"Compareceré ante el Señor de la Canción / sin nada en mi lengua excepto 'aleluya'": con este verso de la canción Hallelujah de Leonard Cohen ha recogido en Twitter el cardenal Gianfranco Ravasi la noticia de la muerte del poeta y cantante Leonard Cohen. 

Cohen nació en Quebec en 1934, dio tonos oscuros al folk, se mantuvo popular incluso octogenario, acababa de sacar un nuevo disco el mes pasado y seguía componiendo más canciones con 82 años, edad a la que ha fallecido.

Su canción "Hallelujah" se convirtió en un éxito cuando fue interpretada por el músico Jeff Buckley en 1994, y se ha convertido en un clásico moderno desde entonces, con mil versiones.


Cohen, de origen judío, conocedor de la Biblia hebrea, exploró espiritualidades de distintas tradiciones y trató de hablar con respeto de todas ellas, y de criticar también el abuso de lo espiritual y la hipocresía, como corresponde a un poeta. En su canción Anthem [Himno], por ejemplo, escribe: 

Toca las campanas que aún pueden sonar 
Olvida tu oferta perfecta 
Hay una grieta en todo 
Así es como entra la luz 


Pedimos signos 
Los signos fueron enviados: 

El nacimiento traicionado 
El matrimonio pasó 
Sí, la viudez 
De todos los gobiernos - 
Señales para que todos vean. 

No puedo correr más 
Con esa gente sin ley 
Mientras que los asesinos en lugares altos 
Dicen sus oraciones en voz alta

Pero han convocado, han convocado 
Una nube de tormenta 
Y ellos van a saber de mí. 



Aunque siempre mantuvo su identidad judía, durante una temporada vivió como monje budista zen. También experimentó con la Cienciología. Declaró que fue educado "en parte católico" por su niñera irlandesa, y que de ahí le venía un interés por la fe católica, aunque nunca llegó a examinarla sistemáticamente. 

El arzobispo de Brisbane, Mark Coleridge, otro de sus admiradores escribe de él en su Twitter: "Cohen fue profundamente judío y por lo tanto bíblico, y una de las voces de la era, muy antigua y siempre nueva". 


Su canción más popular, "Aleluya", parte de la imagen del Rey David intentando componer un himno, y recurre a escenas bíblicas, como su seducción al ver a la hermosa Betsabé. Pero en realidad se trata de un tema autobiográfico, según declaró siempre el poeta. 

He oído que existe un acorde secreto
que David solía tocar, y que agradaba al Señor.
Pero tú realmente
no le das mucha importancia a la música, ¿verdad?
Era algo así como
la cuarta, la quinta
cae la menor y sube la mayor.
El rey, confundido, componiendo un aleluya.  Aleluya…

Tu fe era fuerte, pero necesitabas una prueba.
La viste bañarse en el tejado.
Su belleza, y el brillo de la luna, te superaron.
Te ató a la silla
de su cocina.
Rompió tu trono,
y cortó tu pelo.
Y de tus labios arrancó un aleluya.  Aleluya…

Dices que tomé su nombre en vano.
No conozco siquiera su nombre.
Pero si lo hice, bueno, realmente, ¿qué significa para ti?
Hay un resplandor de luz
en cada palabra.
No importa la que hayas oído.
La sagrada o la rota. Aleluya. Aleluya…

Hice lo mejor posible, no fue mucho.
No podía sentir, así que intenté tocar.
Dije la verdad, no te tomé el pelo.
Y aun así todo salió mal.
Permaneceré ante la oración del Señor,
sin nada en mi lengua más que el aleluya.



Siendo canadiense, estaba fascinado por la imagen de Santa Kateri Tekawitha, india algonquina que falleció de enfermedad en  1680 con 24 años, la primera mujer amerindia canonizada. Su casa estaba llena de imágenes de ella. "Me encanta esa chica", decía cuando lo entrevistaban.


  Leonard Cohen en su casa, con una imagen de Santa Kateri Tekawitha detrás

Ya en 1966 escribió una novela bastante difícil de leer y grosera con la Iglesia pero centrada con asombro en esta india conversa, que luego vería beatificada en 1980 y canonizada en 2012. Él mismo dijo después que la novela era más bien una calentura, pero en una frase de ella reflexiona sobre los santos. "¿Qué es un santo? Es alguien que ha logrado una remota posibilidad humana. Es imposible decir qué posibilidad es. Tiene que ver con la energía del amor. El contacto con esta energía logra el ejercicio de cierto tipo de equilibrio en el caos de la existencia". 


En cierta entrevista le preguntaron: "¿Ha sido el mythos cristiano una fuerza creativa para usted?" Y respondió: "Amo a Cristo. Veo el cristianismo como la misión mundial histórica de ciertas ideas que los judíos desarrollaron. El cristianismo es un movimiento poderoso, y así es como esas ideas penetraron en el mundo. El cristianismo en el brazo misionero del judaísmo. Como dijo Maimónides [el gran teólogo judío medieval]: todos estamos trabajando para el mundo que vendrá". 

En 1968, mientars todos buscaban otras simbologías y suspiraban por la India o el orientalismo, escribió: "Nuestro vocabulario natural es judeocristiano. Es nuestro mito de sangre. Tenemos que redescubrir la crucifixión. Volverá a ser entendida como un símbolo universal, no un experimento de sadismo, masoquismo ni arrogancia. Se redescubrirá porque ahí es donde está el hombre. En la cruz"




Y veinte años después, en una entrevista de 1988, un año antes de caer el Muro de Berlín, confesaba: "Me gusta mucho Jesucristo. Puede haber sido el tipo más hermoso que caminara sobre la faz de la tierra. Cualquier tipo que dijera bienaventurados los pobres, bienaventurados los humildes, tiene que ser una figura de visión, generosidad y locura sin paralelo. Un hombre que declaró estar entre los ladrones, las prostitutas y los sin techo. No se puede aprehender su posición. Es una generosidad inhumana. Una generosidad que entregaría el mundo si lo pudiera abrazar porque nada puede disminuir esa compasión. No voy a intentar alterar la visión judía de Jesucristo. Pero, para mí, a pesar de lo que sabemos de la historia del cristianismo legal, la figura de ese hombre me ha tocado". 

Orar por el músico puede ahora ayudarle a conocer mejor la generosidad del Hombre que tanto le admiraba y que, para la fe cristiana, sí puede abrazar y entregar el mundo.

(En 1979 Leonard Cohen publica "Nuestra Señora de la Soledad", que tiene todas las características de un canto a la Virgen; lo recoge aquí el blog En Cuerpo y Alma)