“Por un don singular de la gracia de Dios, nadie aparte de su Hijo fue nunca tan manso, humilde o lleno de gracia como la Santísima Virgen”, afirma el nuevo Manual for Marian Devotion [Manual de Devoción Mariana]. Es un volumen forrado en cuero (también disponible en Kindle) que pretende servir de guía no solo para la oración sino para un estilo de vida consistente en acudir a María como madre, parecerse más a su Hijo y conocer y guardar la voluntad de Dios en tu corazón. Ella es el modelo, la intercesora, la maestra. ¿Cómo podemos vivir eso hoy? La hermana Albert Marie Surmanski, O.P., dominica Hermana de María, Madre de la Eucaristía, que enseña teología en el Ave Maria University, confeccionó el Manual con la ayuda de Sor Maria Veritas Marks, O.P. (cuyo discurso de graduación en Harvard, en latín, triunfó en Youtube en 2010).

Sor Albert Maria habla de su libro y de la vida en María en una entrevista concedida a Kathryn Jean Lopez para Angelus News:
 


-¿Puedo citar el Manual para responder? “La íntima asociación de María con Cristo en el plan de la Redención significa que cada dogma mariano nos enseña más profundamente quién es Cristo y qué estamos llamados a ser“. Estos es una respuesta teórica, pero si es cierto que saber sobre María nos ayuda a conocer quién es Cristo y quiénes somos nosotros, entonces conocer a María desde el amor nos ayudará a amar y a apreciar tanto a Cristo como la dignidad de nuestra vocación cristiana.
 


-No te sientas demasiado culpable. Es hermoso que rezar el rosario sea una rutina. Significa que se ha convertido en una segunda naturaleza para nosotros y estará ahí como una costumbre en el que podremos encontrar consuelo en los tiempos de tribulación. En cierto modo, rezar el rosario incluso de forma rutinaria expresa el deseo de estar en la presencia de María.

»Por supuesto, es mejor no solo desear estar en presencia de María sino también mirarla con atención, hablar con ella y contemplar con ella el rostro de Cristo. ¿Qué es el rosario? Es una comunicación. No es solo “algo católico que hacer”, sino una oración a María y a Cristo. Ellos nos escuchan cuando rezamos.

»El Manual Mariano incluye varias páginas de citas sobre el valor del Rosario. Repasarlas puede ayudar a renovar nuestro entusiasmo por el rosario. Por ejemplo, Juan Pablo II dice que el rosario “es un eco de la oración de María, su perpetuo Magnificat por la obra de la Encarnación redentora que comenzó en su vientre”. O Santa Teresa de Calcula recoge palabras que le dijo la Virgen: “No temas. Enséñales a rezar el rosario -el rosario en familia- y todo irá bien”.

»También hemos incluido en el Manual un conjunto de meditaciones sencillas sobre el rosario escritas por Sor Maria Veritas Marks, y un conjunto de versículos de las Escrituras que casan muy bien con cada misterio.


-Espero que no. Nunca me he encontrado con nadie que lo haga. En el Manual nos esforzamos en mostrar el lugar de María en la historia de la salvación. La gloria de María es que ella no es Dios: es su más hermosa y más sumisa criatura. Es una de nosotros.
 


-Sí creo que la virginidad perpetua de María es importante. Puede ser hoy para algunos una doctrina difícil. Parece algo antinatural o injustamente impuesto a María. Parece un detalle personal privado. ¿Por qué hablamos de ello?

»Como decimos en el Manual, “el milagro de la virginidad perpetua es un milagro que sigue a la Encarnación, de modo que su corazón, su memoria y todo su cuerpo dan testimonio de la forma maravillosa en la que el Hijo de Dios se hizo hombre en ella. En su virginidad, María es una imagen de la Iglesia, que preserva entera y sin mancha la fe que le fue confiada por Cristo.

»Así que, sí, su virginidad es un detalle personal, pero es un detalle personal que significa algo. En nuestra cultura, olvidamos a veces que nuestros cuerpos tienen un significado. Lo que hacemos con ellos habla sobre lo que somos. La virginidad de María, expresada también en su vida, da testimonio de la importancia suprema de Dios.

»Creo que también es importante recordar que María decide con alegría. Ella dice: “He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra”. Sí, María es dócil. Da la bienvenida al plan de Dios. Pero ella es alguien que decide. María es una mujer fuerte. Le pregunta al ángel. Sale de viaje a visitar a Isabel. Posiblemente fue también decisión suya ir con José a Belén a registrarse en el censo. Le hacemos un mal servicio si asumimos que no aceptó alegremente su virginidad como el fundamento de una vida centrada radicalmente en Dios: vivían en ella Jesús, el Padre y el Espíritu Santo. ¿Cómo fue su relación con Dios? ¿Cuál fue su experiencia? Incluso desde el punto de vista práctico, fue su virginidad la que significaba que en ocasiones era libre para seguir a Cristo en su ministerio, para estar al pie de la Cruz, para asumir un papel de madre hacia la Iglesia. Su virginidad no significa pasividad, significa libertad para asumir un papel importante en el plan de Dios.
 


-Propondría pensar en María mientras haces las tareas de la vida diaria. Nadie ha vivido una vida más normal que María, y sin embargo nadie la vivió de forma más hermosa. Uno de mis escritores espirituales preferidos que habla de María es Catherine de Hueck Doherty, una emigrante rusa que vino a Norteamérica tras la Primera Guerra Mundial y fundó Madonna House Apostolate [La Casa de Nuestra Señora]. En sus escritos, habla a menudo de convertir tu casa en un Nazaret, un lugar donde Cristo es bienvenido, donde todo acto expresa el amor de Dios. Catherine tiene un tremendo sentido del poder espiritual que reside en una vida normal vivida en gracia de Dios. Escribe sobre María: “Ella es la mujer de la palabra y la mujer del silencio. Es más fuerte que un ejército en orden de batalla y tan débil como solo una mujer puede ser con Dios. Ella fregaba y limpiaba, cocinaba y sabía coser. Su vida era un mar de pequeñas cosas”.

Catherine Doherty (18961985), en una audiencia con San Juan Pablo II.


-¡Tengo una respuesta diferente cada vez que me hacen esa pregunta! Me gusta la Salve Regina. Como dominicas, la rezamos como el “buenas noches” a María al final de cada día. Me agradan particularmente las palabras: “A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas”. Me gusta que podamos volvernos a María cuando sufrimos. También me gusta reconocer que vivimos en un “valle de lágrimas”. El mundo no es perfecto. No es una extraña traición al mensaje cristiano cuando nuestras vidas son difíciles o nosotros somos imperfectos. Dios vino a través de María a un mundo imperfecto, roto, pecaminoso. Todavía hace brillar Su luz sobre nosotros y a través de nosotros cuando las circunstancias de nuestra vida son difíciles, exigentes e imperfectas. Paradójicamente, la frase sobre “este valle de lágrimas” me facilita estar alegre. Pienso: “De acuerdo. Dios es perfecto. Yo no lo soy, mi vida no lo es, tampoco este mundo. Y está bien así. Mi alegría viene de Cristo”.

(Traducción de Carmelo López-Arias para Cari Filii News, www.carifilii.es)