José María Zavala anuncia su nuevo proyecto cinematográfico: la primera película sobre Carlo Acutis (1991-2006), que si se cumplen los planes podría verse antes de haber pasado un año de su beatificación, el pasado 10 de octubre. Se titulará El cielo no puede esperar. Carlo Acutis, el ciberapóstol.

-Todavía está en cines Amanece en Calcuta. ¿Cómo va en taquilla?

-Sigue siendo un auténtico clamor. Entró en el Top 10 de películas más vistas en España. Ahora estamos organizando pases en colegios y hemos puesto en marcha otra iniciativa muy bonita siguiendo la espiritualidad de la Madre Teresa, que es organizar proyecciones gratuitas de la película en residencias de ancianos. La película está siendo reclamada por muchos países.

-¿Y el impacto cualitativo?

-Ha tenido una acogida impresionante: personas que han visto la película y se han ido a confesar, jóvenes incluso no creyentes que se están replanteando sus vidas preguntándose para qué están aquí si no es para ayudar a los demás... Está dejando muchísimo poso en muchísimas personas.

-Tras las películas sobre personajes históricos como el Padre Pío, Juan Pablo II, la Madre Teresa, de fama mundial, pasamos a un joven, no vamos a decir desconocido, pero evidentemente en otro nivel. ¿No es un riesgo? ¿Por qué ha apostado por él?

-Carlo Acutis constituye otro modelo de santidad. Un joven "de andar por casa" que supo vivir en grado heroico todas las virtudes. Es “el santo del siglo XXI”, el santo por excelencia de los jóvenes. Seguí muy de cerca su beatificación por el Papa Francisco en octubre del año pasado y fue espectacular la cantidad de personas que estuvieron pendientes de las redes.

Carlo Acutis murió en 2006 a los 15 años de edad. En su corto paso por esta vida fue un incansable apóstol de la Eucaristía.

»Hay youtubers con millones de seguidores que son devotos de Carlo Acutis, más de doscientos grupos en redes sociales dedicados a su figura... Cada vídeo que se hacía sobre él se convertía en viral, con televisiones, periódicos y medios de comunicación de todo el mundo pendientes de él. Resultó imposible no enterarse de quién fue Carlo Acutis.

-¿Y qué transmite su vida?

-Me llamo poderosamente la atención su mensaje de que todos estamos llamados a ser santos sin hacer cosas extraordinarias, viviendo la cotidianeidad, los compromisos que tenemos cada día, haciendo felices a los que tenemos más cerca. Se puede ser santo y tomarse una coca cola o jugar a la play station o tocar el saxofón, como él hacía de oído. Lo importante es que luchemos por hacer la voluntad de Dios, como él hizo en todo momento. Me impresionó su gran devoción a la eucaristía, las horas enteras que pasaba como adolescente en adoración eucarística. O su amor a la Santísima Virgen: rezaba cada día el santo rosario.

-¿Cómo surge la idea de rodar El cielo no puede esperar?

-Me dije que era necesario hacer una película sobre él para conectar con tantos y tantos jóvenes que están descarriados, perdidos, que buscan un sentido a sus vidas. El cielo no puede esperar les dejará una huella indeleble.

-¿Puede anticiparnos algo del contenido?

-Tenemos cuatro testimonios de cuatro jóvenes veinteañeros de un impacto brutal. Uno de ellos estuvo metido en las drogas, fue adicto al sexo y gracias a las oraciones de sus padres salió de ese auténtico infierno y ahora lo cuenta a cámara con toda su crudeza para hacer un bien a las almas. Los testimonios van a ser impresionantes. 

-¿Por qué?

-Van a servir para darnos cuenta de que cómo este joven ciberapóstol sigue haciendo mucho desde arriba por tantos jóvenes que lo necesitan, que no tienen ilusión en la vida, que incluso buscan una salida en el suicidio.

-Una plaga creciente...

-Es algo de lo que no se quiere hablar. El demonio los induce a la desesperación tras haberles presentado los becerros de oro: las drogas, el sexo , el alcohol, el dinero... Frente a todo esto está el mensaje evangelizador de Carlo Acutis, un chaval normal que fue feliz haciendo felices a los que tenía alrededor. Su figura, a través de estos testimonios, va a resultar conmovedora. Pero además incorporamos, por primera vez en una película mía, una parte muy importante de ficción. Tenemos a un actor de15 años que guarda un asombroso parecido físico con Carlo Acutis.

-¿Cuál será la trama?

-Recrearemos los principales hitos de su vida combinando la ficción con la realidad de estos testimonios demoledores. 

-¿Por qué ahora esta novedad?

-Ritmo. Si ya tenían ritmo mis películas anteriores, esta todavía va a tener más, y el espectador no va a tener la sensación de que le estén contando una película que no es verdadera.

-¿Novedades en el equipo?

-Una muy importante. La produce una nueva productora, Custodian Movies, donde están mis hijos, Borja, de 20 años, e Inés, de 19, ambos con gran experiencia profesional porque han colaborado en mis cuatro películas anteriores en el papel de ayudantes de fotografía o ayudantes de producción, en los entresijos del rodaje, en la fase de posproducción... Han aprendido muchísimo y por iniciativa propia han creado su propia productora para hacer cine con valores. Son hijos espirituales del Padre Pío y quieren utilizar el cine como un instrumento de evangelizacion, sobre todo con los jóvenes como ellos.

-¿Y a nivel técnico y artístico?

-El equipo técnico va a ser prácticamente el mismo. Vamos a contar con uno de los mejores directores de fotografía del cine español, si no el mejor, Miguel Gilaberte. Ya hemos trabajado juntos en Wojtyla. La investigación y Amanece en Calcuta. También repite Ray Pherz con la banda sonora original, un "monstruo" de la música formado en Berlín con el pianista Christian Zimmermann y que ha trabajado varios años en Los Ángeles. Contaremos también con un director de arte, porque incorporaremos parte de animación. Y la distribuirá European Dreams Factory.

-Para financiarla, un crowdfunding...

-Sí. El cine católico necesita ayuda. ¡Nosotros seguimos pagando facturas de las películas anteriores! Pero es muy bueno para las almas, razón por la cual seguimos adelante sin darnos por vencidos. Necesitamos la ayuda de cuantas más personas mejor, que aporten su granito de arena. Cinco, diez, veinte euros... o más, cada uno lo que pueda. Y todos se sentirán partícipes haber hecho una película que puede remover muchos corazones necesitados del amor de Dios.

-¿Vale la pena el esfuerzo?

-Vale la pena solo ver los rostros de los espectadores al salir del cine.

Pincha aquí para contribuir a la financiación de "El cielo no puede esperar", la película sobre Carlo Acutis.