En la tarde del 27 de mayo la Universidad San Pablo CEU Madrid acogió la gala de entrega de los Premios CinemaNet, en sus categorías del Premio Personaje (uno real, otro de ficción), el Premio Qué Bello es Vivir (uno de ficción, otro documental) y el Premio Trayectoria, para quien impulsa el buen cine con empeño y esfuerzo.
"Estos premios apoyan a las películas que muestran que el bien, la verdad y la bondad nos llevan a la libertad", explicó María Ángeles Almacellas, doctora en Filosofía y presidenta de CinemaNet Madrid.
El amor de Andrea: el derecho a tratar con tu padre
El Premio Personaje de ficción lo ganó el personaje de Andrea, una niña de 15 años que intenta contactar con su padre que se fue de casa, en la película El amor de Andrea. Es una película española que fue muy bien acogida por la crítica en 2023. Salieron a recoger el premio su director, Manuel Martín Cuenca (con su bebé en brazos), y la joven actriz Lupe Mateo, para quien fue su primera película.
Andrea, en su película, es una muchacha se ha incorporado demasiado pronto al mundo adulto, que es sensible, como una madre con sus hermanos pequeños, y que reclama su derecho a tratar con su padre.
La Sirvienta: la visión de Santa Vicenta María
Otro Premio Personaje, en este caso histórico, se lo llevó la película La Sirvienta, de Pablo Moreno, y su protagonista la actriz Cristina González del Valle, que representaba a Santa Vicenta María, la santa patrona del servicio doméstico, fundadora de las religiosas de María Inmaculada, que murió con 43 años y cuyos restos descansan en su casa madre en la calle Fuencarral de Madrid.
Varias religiosas de la congregación acudieron a la entrega del premio. El director Pablo Moreno agradeció la valentía de las religiosas "por meterse en un negocio como este del cine, inestable y de alto riesgo". Ellas dijeron que lo hicieron por difundir la visión de la santa, su sueño: "Que ninguna joven se pierda".
El Premio Qué Bello es Vivir, que celebra la grandeza y belleza de la vida ("aunque a veces también denuncia lo malo", matizó Almacellas) se otorgó a la película juvenil italiana Glassboy, de Samuele Rossi. Su protagonista es un niño con una enfermedad, cuya familia no le deja salir de casa. El muchacho aprende a abrirse a los demás, supera reveses, aprende lo que es la amistad y aprende a perdonar.
Recogió el premio Filomeno Martínez, distribuidor de European Dreams Factory. Valoró de la película que miraba de frente a la enfermedad y enseñaba que la vida vale la pena. "Sólo Dios sabe los frutos de 15 años estrenando películas con valores", dijo el distribuidor.
Hay una puerta ahí: humanidad y humor en la cama de la ELA
Otro galardón fue para el emocionante documental Hay una puerta ahí, de Facundo y Juan Ponce de León, dos hermanos cineastas uruguayos. Recoge con imágenes reales la relación entre el doctor Enric Benito, oncólogo experto en cuidados paliativos, con Fernando Sureda, enfermo de ELA y antiguo directivo futbolista.
Sureda fue activista pro-eutanasia, pero al ir quedando inmovilizado, hablaba por Internet con el doctor Benito, que le llamaba desde Mallorca a Uruguay. Ambos personajes tenían una edad similar y sentido del humor. El enfermo hablaba de sus frustraciones y fracasos y el médico reconocía sus sentimientos y le animaba a aceptarlos. "¿Qué pasaría si lloras?", planteaba el médico. "Con la enfermedad, te estás haciendo bebé, y es normal: necesitas que te cuiden, quieres llorar..." La empatía y cercanía aumentaba entre ambos. "Hoy estás un poco ñoño, te lo voy a decir: te quiero mucho", le comenta el médico. En su evolución de 9 meses, Sureda pasó de ateo militante a declararse "agnóstico esperanzado".
El jurado valoró la "audacia y profundidad" del documental, que mantiene "atento y conmovido" al espectador y despierta a la belleza de la trascendencia. Desde Mallorca se conectó por Internet el médico, valorando el apoyo Fundación López Mariscal y explicando que lo que se recoge es la experiencia del Grupo de Espiritualidad de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, que tiene un acompañamiento transconfesional.
Lucía González Barandiarán: impulsando el buen cine
Por último, CinemaNet premió a Lucía González Barandiarán de Bosco Films, quien ya recibió los premios ¡Bravo! 2019 y el de Artes de la Imagen de ReligionEnLibertad en 2023.
Juan Orellana, crítico de cine y presidente de Signis España, alabó su trayectoria. Lucía encontró su vocación por el cine de valores en el año que trabajó en Los Ángeles con Metanoia Films, la productora de Eduardo Verástegui y Alejandro Monteverde. De vuelta a España, trabajó con Karma Films, con European Dreams Factory y en 2017 creó Bosco Films, que hoy es distribuidora y promotora. De una forma u otra, la mayoría de las películas de fe y valores estrenadas en España en los últimos 15 años han pasado por ella.
Recordó que su primer contacto consciente con el "buen cine" de valores fue en un acto de CinemaNet en 2007 con la película Sophie Scholl, sobre los jóvenes de la Rosa Blanca, resistentes al nazismo en la Alemania de los años 40. Dio gracias a Dios porque, dijo, "siempre me encuentro con gente buena y talentoso". Y finalizó diciendo: "¡Gracias a todos y que siga el buen cine!"
En este vídeo de MaterMundi Lucía explica cómo empezó a entrar en el mundo del cine "con alma":