El próximo domingo, 5 de marzo, ya es Domingo de Ramos y empieza una Semana Santa especial en confinamiento. Ese día BoscoFilms estrena online (pagando) una película espiritual, de dibujos animados, para toda la familia: El Progreso del Peregrino, de Revelation Media’s.
Sigue con mucha fidelidad a la novela alegórica cristiana de 1678 del predicador John Bunyan, un baptista puritano en Inglaterra que escribió desde la cárcel por insistir en predicar sin licencia para enfado de las autoridades anglicanas.
En ReL hemos visto la película con un niño de 11 años, una adolescente de 13 y otros de 16. A todos les ha gustado y ninguno se ha aburrido. La alegoría cristina queda clara desde muy pronto (en cuanto aparece un persona llamado Evangelista que indica el camino para ir a la Ciudad Celestial), pero a los niños no les molesta. La película dura 108 minutos y está llena de cambios de escenario, personajes y retos que asaltan al héroe, caídas y heridas y lugares llamativos y evocadores. No hay tiempo para aburrirse.
Los demonios y gárgolas son muy realistas y pueden asustar a los niños de menos de 7 años, al resto les parecen enemigos muy bien hechos. Hay dos escenas de combate muy dinámicas que gustarán a los chavales.
Alegoría abierta, para hacer pensar a los adultos
A los mayores lo que les interesará más es el juego de interpretación de cada símbolo alegórico, y cómo encajan en nuestra vida espiritual y moral. Es alegoría cristiana directa, sin significados abiertos, y con etiquetas claras para que nadie se despiste mucho, pero al ritmo que se presenta es posible entrar en el juego con interés. Por otra parte, el protagonista y sus sufrimientos logran despertar la empatía de espectadores grandes y pequeños.
La historia empieza con la ciudad-factoría en la que vive Christian Peregrino, como si él fuera un engranaje en una máquina oscura controlado por los supervisores. En el libro Bunyan no da casi detalles, pero en esta película queda claro, y muy bien dibujado, que es un lugar distópico, industrializado, que deshumaniza. Saltan las alarmas allí cuando se sabe que ha huido un trabajador llamado Pionero Fiel (Faithful Pathfinder, quizá sería mejor traducirlo como Fiel Buscasendas). En su cuarto aparecen dibujos luminosos de una ciudad brillante y un camino lleno de naturaleza. "Quemad todo eso, cuidado, es tóxico", dice un oscuro supervisor.
Allí, entre el material prohibido, Christian encuentra el Libro, se lo queda y lo lee. "No es uno el que encuentra el Libro, sino que el Libro lo encuentra a uno", dicen Bunyan y la película.
El Libro y los dibujos del Pionero Fiel abren los ojos de Peregrino y le impulsan a ponerse en camino: hay vida más allá de la gris realidad que conocía
Christian aprende del libro que hay un Rey lejos, que es el verdadero Señor de la tierra y que ofrece vida eterna, paz de corazón y felicidad a quien se ponga en marcha a la Ciudad Celestial para servirle.
Así Peregrino se pone en camino, mientras el Señor Apolión y sus esbirros intentan detenerlo o desviarlo, sabiendo que "hay que evitar que otros necios sigan su ejemplo".
Los que se rinden antes de empezar y los malos amigos
Peregrino caerá en un Pantano de Fango hecho de "los miedos de la gente que se rinde antes de empezar". Su amigo Obstinado se negará a ayudarle. Su amigo Flexible le dejará a la primera dificultad. Descubrirá que Auxilio nunca está lejos y que Evangelista le señala el camino. El Sabio Mundano, con su sombrero y monóculo, le hablará mal de Evangelista y le desviará por sendas aparentemente más luminosas.
Los espectadores, niños o adultos, entenderemos que la paciencia y la perseverancia son necesarias para avanzar, sea en una camino hermoso o feo.
En cierto momento se ven ya frutos: "a cada paso que doy, Él me hace más libre", constata Christian. "Él me ha dado una nueva vida, caminaremos como príncipes ante Él".
El camino del peregrino requiere perseverancia y paciencia, pero en el proceso uno gana libertad
La armadura protege, pero se llena de abolladuras
Atravesará el Valle de la Humillación, logrará un escudo, espada y armadura que quedarán llenos de rasguños y abolladuras. Será detenido en la Feria de la Vanidad, acusado de que "no ha querido participar en nada", en sus frivolidades, envidias y carnalidades. "Es que lo que quiero no se ofrece aquí", dice él. Luchará con Apolión y será preso de gigantes en el Castillo de la Desesperación.
El guion es, pues, muy fiel al itinerario del libro, ampliando algunas aventuras con detalles al gusto moderno. El señor Legalidad, en Morality Town, que apenas es descrito de pasada por otros personajes en el libro, aquí aparece terrible, enorme, poderoso, como una montaña de preceptos contradictorios en pesada piedra.
El Intérprete, que en Bunyan es un guía masculino sin descripción, aquí es una hermosa dama rubia de blanco luminoso, como una reina hada o élfica. Sus consejos son: "no sólo mires, ¡observa!; no solo oigas, ¡escucha!" Muchos entenderán que puede ser un símbolo del Espíritu Santo.
La Intérprete ayuda al peregrino en su camino... puede verse como una alegoría del Espíritu Santo
Hacia el final aparece el Adulador. Bunyan casi no le dio diálogo ni de hecho adula a los personajes en el libro. Pero el guionista-director de la película, Robert Fernández, detalla un diálogo que estremece por su plausabilidad. "¿También vais a la Ciudad Celestial? No muchos llegan tan lejos", empieza él. Luego les pide: "Contadme algo de vuestras aventuras". Esperanza (Hopeful, sería mejor traducirlo como 'Esperanzado'), habla de las aventuras de Christian, y éste empieza a hablar de sí mismo ("bueno, supongo que sí he pasado mis peligros... y hasta luché con Apolión"). Muchos espectadores adultos pueden espantarse más con lo fácil que es caer en la vanagloria que con los dragones, gigantes o demonios, aunque estos, visualmente, están muy logrados. Y eso ¡cuando ya pensábamos ser unos viajeros avezados y experimentados!
Apolión es un malvado demonio que persigue a Peregrino y no cesará en sus intentos
En el libro no queda muy claro que los demonios y personajes hostiles al peregrino estén coordinados. En esta película, sí queda claro que el señor Apolión está al cargo de todo, y vemos a sus esbirros y colaboradores acudir a rendir cuentas de sus fracasos.
¿Y qué pasa con nuestros seres queridos?
En el libro, Christian apenas menciona una vez a su esposa e hijos en la Casa Hermosa, hablando con Prudencia y sus hermanas. No parece molestarle mucho haberlos dejado atrás. El mismo Bunyan perseveró en mantenerse más de 10 años en prisión dejando en la pobreza absoluta a su esposa y sus cuatro hijos (aunque intentó apoyarlos vendiendo alguna artesanía). La película sabe que el espectador actual no podría aceptar eso.
En el filme, Christian piensa en su familia, le apena haberla dejado y es tentado por sus enemigos con volver con ellos. En la prueba final, Christian casi retrocede a por ellos:
- He venido hasta aquí sólo para buscar una ruta de escapatoria para mi familia. He de retroceder y traerlos -dice en la película.
- Sólo pueden llegar hasta donde tú les conduzcas. ¿Les harías venir hasta aquí sólo para detenerte, como estás haciendo? - le plantea su compañero Esperanza.
La película, de hecho, finaliza con un mensaje que el peregrino consigue hacer llegar a su esposa, que parece capaz de ponerla en marcha, de convertirla también en peregrina. Desde la Ciudad Celestial resuenan las palabras de Christian Peregrino: "si mis seres queridos pudieran ver esto, las maravillas que el Rey ha preparado para aquellos que le buscan...".
Esta puede convertirse en la película espiritual de esta Semana Santa para la familia. Es posible verla (pagando) en la web de BoscoFilms a partir del Domingo de Ramos. También es posible pedir por e-mail o formulario a BoscoFilms una guía de temas para debatir en familia (o en catequesis) sobre la película.