La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España ha seleccionado Wojtyla: la investigación, de José María Zavala, entre las películas que competirán por los Premios Goya en su 35ª edición, que se entregarán el 6 de marzo en el Teatro del Soho CaixaBank de Málaga.
Pese a vivir, como cientos de producciones en todo el mundo, un accidentado estreno en sala a consecuencia de las restricciones por la pandemia, Wojtyla: la investigación está teniendo un gran éxito desde su estreno on line, y a partir del 9 de diciembre podrá adquirirse en DVD (pincha aquí para reservarla ya).
Es la tercera película de Zavala, bien conocido como periodista y escritor autor de varios bestsellers de divulgación histórica. Tras debutar con El misterio del Padre Pío en 2018 y rodar al año siguiente Renacidos y Wojtyla: la investigación, se encuentra actualmente ultimando Amanece en Calcuta, sobre la Madre Teresa.
-¿Habría pensado en optar a un reconocimiento así cuando se estrenó con su primer film?
-El reconocimiento es, en todo caso, para San Juan Pablo II. Es su película y se merece que todo el mundo le conozca. Es el Papa de la esperanza y de la familia, y su mensaje cobra hoy una rabiosa actualidad en medio de tanta tibieza y anticatolicismo. San Juan Pablo II encarnó el Evangelio y éste nunca pasa de moda por más de dos mil años que tenga.
-No es habitual que una producción de contenido religioso atraiga la atención de la Academia del Cine...
-Con independencia del mensaje provida y la defensa y necesidad de Cristo en la sociedad actual, la calidad de la película es incuestionable. La fotografía del académico Miguel Gilaberte (Es por tu bien, Velvet Collection, Alta Mar) o el montaje de Pablo Marchetto (El cuaderno de Sara, Despido procedente) son magistrales. Por no hablar de la soberbia BSO compuesta por Javier de la Cruz (El Misterio del Padre Pío y Renacidos). La cinta ha recibido encendidos elogios de la crítica, desde El Mundo, ABC o La Vanguardia, hasta Trece, EWTN o Televisa. Se trata, en definitiva, de un thriller para todos los públicos.
El enigma Wojtyla es una aproximación completa a la figura de Juan Pablo II.
-Poco después de la película, centrada en el atentado de Ali Agca, publica El enigma Wojtyla, un trabajo mucho más amplio porque abarca toda la vida del Papa. ¿Por qué ese doble abordaje?
-El enigma Wojtyla puede considerarse en cierto modo el making of de la película. Es decir, toda la experiencia del rodaje en Cracovia o Roma salpicada de anécdotas: desde la entrada en los archivos secretos comunistas, hasta la noche en que rezamos en la celda de Santa Faustina Kowakska, rompiendo la clausura del convento, pasando por los viajes a Wadowice, el pueblo natal de Karol Wojtyla, o al santuario de Kalwaria.
-En el libro se recalca el papel del sufrimiento en la vida de Karol Wojtyla. ¿Cómo lo interpretaba él?
-Todo el mundo sabe que el sufrimiento no tiene el menor sentido desde el punto de vista humano, pero si amamos a Cristo, como fue el caso de San Juan Pablo II, cobra un relieve inusitado porque nos acerca cada vez más a Jesús Crucificado y Glorificado. Nadie se libra del sufrimiento, pero llevar la cruz de cada día con Jesús, como cireneos suyos, nos enseña que es posible ser felices en medio de él.
La sotana que llevaba Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981.
-¿Cuándo empezó Karol Wojtyla a ser objeto de atención del régimen?
-Su nombre aparece por primera vez en los archivos secretos en 1946, recién ordenado sacerdote.
-¿Qué motivó ese seguimiento?
-La razón es que los agentes comunistas sospechaban que Wojtyla tenía acceso ya entonces a documentos que comprometían a los soviéticos en la matanza del bosque de Katyn, en lugar de a los nazis, como la propaganda comunista había hecho creer.
-Pero la persecución no acabó ahí...
-La persecución se extendió durante casi 60 años, hasta el final de su pontificado. Pincharon los teléfonos de sus residencias privadas, le sometieron a seguimiento físico e incluso intentaron matarle en varias ocasiones porque se había convertido en una grave amenaza para el régimen.
-¿Pudo ver físicamente el expediente?
-Sí, claro. Introdujimos las cámaras en los archivos secretos, como puede verse en la película, y entrevistamos al custodio de todo ese arsenal de documentos. La red de espionaje comunista logró infiltrar incluso a sacerdotes que informaban de los pasos de Wojtyla.
-Nunca ha conseguido aclararse del todo quién intentó matarle...
-El primero que nunca creyó en la llamada "pista búlgara" fue precisamente Juan Pablo II. A estas alturas, y tras recabar opiniones de los mayores expertos en espionaje internacional, como el polaco Marek Lasota, todo apunta a la implicación directa del KGB soviético en el atentado de 1981 perpetrado por el turco Alí Agca.
El DVD de Wojtyla: la investigación estará disponible para la venta a partir del 9 de diciembre (pincha aquí para reservarlo ya).
-Tanto la película como el libro muestran el impacto del Papa sobre las personas que le trataron. ¿Cómo definiría usted ese impacto?
-Nadie que conociese a Juan Pablo II quedó indiferente ante su desbordante carisma y humanidad. Líderes políticos como Gorbachov, Reagan e incluso sus enconados enemigos Castro o Jaruzelski. Y qué decir de los jóvenes, a quienes cautivó incluso siendo ya un anciano enfermo al final de su pontificado...
-El libro está dedicado a su padre, Manuel Zavala, y arranca con su historia. ¿En qué medida influyó él en que se lanzara a esta doble iniciativa sobre Juan Pablo II?
-El componente personal ha pesado mucho, qué duda cabe, en mi aventura cinematográfica y literaria. Mi padre ofreció su vida por Juan Pablo II el mismo día del atentado en la Plaza de San Pedro. Le operaron el mismo día que al Papa, de lo mismo que a él... y murió cuando yo tenía 19 años. ¿Por qué ofreció su vida? Para que tuviese un pontificado largo y fructífero, como así fue. Juan Pablo II fue informado de ello.
Puedes adquirir en Ocio Hispano el libro El enigma Wojtyla y el DVD Wojtyla: la investigación.