la parte alta de una colina de al menos dos plantas , ocupando la inferior mas de 225 metros cuadrados. Se encontraron grandes sillares de alta calidad en las esquinas y entradas del edificio y cientos de vasijas y otros hallazgos arqueológicos. Una residencia de ese tipo era frecuente entre los israelitas, pero no entre cananeos o filisteos.
El lugar padeció un gran incendio en el siglo VIII a.C., durante una de las campañas asirias. Lo que se ha descubierto ahora, gracias al estudio con Carbono 14 del suelo y de un depósito inferior, es que el edificio ya estaba construido en el siglo X a.C., justo la época en la que David y Salomón reinaron sobre los reinos unidos de Judá e Israel, que por tanto extendieron sus dominios mucho más allá de las cercanías de Jerusalén.
¿Por qué este hallazgo apoyaría la historicidad de ambos reyes? Lo explican los autores: la datación en esa fecha sugiere que se en esas tierras altas estaba surgiendo un nuevo y prestigioso poder político.
La construcción de semejante residencia en lo alto de una colina, visible desde una gran distancia, además del crecimiento significativo del tamaño de la ciudad en aquella época, demuestran que se produjo un acontecimiento importante. Precisamente la ausencia hasta ahora de construcciones reales en esa zona había sido argumentada por algunos autores para cuestionar el esplendor de la monarquía unificada: David y Salomón habrían sido solo jefes locales con poder en Jerusalén y su entorno.
Se ha calculado con precisión que la última piedra de esa construcción se puso en el año 921 a.C. Por tanto, si justo en esa época se estaban construyendo a tanta distancia de Jerusalén edificios propios de grandes estructuras administrativas, la imagen arqueológica del reino de David y Salomón se aproxima notablemente a la imagen bíblica.
(Información publicada originariamente en Fundación Tierra Santa)