Russ Stutler, hijo de japonesa y de norteamericano, llegó a Japón en 1987, con 31 años, como un misionero evangélico solitario, dispuesto a predicar a Cristo a los japoneses, usando para ello su dominio del idioma, sus capacidades artísticas (dibujante, músico) y unas divertidas marionetas, que difundía también con vídeos. Se casó con una japonesa y lleva ya tres décadas en el país. En 2011 se unió a la Iglesia Católica y ahora es un evangelizador católico. La interesante historia de su conversión al catolicismo la explicó a ReL aquí.

Fue ya como católico cuando, aún sin ser historiador, empezó a estudiar con detalle la historia de los cristianos perseguidos de Japón, cuyo testimonio difunde en su web (en inglés en www.stutler.cc/russ/kirishitan.html).

ReL le ha consultado acerca de cómo se ha recibido la película "Silencio", de Martin Scorsese, en Japón, basada en el libro del mismo nombre de Shusaku Endo de 1966, una novela inspirada en el caso real del jesuita portugués Cristóbal Ferreira y el grupo de jesuitas que intentó rescatarlo cuando ya no quedaba prácticamente ningún sacerdote católico en el Japón de las persecuciones de 1638.

Poca difusión de la película
Stutler explica que la difusión de la película ha sido escasa. "No he visto que haya ningún anuncio de la película", cuenta. "La película probablemente habrá impactado a muchas personas fuera de Japón, pero el libro es antiguo y bien conocido entre los japoneses", señala Stutler, que leyó el libro hace muchos años "y recuerdo que era deprimente". 

"No he conseguido opiniones de japoneses de la película, ninguno de mis conocidos japoneses la ha visto", explica cuando ya lleva varias semanas en cartel. "Sospecho que no hay mucho interés por ella. Todos los japoneses ya conocen la historia de los kirishitan [cristianos japoneses perseguidos] por sus libros de texto de bachillerato, y muchos han leído el libro, y muchos de los mayores han visto la película de 1971 que a veces se emite en televisión". 

[Según BoxOffice Mojo, en los primeros 8 días en Japón la película facturó 3,3 millones de dólares; a 15 dólares la entrada en el país, serían unos 220.000 espectadores. En Japón hay unos 500.000 católicos]. 


  La película de Scorsese, en japonés: ha tenido poca difusión

En la de Scorsese, Cristo habla; en la de 1971, ni aparece
"Esta película ofrece más esperanza a los católicos, al final, que la de 1971. En esta, Rodríguez apostata no por la tortura sino por amor a los cristianos torturados. Incluso oye la voz de Cristo animándole a pisar el fumie. Así que la película [de Scorsese] afirma que Cristo es real, que sufrió en la cruz por nosotros y que nos habla hoy. ¡Eso es magnífico!", señala Stutler. 

No es un tema menor: en el libro de Endo, Rodrigues, tras semanas de tortura física y psicológica, parece entender que Cristo le habla con su mirada y le pide pisar el fumie (gesto externo de apostasía que piden los torturadores). Así, Cristo "parece" hablar, y no habría "silencio" de Dios.

En la película de Scorsese es muy claro: todo se detiene, aparece el rostro de Cristo -pintado por El Greco-, y una voz clara, hermosa, majestuosa y distinta, que no es la mente del misionero, que es Cristo, habla claro y le pide pisar. Entonces, Rodrigues pisa. 

En la película de 1971, la que han visto cientos de miles de japoneses en televisión, Cristo no aparece en absoluto, sólo el fumie, y la acusación de Ferreira de que "Dios está en silencio, a Dios no le importa" parece confirmada. 

Scorsese muestra signos de fe
Además, en la película japonesa de 1971 se ve claro que Rodrigues luego vive en arresto domiciliario o vigilado, sin ninguna esperanza, vacío, y con rabia desesperanzada intenta tener relaciones sexuales con la esposa que se le ha entregado. Ahí finaliza la película japonesa.

Nada que ver con el final de Scorsese en el que vemos que no toca a la esposa que le han asignado, vuelve a oir la voz de Cristo, confiesa sacramentalmente a Kochijiro y es enterrado con una crucecita que ha logrado guardar hasta su muerte. En la novela -que no siempre se ha traducido bien- se sugiere sutilmente que Rodrigues mantiene la fe, ejerce los sacramentos e incluso convierte a su esposa. 

Lo que dice el personaje no lo dice el director
Stutler comenta también las afirmaciones de Christovao Ferreira (en el libro y ambas películas) de que los cristianos japoneses no creían en el verdadero Dios y estaban desinformados. "Es un pensamiento deprimente, pero es su opinión y no la postura de la película", afirma, respecto a la de Scorsese. "No sé cuán sinceras son las afirmaciones del Ferreira de la película. Pero parece que el Ferreira histórico anunció que seguía siendo cristiano, ya de anciano, y que fue colgado de nuevo en la fosa, donde murió. Desearía que hubieran mostrado eso en la película". 

Respecto a sus efectos evangelizadores dice: "No creo que esta película tenga efecto en la evangelización en Japón. Como mucho, la gente sentirá pena por los kirishitan y tal vez disgusto por las acciones malvadas del gobierno japonés de la época, pero no sentirán un impulso de unirse a la Iglesia. Yo me quedé con un sentimiento de vacío al final, como esperaba". 

Puede hacer pensar a catecúmenos
Añade que "pienso que sería una buena película para catecumenados simplemente porque obliga a pensar en el coste que algunas personas pagan por seguir a Cristo, incluso hoy. Es muy fácil para muchos de nosotros ser cristiano, porque no tiene coste". 

"Me gustó ver la exactitud de los detalles históricos. Incluso reconocí varios de los fumie que usaron, porque los he visto en el museo. También me gustó que utilizaran actores japoneses reales, pese a que se filmó en Taiwán. Eso sería un detalle importante para la audiencia japonesa". 



El significado del fumie
Por último, comenta algo más sobre la significación de los fumie, un objeto peculiar, realizado por las autoridades paganas en los años finales de la persecución, con imágenes de Cristo y la Virgen, pero que nunca fueron bendecidas ni usadas para el culto, sólo para ser pisadas por cristianos.  

"Por supuesto, los fumie no estaban bendecidos, y algunos kirishitan posiblemente vieron esto como una excusa para pisarlos, mientras otros lo veían como una oportunidad de morir por Cristo. En la narración, pisar el fumie es realmente una forma no verbal de renunciar a la fe y los kirishitan lo entendían. Quizá podía pisarse por accidente o sin sinceridad, pero escupir [en él, o en un crucifijo, como muestra la película] sería siempre intencional y una clara señal de que uno ha renunciado a su fe". 

"He leído que durante la tortura, los oficiales japoneses buscaban la menor señal o gemido como indicación de que el kirishitan había renunciado a su fe, y entonces lo liberaban y anunciaban que había apostatado. ¡Tenían que ser cuidadosos en no mostrar ninguna emoción!", concluye Stutler. 

Escena de la apostasía en la película japonesa de 1971; no aparece Cristo en absoluto, parece quedar claro que Dios está en silencio; al contrario que en la de Scorsese, que Cristo ordena pisar y Dios habla (subítulos en inglés)


Película completa de 1971 (en japonés, con subtítulos en ruso); los últimos minutos muestran la vida desesperanzada de Rodrigues, sin ningún signo de fe ni de Dios, al contrario que en la de Scorsese