que aunque dejó de ir a misa en su juventud, preparándose para la película ha redescubierto que "Jesús es impresionante" y que si hubiera vivido en su época habría ido con Él.
Se crió en una familia rica irlandesa norteamericana que iba a misa cada domingo. Su tío abuelo fue embajador de EEUU en Irlanda. Pero en cuanto consiguió un coche y permiso para circular la joven Rooney dejó de ir a misa. Engañaba a su familia y decía "iré a misa de doce", y ya no acudía.
Rooney, que se hizo famosa interpretando a Lisbeth Salander ("La Chica con el Tatuaje de Dragón") no tenía ganas de interpretar una película bíblica, pero sí de volver a trabajar con el director, Garth Davis. Por eso se leyó el guión y aceptó el papel.
Poco formada en la fe, de Santa María Magdalena sólo recordaba rumores que oyó de que había sido prostituta, algo que, en realidad, la Biblia nunca dice y sólo en la Edad Media empezó a circular por Occidente.
En la Edad Media el arte cristiano occidental la confundió con la mujer sorprendida en adulterio o con la pecadora que lloraba secando con su cabello los pies de Jesús, extendiéndose la idea de que la Magdalena era una prostituta arrepentida. En el cristianismo oriental, en cambio, siempre se la recordó como anunciadora de la Resurrección.
"Me asombró lo poco que sabía de ella", admite. "Empecé a darme cuenta de que fue una increíble figura espiritual por derecho propio", añade.
Hay un nuevo reconocimiento a esta santa en la Iglesia de rito latino: en 2016 el Papa Francisco decidió que cada 22 de julio se celebre el día de Santa María Magdalena, no como simple «memoria obligatoria», sino como «fiesta» en el Calendario Romano.
Rooney Mara ha empezado a reflexionar sobre lo que significó para los primeros discípulos dejarlo todo y seguir a Jesús.
"Recuerdo el día que filmamos esa escena en la que me los encuentro [a Jesus y sus apóstoles] en la playa y decido seguirlos", explica la actriz. "recuerdo correr por allí pensando: 'oh, Dios mío, esto debió dar mucho miedo, seguir a todos esos hombres y ser la única mujer'. Habrías sido tan vulnerable, dejar a tu familia, todo lo que conoces".
Independientemente de como imagina la escena la película, en la Biblia no se describe cómo María Magdalena se suma al grupo, pero sí queda claro que no era "la única mujer". De hecho, Lucas especifica en el capítulo 8 que eran muchas: "Con Jesús andaban también sus doce discípulos y muchas mujeres. Estas mujeres ayudaban con dinero a Jesús y a sus discípulos. A algunas de ellas, Jesús las había sanado de diferentes enfermedades y de los espíritus malos. Entre esas mujeres estaba María, a la que llamaban Magdalena, que antes había tenido siete demonios. También estaban Juana y Susana. Juana era la esposa de Kusá, el administrador del rey Herodes Antipas".
Eso no quiere decir que dejarlo todo para seguir a Jesús fuera una decisión fácil.
A Rooney Mara no le convencen mucho las historias que intentan presentar una relación romántica entre Jesús y la Magdalena: piensa que es como intentar señalar que ella no es una figura interesante por sí.
En cuanto a Jesús, dice que lo está re-descubriendo a raíz de la película.
"Tuve que redescubrirlo todo, y aprendí que, bueno, Jesús es asombroso", dice al periodista del Independent, riéndose.
"Soy ligeramente new-age, la verdad es que voy a todo tipo de sanadores distintos y a ese tipo de cosas, y cuando pensé en Él de esa manera, me dije: 'oh, si hubiera estado viva en esa época yo habría sido una de ellos', y le habría seguido completamente. Cuando te fijas, su mensaje, sus enseñanzas son aún tan relevantes y tienen una sensación tan moderna, en cierto modo...".
Lo que a Rooney le falta por entender es que si en el siglo I habría sido una discípula, seguidora, de Jesús... ¡también lo puede ser hoy!