Ya ha llegado a España Hasta el último hombre, la última película dirigida por Mel Gibson que pone fin a más de diez años sin dirigir por el muro que le levantó Hollywood tras rodar La Pasión de Cristo y los problemas con el alcohol y otros escándalos que llegaron después.

El director ha vuelto y lo ha hecho por la puerta grande con un filme que ya ha sido considerado uno de los diez mejores del año y que aspira seriamente a los Oscar. Y lo ha hecho sin renunciar a su estilo, presentando una historia real ambientada en la II Guerra Mundial en la que la fe del protagonista tiene un papel central en la película.

En declaraciones que recoge La Razón, Mel Gibson afirma que “sé que para muchos esta película supone mi regreso, pero yo nunca me he marchado ni he dejado de trabajar. Ahora vuelvo a estar en la pomada. Sinceramente, quiero seguir haciendo esto. Se me da bien y me encanta”.

Sobre sus problemas con el alcohol y otros escándalos, afirma que “debes seguir adelante, continuar trabajando, no puedes estancarte ni pararte. Ya entoné el ‘mea culpa’ lo suficiente como perdonen”.


Y por ello, Gibson se ve reflejado con el protagonista de su nuevo filme, Desmond Doss, un joven muy religioso que fue a la guerra pero que por sus convicciones no podía disparar un arma, algo que le generó muchos problemas. Pero finalmente fue un héroe, acabó salvando a muchos compañeros y fue premiado con la Medalla de Honor del Congreso siendo el primer objetor de conciencia en recibirla.



“Desmond posee una fe tan inmensa que ya me gustaría tenerla a mí. Todos atravesamos por momentos complicados y aguantar se reduce a los resistentes que sepamos hacernos cuando el viento sopla en nuestra contra”, asegura Mel Gibson.


Todo lo que ha tenido que padecer estos años también le ha servido como lección pues aunque “siempre está bien ser reconocido por tus compañeros, pero si no es así, no necesito que nadie me diga que he hecho un buen trabajo”.

Sobre el cine que se realiza en la actualidad, el también actor tiene una opinión muy propia que también le ha marcado en su trayectoria: “Aún se narran buenas historias de vez en cuando, pero no las encuentras en las grandes películas, sino en producciones modestas. Las que están avaladas por un gran presupuesto y por uno de los estudios punteros se limitan a rodar franquicias que no prestan atención a la historia, a la emoción ni a buscar la verdad. Yo he hallado a un superhéroe, lo que sucede es que no lleva puestos leotardos de lycra ni capa”.

Si quiere saber más de la última película de Mel Gibson puede hacerlo en este reportaje publicado en Religión en Libertad.