Buena parte de las devociones marianas más populares en España tienen como representación una imagen negra. Un reciente artículo en Cari Filii News explica por qué:
Algunas de las imágenes de la Virgen más antiguas y de mayor veneración en España son Vírgenes Negras: el Pilar, Guadalupe, Atocha, Montserrat, la Almudena… Su historia es la historia de la devoción mariana en la “tierra de María”, y cada una de ellas encierra en igual proporción arte y teología. Recientemente uno de sus principales estudiosos, el ingeniero Antonio Madroñero de la Cal, les ha consagrado un libro completo y sugerente: Cultura y tradición de las Vírgenes Negras. Enigmas, imágenes sagradas y devoción popular.
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-¿Cuál es el origen de las Vírgenes Negras?
-En el caso particular de España había una integración industrial con las técnicas y el comercio de Roma. Allí llegaba nuestra cerámica sigilata, procedente de la zona de lo que hoy es Linares, bajándose la mercancía por el Guadalquivir y de La Rioja, que se exportaba transportándola por el Ebro. Las vajillas de lujo del mundo romano eran de terra sigilata. Aprovechando esta técnica se paso a fabricar la primera generación de pequeñas imágenes de vírgenes negras. Utilizaban la técnica de la sigilada para conformar con escoria de hierro ablandada por el calor la parte más delicada de la figura, rostro, manos y pechera. El resto de la figura, espalda y halda, se hacia aportando, un tanto masivamente quizás, la escoria en estado pastoso, que se aplicaba a espátula.
-Y se dedicaban enseguida al culto…
-En un principio las pequeñas vírgenes negras de escoria eran en realidad porta-reliquias que se colocaban en hornacinas. Acabado el imperio romano, los habitantes de muchos pueblos optaron por abandonar sus villorrios e irse a vivir en cuevas de no fácil acceso. Allí, en pequeñas cuevas se hicieron eremitorios donde se realizaba el culto con vírgenes negras pequeñitas.
-¿Cómo evolucionó ese culto?
-Salvo algunas imágenes de especial significación, como la Virgen de Rocamadour, virgen nacional de Francia, y dado que el tamaño de las vírgenes negras fue siempre pequeño, lo habitual fue que en las iglesias se fueran sustituyendo las vírgenes negras de madera betunada lustrosa por imágenes mayores góticas o renacentistas. Esta es la razón por la que muchas imágenes góticas muestren un vaciado de su volumen interno, donde en tiempo atrás se alojó a la pequeña virgen negra a la que substituían. No era cuestión de destruir o tirar la vieja imagen, que tantas oraciones había recibido.
-¿Se hicieron luego de otros materiales?
-La generación siguiente de vírgenes negras, perfectamente hermanadas con sus homónimas europeas, fueron las tallas de madera con un acabado de un betún endurecido y brillante. Para protección de la madera de los barcos se desarrolló en Europa la destilación de la resina del pino, que deshidratada por el calor se convertía en una resina negra y dura que admitía un pulido que procuraba una superficie lustrosa. En siglos posteriores se construyen vírgenes de faz achocolatada porque se fabrican con terracota. Era la consecuencia de la moda de caras oscuras impuesta a partir de la corte del rey Carlos I. Posteriormente, y ya en el siglo XIX, se puso de moda el pintar de oscuro, con pintura de no gran calidad generalmente, las caras de las vírgenes que llevaban siglos siendo rubias, pero que por efecto de esta moda paso a llamárselas vírgenes negras.
-¿Cuáles advocaciones españolas reúnen estas características?
-Hoy quedan catalogadas 51 vírgenes negras.
-¿Cuáles son las más importantes?
-En el Pilar hubo una Virgen negra en la mínima ermita inicial, que cuando se hizo la iglesia mudéjar del Pilar fue sustituida por una virgen románica. Destruida que fue por un incendio, entrando el barroco hubo de construirse la basílica actual. El 1435 el imaginero Juan de la Huerta construía la imagen que actualmente conocemos.
»También un incendio reducía a cenizas durante el reinado de Enrique IV a la virgen negra de la Almudena de Madrid; la imagen actual es de Diego Copin.
»La Virgen de Guadalupe es una virgen del siglo XII, de las de negro brillante recubierto de policromía.
»La Virgen de la Cabeza, patrona de Andújar y de Jaén era de 1227 y durante la Guerra Civil fue destruida. Por ello, en 1944 Jose Navas Parejo realizó la talla que hoy se venera.
Virgen de la Cabeza, a quien se repuso en 2009 la corona perdida cuando fue destruida durante la guerra civil.
»La Virgen de Montserrat hubo que pasar por un incendio originado por las tropas napoleónicas y en 1835 se vio sometida a la despiadada desamortización de Mendizábal.
»La Virgen de la Regla, en Chipiona de Cádiz, fue mandada construir por San Agustín en Hipona (Argelia). Huyendo de las invasiones de los vándalos se la trajeron a Andalucía unos monjes “de la Regla de San Agustin”. Tratando de salvarla de la morería la enterraron en una cisterna. En tiempo de Alfonso X se la encontró en no buen estado. Desde entonces se la muestra con una copiosa vestimenta que no deja ver los desperfectos.
La Santina, la Virgen de Covadonga. Aún es negra la cabeza del Niño Jesús.
»También tenemos que citar en el capítulo de los incendios a la Virgen de Covadonga. Era virgen negra medieval pero en 1777 un incendio abrasó la capilla de madera donde la imagen se encontraba. La Catedral de Oviedo regaló la imagen actual, que conserva la cabecita de un niño negro.
»Y por último vamos a citar a la Virgen de Atocha, de Madrid. Su historia es casi rocambolesca. Inicialmente es una imagencita negra en una capillita a la vera de una fuente salutífera al pié del cerrillo de San Blas, en el límite del parque del Retiro de Madrid. En el medievo se monta un gran monasterio con el anejo de un hospital con cirugía. La Virgen se hace pre-gótica. Era una virgen negra insumida en una rubia imagen pre-gótica. Cuando vino a reinar Carlos I y determinaron que la virgen de la familia real iba a ser la de Atocha, se impuso el gusto flamenco, donde las vírgenes tenían una faz achocolatada porque en Flandes se fabricaban de terracota. Sobre la rubia faz de la Señora de Atocha, que a su vez llevaba enterrada a la virgen negra inicial, pusieron entonces un espeso recubrimiento sobre el que se pintó la faz achocolatada con que hoy la vemos.
La imagen de la Virgen de Atocha de Madrid ha tenido una ajetreada vida, que incluye sus vínculos con la Familia Real.
- ¿Cómo les afectó la persecución religiosa de la Guerra Civil?
-Es obvio que la quema de iglesias y conventos se realizaba sin tener en cuenta la existencia de vírgenes negras o de solo vírgenes blancas. Por ello nunca sabremos cuantas se destruyeron, ya que no se tenía un catálogo de las vírgenes negras existentes entonces. Solo se puede pasar revista a las vicisitudes de las que sobrevivieron y que, en muchos casos, quedaron abocadas a importantes trabajos de restauración.
-¿Por qué dejaron de hacerse vírgenes negras?
-El mayor enemigo de las vírgenes negras fue la remodelación de las imágenes, a gusto de nuevas exigencias.
La Virgen de Guadalupe, devoción extremeña y universal.
-¿Por la evolución en la forma de orar a María?
-En los tiempos de las primeras Vírgenes Negras, se dejaba claro que el que tenia el poder para otorgar gracias era su hijo Jesús, sentado en la rodilla de su Madre, de forma que lo que hacia la Señora era, aproximar, acercar, poner al Niño en el centro del diálogo. La Señora era el Trono de Dios. Después se enfatizó que la Señora tenía una actitud mas activa, no solo facilitando la plegaria que el orante dirigía a su Hijo, sino que ella se encargaba de llevar la petición hasta la poderosa mano del Señor.
-¿Los distintos periodos artísticos dejan su huella?
-Las vírgenes del románico fueron en realidad una transición al gótico, donde la Señora muestra una vestimenta exquisitamente delicada. Está claro que no era una reina mundana, sino de reina de los Cielos. Y desde aquella regia posición actúa de receptora de las plegarias. El Renacimiento impone un cambio en la sensibilidad. El atractivo femenino pasa a ser delicado, refinado, aristocrático. Esta imagen se transfiere a la figura de la Virgen, de modo que juega como elemento valedor de su capacidad de intercesora, por el amor que la Trinidad la tenia por ser la obra maestra del Universo. El barroco continúa en esa línea, presentando unas vírgenes que vestían como las damas de la alta nobleza, como princesas, con su vestido de brocados.
Virgen de Montserrat, la Moreneta, centro de la gran devoción catalana.
-¿Cómo se la representa en la modernidad?
-A partir de aquí las imágenes presentan el ideal de la época romántica, pero siempre mostrando una presencia juvenil. La idea era indicar la bondad del personaje. En la época actual predomina la presentación de la Señora como una imagen estilizada y totalmente blanca.
-¿Por qué?
-Las imágenes de los últimos tiempos están muy influenciadas por las imágenes que se difunden de las apariciones de la Virgen, como Fátima o Medjugorje. La Virgen mira a los videntes que tiene a sus pies, nunca a la lejanía o a distancias medias.
-¿Cuáles son los símbolos más frecuentes vinculados a la imaginería mariana?
-Limitándonos a los objetos que la Virgen muestra en su mano derecha, pues la izquierda suele estar ocupada por la atención y cuidado al Niño, los símbolos suelen ser un fruto o una flor. El mas frecuente es el de la manzana, pues la Señora recibía el nombre simbólico de “Segunda Eva”, pues si Eva trajo el pecado original, la Virgen hizo posible la Redención. Pero hay una gran variedad de frutas que también son simbólicas. Por ejemplo la Virgen de Olocau muestra una naranja, símbolo de la castidad, la Virgen de Melena muestra una cereza, símbolo de la dulzura, la virgen de Acumer muestra una granada que simboliza a la Iglesia, dado que con una corteza protectora alberga a muchos granos con semilla.
-¿Y flores?
-La más común es la rosa, que representa a la esperanza mesiánica. Una sola rosa blanca significa pureza, pero si es roja lo que significa es el martirio. Como en el mundo clásico la rosa representaba a alegría del dios Baco en un banquete, en el arte devocional, la rosa representa la alegría divina. La lila representa a las Bienaventuranzas, el gladiolo se asocia a la Encarnación, y la violeta sugiere la Humildad. Del mismo modo, el isopo es el símbolo de la Pasión porque debido a su color púrpura se asocia con el dolor, mientras que el lirio azul recuerda la pena de la Virgen durante la Pasión. La azucena blanca da a entender un estado de bienaventuranza manifestado por pureza, inocencia, y virginidad.
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