La película Silencio de Martin Scorsese ha encontrado reacciones encontradas dentro del ámbito católico, un filme que trata sobre los mártires cristianos de Japón y de los jesuitas que estaban con ellos.

Los que defienden la película afirman que no hay apostasía real, sino sólo fingida y obligada y que en la película todos los cristianos mantienen su fe y siguen amando a Cristo y confiando en Dios pese a los horrores que viven, tal y como lo recogen Pablo Ginés en ReL, Juan Manuel de Prada en Osservatore Romano o en su blog el sacerdote experto en cine Peio Sánchez. El otro argumento que utilizan es que tanto el libro como la película se centran en la parte final de las persecuciones, en las que ya apenas quedaban sacerdotes vivos.

Entre los que se muestran críticos, como Estanislao Martín en Forum Libertas, está el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, que considera que Scorsese proyecta en la película su “mentalidad relativista” y no recomienda ver la película a aquel que no sea un experto cinéfilo. En el progama Sexto Continente, el prelado explicó su impresión de la película, tal y como recoge Aciprensa:

El obispo de San Sebastián criticó duramente a Silencio, el filme más del director Martin Scorsese, afirmando que es una proyección “de su mente atormentada” y de una “mentalidad relativista”.


“Es una proyección de la mente atormentada de Martin Scorsese. Una mente que está interiormente dividida, que no tiene una unidad de vida, y que como tiene montones de incoherencias colocando una vela a Dios y otra al Diablo, termina haciendo una película que proyecta su crisis interior”, aseguró recientemente para su programa radial “Sexto Continente”.

Silencio trata sobre la persecución de misioneros católicos y sobre la crisis de fe de su protagonista en el Japón del siglo XVII. El filme está protagonizado por Andrew Garfield, Adam Driver, Tadanobu Asano, Ciarán Hinds y Liam Neeson, quienes rodaron la película en Taiwán entre enero y mayo del 2015.


Munilla explicó que la película “le decepcionó” porque no es fiel al martirio que aconteció en aquel tiempo. “Los padres jesuitas, ellos por delante, dieron un testimonio de fidelidad en medio de aquella prueba martirial y, desde luego, la apostasía en ningún momento fue la que allí primó”, afirmó.



“Esta película lo que está planteando es que los que iban al martirio eran los fieles más sencillos que no tenían una formación teológica y cultural. Pero los jesuitas que estaban más formados, terminaban apostatando. Como si con la fe adulta de los jesuitas se les puede permitir hacer esta distinción: ‘apostato por fuera aunque por dentro siga siendo cristiano; pero el pueblo menos formado debe ir al martirio de cabeza’. Eso, históricamente, es totalmente falso. En aquel momento los evangelizadores que predicaron al pueblo fueron los que abrieron el martirio, quienes iban por delante”, detalló.


El obispo también aseguró que la escena en la que el mismo Jesucristo le pide al padre Rodrigues que apostate y pise su imagen “es un absurdo”.

“El martirio es una gracia. Llegado el momento Jesús da esa gracia para que no caigamos en el pecado de la apostasía. Ese don gratuito que supera nuestras fuerzas Dios lo dará en la medida que seamos fieles y humildes”, aclaró.


El prelado reiteró que Silencio es una película “errática” en la que, en el fondo, “lo que se está proyectando es el relativismo de nuestros días”.


“El decir interiormente ‘sí soy cristiano’ pero exteriormente no lo demuestro con mis obras. Es la proyección del relativismo de quien puede plantear una vida sin coherencia interna: pacto con Jesucristo pero pacto con el mundo. Esto es lo que se expresa con la película”, concluyó.