(Planeta) se convirtió en 2013 en un best-seller mundial llegando a más de 70 países contando una historia en un pequeño pueblo idílico llamado San Ireneo de Arnois cuya protagonista es una bibliotecaria que descubre que lo tradicional puede ser en realidad algo revolucionario, poniendo en su lugar la modernidad y las distintas ideologías.
Su autora, Natalia Sanmartín Fenollera, (La Estrada, Pontevedra, 1970) ha conversado con La ContraTV sobre el libro pero aún más sobre lo que se desprende de él, esa vuelta a los orígenes, esa pérdida de la identidad que está produciendo el abuso de la tecnología y el ritmo frenético de la vida que se lleva en Occidente.
Ella quiso hacer una denuncia de todo esto pero a través de una novela. “Para mí no es casualidad todas las parábolas que hay en la Escritura ni que Dios hable a través de historias. Es un instrumento que tiene algo especial a la hora de transmitir verdades. Y yo quería hablar del bien, de la verdad y de la belleza”, afirma la escritora y también periodista económica.
Sin embargo, durante la entrevista, Sanmartín deja claro que en ningún momento su exitosa novela tiene un objetivo “adoctrinador” sino que realizó el libro “pensando en tres niveles de lectura”.
En primer lugar para muchos lectores ha sido simplemente una historia costumbrista localizada en un pequeño sitio. En su segundo nivel de lectura sí que se puede encontrar ya “la idea de la rebelión contra la vida moderna, la modernidad y sus demonios”. Para ella, San Ireneo de Arnois “es un pueblecito lleno de rebeldes contra la modernidad, habla de despertar pero tampoco es adoctrinador”.
Y en un tercer nivel, Natalia Sanmartín relata a La ContraTV la parte “más profunda y que mucha gente no ve y es ser una historia de una conversión religiosa”.
La autora explica que El despertar de la señorita Prim acaba “con todos los ismos como ideología, entre ellos el feminismo” e indica que uno de los pasajes de su obra “es una critica feroz y salvaje al feminismo”.
De hecho, relata la anécdota que vivió durante la Feria del Libro al acudir precisamente a una caseta feminista a firmar ejemplares. Sin embargo, la dueña de aquella librería dijo que le gustó el libro porque al final la señorita Prim “se elegía a sí misma”.
En su opinión, estos “ismos”, sobre todo el feminismo “es uno de los demonios del mundo moderno” pues dichas las ideologías funcionan a “un nivel ficticio, se construyen, se ponen nombre, hablan de torres que defender y torres que atacar pero en la verdad cuando las colocas sobre el terreno y sobre la persona no encajan porque no están hechas a la medida del hombre y la naturaleza humana y esto produce daños y sufrimientos”. Y para la autora, precisamente, “el feminismo es una de las más dañinas en ese sentido”.
Aunque el pueblo de San Ireneo no es real el ideal que representa es para Natalia Sanmartín “el tipo de sociedad con el que se levantó Europa, un pueblo alrededor de un pulmón espiritual, que en el libro es un monasterio”.
Pincha aquí para leer la entusiasta crítica de Joseph Pearce a El despertar de la señorita Prim.
Por ello, su libro es una crítica directa al estilo de vida moderno que según ella “nos separa de la realidad de una manera evidente”. A su juicio, “toda la vida llena de tecnología, realidad virtual, viendo todo el tiempo películas, juegos, todo esto te aleja de la realidad, de lo concreto”.
Las consecuencias de este nuevo estilo de vida son evidentes. “La gente prefiere soñar a través de una película o un ordenador que vivirlo directamente”, cuenta Natalia, que recuerda que mucha gente es aficionada a los documentales o a las estrellas pero no se les ocurre salir al mundo a observarlo sino que lo hacen a través de la televisión o el ordenador.
En un lugar pequeño, como el pequeño pueblo de su libro, “tienes más acceso al entorno de la creación, al cielo y la tierra y es más difícil aislarse que en una ciudad”.
¿Qué propone la autora de El despertar de la señorita Prim? “Hay que intentar bajar la velocidad y cambiar el modo en el que vivimos. Volver a construir hogares que tengan paredes y que la tecnología no haga que esté en el sofá comunicándome con gente que está fuera y no con los que están dentro”.
La solución para ella es aplicar la vieja regla benedictina, “buscar un tiempo para cada cosa, un tiempo para trabajar, para descansar, estar con la familia, leer, pensar y también estar en silencio, algo que hoy en día es muy difícil”.
Si quiere adquirir El despertar de la señorita Prim lo puede hacer en la librería online OcioHispano pinchando AQUÍ