En realidad, son lienzos pintados con acrílico, colocados en el techo de esta iglesia con pegamento de papel tapiz, que imitan los 14 frescos de la obra de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina de la Ciudad del Vaticano.
El autor de esta copia se llama Miguel Macías, un diseñador jubilado que dedicó 17 años a reproducir las figuras que Miguel Ángel pintó en 4 años con dinero y el apoyo del Papa Julio II. Miguel, en cambio, pudo concluir "la obra de su vida" con puro empeño, la colaboración gratuita de ayudantes y el apoyo de feligreses que aportaban dinero para comprar los lienzos, las pinturas acrílicas, las brochas de todos los tamaños y la renta de la plataforma que utilizó para subir al techo de la iglesia y pegar cada rectángulo de 15 por tres metros.
De la jerarquía eclesial recibió sólo ánimos para seguir, aunque no ayudas prácticas.
El cardenal Roberto Rivera Carrera, ex arzobispo primado de México hizo una inauguración simbólica de la obra en 2006.
Se lo advirtieron desde el inicio. El párroco que vio arrancar su trabajo en 2001, Domingo Lujano, le adelantó que no pagaría por su trabajo. "Me dijo: si quieres píntalo, pero aquí no hay dinero". Pero eso ya quedó en pasado.
Hoy, a sus 72 años, Miguel Macías disfruta de su logro y las felicitaciones de los visitantes de la parroquia, muchos que sólo vienen a contemplar su obra, a la que sólo le faltan cuatro lienzos por pegar.