Red de Libertad (www.reddelibertadlapelicula.com) se estrena esta semana en 50 ciudades españolas y busca hacer visible el carisma vicenciano (de los paúles e Hijas de la Caridad, fundados hace 400 años por San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac), que es el de estar presente con los que sufren.
La historia, de 100 minutos, presenta el choque histórico entre una mujer de personalidad fuerte, muy bien encarnada por la popular actriz Assumpta Serna, y una maquinaria ciega y desalmada, la de las autoridades nazis que han anexionado la región de Metz, pero en la que también hay personas con sentimientos y deseos.
Pablo Moreno explica a ReligionEnLibertad que "la gran mayoría de las escenas ocurrieron en la vida real como en la película, o de forma muy similar". Hay algunas licencias artísticas. Por ejemplo, en el personaje del padre Alphonse se aglutinan distintos sacerdotes que vivieron esos momentos. "Pero los personajes de la red clandestina son los de la historia real. Y lo que contamos de sor Helena es muy fiel. Ella visitó muchos campos de prisioneros, también en Alemania. Acudía donde había franceses. La escena con los prisioneros negros busca recoger sus comentarios de indignación".
La historia de Sor Helena tiene varias fuentes. Tenemos el diario que ella escribió. También las actas del juicio en el que fue condenada por los alemanes. Hay incluso hojas de inventario con las ayudas que llevaban a los presos. El judío ateo comunista Boris Holban, al que ella salvó (y que guardó siempre la medalla de la Virgen Milagrosa que le regaló) escribió un libro sobre ella llamándola "La Pasadora de Libertad".
Otra fuente que da muchos datos en su libro es su pariente Annick Studler. Entre las personas que rescató su red estaba un joven teniente llamado Francois Mitterrand (que sería presidente de Francia de 1981 a 1995) y un joven sacerdote, Maziers, que sería luego arzobispo de Burdeos. Este Maziers se fugó con 42 compañeros por una alcantarilla.
En la película abundan las escenas en que la religiosa se encara con soldados u oficiales nazis y ellos acaban cediendo. "Se ve que tenía un carácter fuerte", comenta el cineasta. También detalla que el uso del licor casero que hacían en el convento fue real: una forma de hacer "amigos".
El director explica que las Hijas de la Caridad, al encargar la película "me han insistido en que se vea el carisma de la congregación: sensibilidad hacia los que sufren, con creatividad y búsqueda de soluciones; capacidad de conciliación; acompañar físicamente al sufriente; en la historia de Sor Helena está todo eso".
Pablo Moreno ha filmado otras películas de santos que se arrojan con ímpetu frente a la inercia del mundo moderno, pero esta es su primera película de nazis.
"En las pelis de nazis tiene que haber escenas de catarsis, frente a la injusticia que parece invencible. Eso está, pero evitamos el maniqueísmo: no todos los alemanes eran nazis, ni sus cómplices. Los nazis no eran unos malos malísimos y ya está: eran personas", afirma el director.
Hay una escena de patriotismo en la calle, cuando el obispo de Metz y el pueblo, anexionados a Alemania, cantan a la Virgen "Reina de Francia" en la fiesta de la Asunción. El obispo y el 60% del clero de la región serían expulsados por los nazis en las siguientes semanas.
"Esa escena con la cruz de la resistencia y la Virgen con los colores de Francia es la única escena que discutimos mucho en el guión", explica el director. "Al final la escena aparece porque sucedió, el obispo hizo eso. Lo escribimos hace un año y medio, no sabíamos que en España estaríamos hoy con estos debates sobre patriotismo e Iglesia. En el caso de la España actual, creo que la Iglesia debe jugar en otra liga. Me gusta lo que dice Josep Borrell de que las fronteras son cicatrices de la historia, dibujadas con sangre y dolor. Pero esta historia recoge lo que pasó en ese momento de los años 40, bajo una ocupación armada, en guerra".
La auténtica Helene Studler con sus colaboradores
Hay cierto debate porque Sor Helena no solo atendía a presos con mantas, comida o llevando cartas: formó parte de una red de resistencia y fomentaba fugas. No era combatiente pero tampoco era neutral. Y ponía en riesgo a los huérfanos, a otras religiosas...
"Ella quería devolver la dignidad a los presos en un régimen muy injusto, veía que por las condiciones injustas podían morir; cuando lees lo que escribe ella es hija de su época, es patriota, tiene identidad francesa ante una nación que los anexiona. Sí, pero también hace una denuncia profética contra la injusticia, no se queda en el asistencialismo", explica el director.
La famosa actriz catalana Assumpta Serna explica a ReL que no es su primer papel como religiosa. "Hace años interpreté a Sor Juana Inés de la Cruz, la monja escritora mexicana del siglo XVII- El escritor Octavio Paz decía que ella quiso ser sabia, y en sus últimos años, santa. Pero creo que Sor Helena sí consiguió ambas cosas", explica la actriz.
Assumpta Serna comenta que su madre fue educada en tiempos de postguerra por dos religiosas de la Caridad, Sor Araceli y Sor Antonia. "Una era empática, llena de bondad; otra más severa. Yo las visité, con mi madre, en el convento de Yecla. Al interpretar a Sor Helena tomo cosas de ambas y les hago un homenaje: también ella ha de ser, como formadora, a la vez cariñosa y firme. Creo que también expreso que en su carácter podía haber cierta aspereza porque, por ejemplo, no se dejaba cuidar, se enfadaba cuando era dependiente..."
La actriz ha leído el libro de Annick Studler "Nuestra Señora de los Prisioneros" para entender a su personaje. "Ella estaba en esa frontera entre la política y los derechos humanos; chocaba contra la guerra, contra los nazis y chocaba con su propia comunidad".
Assumpta Serna explica que su padre murió en junio, rodeado de personas queridas. "Es un momento especial, hay que saber morir. En la película, la muerte de Helena implicó mucho trabajo, de maquillaje, de respiración... no he hecho tantos papeles muriéndome. Y ella no aceptaba recibir atenciones: eso había que expresarlo".
Assumpta Serna, que tiene 60 años, explica a ReL cómo ve ella la vida espiritual.
"El poder de la oración, para mí, es el poder de estar solo y tocar lo divino. Eso se puede llamar de muchas formas, pero hace falta ese momento para estar solo. Hay mucha sabiduría en ese sentido en las comunidades católicas de oración, yo lo he visto en las que conozco. Puede dar mucha paz y serenidad y es forma parte de una búsqueda. Creo que la oración, ese detenerse, es una asignatura pendiente para muchos de nosotros. También hay una esperanza en no estar solo, en estar acompañado".
La actriz explica que heredó parte de su espiritualidad a través de su madre formada en las Hijas de la Caridad y también por 4 años que pasó en un colegio religioso, aunque la mayor parte de su educación fue laica. "Mi padre respetaba estas cosas", detalla.
Intenta vivir estos valores, dice, en la industria audiovisual. Por un lado, con su Fundación Fisrt Team (www.fundacionfirstteam.org), que fomenta un código de buenas prácticas y valores para actores en el audiovisual. Por otro lado, con su Escuela Assumpta Serna (www.escuelaassumptaserna.com) de comunicación y actores, también de directivos. "La cámara es un detector de mentiras y de verdades, también ayuda a la autoconfianza, a la identidad, la hemos usado así con los indios aymara, con personas con síndrome asperger, con discapacitados... Es útil todo lo que ayuda a expresarnos y dialogar", explica.
Puede encontrar las 50 ciudades que estrenan "Red de Libertad" aquí:
www.reddelibertadlapelicula.com/cines/
Escenas curiosas del rodaje de la película en Burgos, recogidas por la prensa local