La película Garabandal, Sólo Dios lo sabe analiza estos hechos en los que la Virgen se presentó cientos de veces a estas niñas dejándolas dos mensajes públicos en los que se llama a la conversión en un mundo que dejaba de creer en Dios. En estos momentos, la Iglesia Católica, a través del Obispado de Santander, mantiene oficialmente la declaración de que “no consta” la sobrenaturalidad de lo ocurrido allí, algo que tanto al inicio como al final de la película dejan claro sus creadores. Los sucesivos obispos no han visto nada inadecuado en los mensajes, pero no existen pruebas suficientes, a juicio de la Iglesia, para aprobar de momento estas apariciones.
Miles de personas llegaron al pueblo, muchas provenientes del extranjero, para ver con sus propios ojos lo que sucedía allí con unas niñas, que entraban en éxtasis, caían de rodillas y mirando al cielo hablaban con María.
Esta es la trama de una película de presupuesto cero en la que los 300 actores y los 40 miembros del equipo técnico son todos aficionados. No hay entre ellos ningún profesional de este ámbito. Son personas creyentes unidas por su certeza de que en Garabandal se apareció la Virgen. Así es como entre los personajes principales hay profesores de universidad, amas de casa, madres de familia numerosa, informáticos, maestros e incluso estudiantes.
El que Garabandal sea prácticamente desconocido en España, incluso en el ámbito católico, mientras que en otros países estas supuestas apariciones y sus mensajes si hayan tenido más eco, ha provocado que se haya dado un paso adelante para llevar al cine esta historia.
El director técnico del filme, el sacerdote Brian Jackson, asegura que “la trama es impresionante. Uno podría pensar que una película sobre apariciones podría ser aburrida, pero la historia de Garabandal es impresionante. Son tantas cosas a destacar: las persecuciones que han sufrido las niñas, los fenómenos tan extraordinarios, los milagros, la trascendencia del mensaje…”.
Precisamente la película va recorriendo las apariciones, frente a las cuales aparecen defensores y detractores, como el brigada de la Guardia Civil que debe mantener la paz en el pueblo o el párroco de San Sebastián de Garabandal, que acaban convencidos de su veracidad, mientras que otros como el padre Vergara se convencen de que todo es un fraude.
Los supuestos hechos milagrosos hacen reflexionar a unos y otros mientras el pueblo se sigue llenando de gente. Mientras tanto, se van dando los mensajes de la Virgen haciendo una llamada a la conversión a la vez que gana protagonismo la comisión de investigación, que finalmente concluyó que no había nada sobrenatural.
Pese al escaso presupuesto y la escasez de medios la parte técnica es de una calidad muy aceptable con buenos planos de cámara, gran fotografía y en general una buena interpretación de los actores aficionados, que suplen su falta de experiencia con la ilusión de participar en algo en lo que creen firmemente.
Además, la trama consigue mantener la atención del espectador intercalando momentos de intriga y emoción con otros de gran seriedad pero sin que falten ciertas dosis de humor.