En otra oportunidad, el estudioso argentino de las Letras Luciano Gallardo se refirió a autores considerados “gigantes” (Leonardo Castellani, Giovannino Guareschi, Hilaire Belloc...) sobre los cuales nosotros vemos más lejos. Más recientemente, ha organizado un curso titulado Aproximación a la Literatura del Siglo de Oro Español dedicado a una introducción a la mística del Siglo de Oro. La fecha de inicio será el próximo viernes 13 de septiembre.
-¿Por qué eligió el Siglo de Oro?
-Elegí hablar sobre el Siglo de Oro por dos razones. La primera es por un motivo de orden, ya que este ciclo es la continuación natural del primero que dediqué este año 2024 a la literatura medieval española, que comprendía los siglos XII al XV. En segundo lugar, por una razón de importancia, ya que el Siglo de Oro es la expresión de un momento de esplendor cultural de la España de ese entonces. Este ciclo va a constar de tres bloques de cuatro clases cada uno.
»El primero de ellos está destinado a la mística española y autores como Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz, Fray Luis de León y Fray Luis de Granada.
»Luego seguirá un bloque dedicado a los poetas y dramaturgos: Góngora, Quevedo, Lope de Vega y Calderón de la Barca.
»Por último, un bloque dedicado exclusivamente a Cervantes y Don Quijote de la Mancha.
-¿Qué relación puede establecerse entre mística y literatura?
-En este período puede hablarse de un desposorio entre Literatura y Mística. La mística es como el alma que anima al cuerpo que brinda la literatura. La mística española es posible por el desarrollo de la lengua que ya se encuentra afianzada. La literatura permite, valga el oxímoron, expresar aquello inefable que experimentaron los grandes místicos en su relación con Dios.
Luciano Gallardo explica cómo inscribirse al curso sobre literatura mística del Siglo de Oro.
-¿Qué distingue a Santa Teresa de Ávila entre los místicos españoles del Siglo de Oro?
-Santa Teresa de Ávila tiene un genio particular. Supo expresar, a pesar suyo, las realidades que Dios iba trabajando en su alma. En su alma se asocia la maternidad espiritual, propia de su vocación a una fortaleza sorprendente. Se ve en ella la hondura de una gran mística en la que confluyen, por un lado, la dulzura y, por el otro, el espíritu aguerrido de la Contrarreforma. Santa Teresa no fue una mujer proveniente de las grandes Universidades. Fue una gran lectora, especialmente de novelas de caballería; pero no fue una intelectual y una humanista como los otros místicos. Por eso su mística es un portento.
-¿Qué conexiones habría entre Santa Teresa y San Juan de la Cruz en lo que se refiere a la literatura mística?
-Santa Teresa de Ávila ejerce una maternidad sobre San Juan de la Cruz. Juntos son la cumbre de esa mística carmelitana. Ambos nacieron en Ávila, cuna de grandes personalidades, entre ellas la mismísima Sierva de Dios Isabel la Católica.
»Cuando tenía 25 años, San Juan de la Cruz conoció a Santa Teresa. Juntos emprendieron la difícil tarea de realizar una profunda reforma y retornar así a los orígenes de la orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Ambos fueron incomprendidos y perseguidos y el dolor forjó en sus almas un amor purificado al servicio de Dios y de la Iglesia.
-Fray Luis de León ¿qué lugar ocupa en la literatura mística del Siglo de Oro?
-Sobre Fray Luis de León, como en el caso de tantos místicos, recae un manto de injusticia cuando sólo se los valora por su producción meramente literaria y se olvida de ese modo la impronta que tiene su mística. La obra de Fray Luis de León es un llamado constante a desapegarse de este mundo y una llamada a unirse a Dios.