Luis Javier Moxó Soto, bloguero en ReL desde 2011, acaba de publicar un libro con el mismo título que su blog: Enredados por Cristo. Presencia, misión y propuestas de la Iglesia en Internet (Digital Reasons). Se presenta el próximo 23 de marzo en Toledo y el 9 de abril en Madrid, y con este trabajo el autor actualiza la tesis de licenciatura que defendió en 2013 en el Instituto de Ciencias Religiosas Santa María de Toledo. Moxó fue responsable de Comunicación y Promoción de San Pablo Grupo Editorial y actualmente es profesor de Religión Católica en un colegio público.
Enredados por Cristo dispone de una página web propia, que detalla los contenidos y la promoción. Con la adquisición del libro se colabora con Cáritas, Ayuda a la Iglesia Necesitada y Observatorio Internacional contra el Ciberbullying (promovido directamente por el Papa Francisco, con la contribución de Scholas Ocurrentes y Fondazione Carolina). La obra recoge la experiencia de 25 años del autor en las redes y aborda la historia, misión digital, fundamentación ética y propuestas de la Iglesia en Internet. Es una obra en colaboración con amigos comunicadores y periodistas cristianos, que busca “enredarnos” a todos para “tejer” mejor Internet día a día.
Luis Javier Moxó ofrece en Enredados por Cristo una buena panorámica colaborativa de la presencia de la Iglesia en la red.
-¿Cómo ha vivido esta experiencia de tantos años comunicando en la red, y ahora en forma de libro?
-Me gusta comunicar aquello que siento y vivo, lo que pienso, con respeto, pero con libertad, sabiendo que soy un autor más, y más que conocimientos lo que quiero transmitir es una experiencia vivida.
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-¿Por eso la abundancia de referencias?
-Mi libro, testimonio de encuentros físicos y digitales, consta de casi 50 referencias a libros impresos y electrónicos, además de 87 referencias a sitios web y documentación online. Y la edición digital contiene más de 520 hiperenlaces dentro del texto. Si ves la huella o colaboración que otros han tenido contigo es otro motivo más para compartir cualquier éxito o ilusión que se pueda conseguir. A mí siempre me ha gustado trabajar en red, en grupo de colaboradores.
»El prólogo corrió a cargo del arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, al que se lo propuse aprovechando una visita pastoral a mi centro de trabajo, un colegio público de Castilla-La Mancha. Me llené de alegría cuando la recibí a través de su secretaría particular.
»La introducción la escribió un gran experto en evangelización digital y conocido de hacía un tiempo, el padre Jorge Enrique Mújica, LC, a través de algunos encuentros de la Asociación de Blogueros con el Papa, con la que estuve colaborando desde sus inicios. Y se lo propuse a través de nuestro contacto por Facebook, a lo que accedió muy amable.
»También he tenido otros colaboradores del texto final, y actualizado, como los jóvenes voluntarios de Arguments, el amigo Néstor Mora, mi amiga periodista Mónica, de Cáritas Toledo, y el padre Antonio María Domenech, que me han ayudado en la aportación de recursos e incluso oraciones para incluir en un capítulo dedicado expresamente a María, Estrella del mar digital. Ella es la que ha hecho posible este trabajo, pues a su nombre estaba encomendada la tesis original. Por eso, puedo decir que ha salido cuando Ella ha querido.
-¿A quién dirige el libro?
-Los destinatarios o potenciales lectores del libro pienso que son aquellos que se pregunten qué relación tiene internet con la Iglesia o viceversa. Así, sin más. He pensado en un trabajo divulgativo. Puede ser leído por quien le interese la Verdad. Habrá distintos grados de interés, lógicamente. Habrá quien le guste saber sobre la implicación de la Iglesia en internet, o quien quiera conocer algunas orientaciones éticas para navegar mejor, o aprender un poco a verificar las informaciones eclesiales…
»Los amigos de catholic.net también me han ayudado mucho en un epígrafe dedicado a las experiencias destacadas en la misión digital, donde ocupa un primer puesto como portal de información religiosa y material de reflexión muy valioso, aparte de poder hacer varios enlaces a las páginas a este portal web tan querido por mí, donde tengo publicadas en un espacio personal casi cincuenta entrevistas, y otras en otros sitios del mismo portal.
-En cuanto al título, ¿qué entiende usted por “enredarse por Cristo”?
-Como nos pasa a menudo con las nuevas tecnologías, habitualmente los intereses y búsquedas en la Red de muchos católicos, entre los que me incluyo, son a tientas o un poco por curiosidad, y no sólo nos hacen perder tiempo sino también un poco el norte de a lo que realmente debemos orientarnos, o qué criterios hemos de seguir. Como cuando vamos a la compra y descubrimos al final que nos hemos saltado la lista, que llevábamos en un papel o en la mente, y resulta que hemos gastado más de lo que esperábamos, o incluso que nos hemos dejado algo que era importante. Esto es muy normal, enredarse por lo que ni es conveniente, ni eficaz ni válido. Está claro que por lo que a sabiendas es dañino vamos a evitarlo a todo trance. Lo que es pecado en, digamos, el mundo físico, lo es también en el ambiente digital, que no es un lugar donde podamos hacer lo que queramos sin riesgo o consecuencias, aunque no las advirtamos directamente.
»Dejarse enredar por Cristo es otra cosa distinta, es estar en Internet con y por Cristo, con una presencia, búsqueda, misión y testimonios específicos. Para mí significa sobre todo tenerle a Él como centro, para partir y volver a Él una y otra vez, no sólo en nuestra vida del mundo físico sino también en la del ambiente digital, sin hacer separaciones de identidad, porque somos (o debemos ser) los mismos en uno y otro lugar. Él nos concede el don de la coherencia en la Red y que nos puedan entender todos, que le puedan ver a Él a través de nosotros, en palabra escrita y escuchada, en imagen...
»Ese enredarse, en un primer momento, requiere un esfuerzo de memoria de quién somos, de dónde venimos y adónde vamos. En segundo lugar, que no estamos solos, que podemos ayudar y también podemos prestar ayuda a otros. Y, también, que nosotros podemos estar disponibles, abiertos y nuestras redes lo mismo. Esto depende de cada uno también, porque puedo tejer con otros y hacia otros un muro, un escaparate o una red de relaciones de caridad y comunión, si realmente en el centro de mi red y de la de los demás está Cristo. Y esto pienso que es independiente de (ojalá en todos los casos) si perteneces o no a tal o cual asociación, movimiento, apostolado o plataforma de evangelización digital.
-¿Cuáles son sus aspiraciones con Enredados por Cristo?
-Tengo en cuenta el salmo 130, porque no pretendo grandezas que superen mi capacidad, dado que es un libro encomendado a Nuestra Madre y a San José y en parte solidario. No me he sentido ni he estado sólo nunca en este proceso de edición, ha sido y es una obra colaborativa, con amigos apoyando y aportando, compartiendo. Aquí lo importante es lo que podamos ayudar y motivar a los demás, y no tanto cuestión de números, audiencias, ni cómo nos podamos sentir o cómo podamos ser apreciados a nivel personal cada uno. Además, es solidario este trabajo porque cuento con varios convenios de colaboración. Lo mejor del beneficio que este libro pueda tener es compartirlo con el mayor número de personas posible. Al menos, eso me libera de tantas expectativas o intereses particulares, sino por aquellos a los que me lleve mi “enredo” por y en Cristo, y a los que les lleve el suyo.