Dos hermanos acuden cada año al cementerio donde está enterrada su madre; Raúl Micó es un joven atleta de baja estatura que supera su complejos y ayuda a niños discapacitados; Candela es una joven que “se convierte” de sus caprichos y se implica en la pobreza en la que vive con su madre; unos niños malgaches (Madagascar) deben pagar su escolarización con 56 kilos de arroz… Son algunas historias premiadas en la sexta edición del Festival Internacional de Cine Educativo y Espiritual (FICEE) de Ciudad Rodrigo (Salamanca), organizado por al colectivo Kinema 7 y por Contracorriente, que se ha desarrollado entre el 4 y el 12 de noviembre.
Hacedores de los filmes Un dios prohibido, Poveda y Luz de Soledad, entre otros, los miembros de la productora Contracorriente, con su director Pablo Moreno a la cabeza, han puesto nuevamente el foco en cuestiones sociales en la sexta edición de este certamen, donde personas apuestan su libertad por crecer en humanidad y ayudar a sus semejantes. La gran jeu [El gran juego], corto francés de Agnés Vialleton, The slow Life. Raúl Micó, de Carlos de las Heras; Candela, de David F. Torrico; y 56, de Marco Huertas, ganaron los premios, respectivamente, al Mejor Cortometraje, Mejor Documental, Premio del Público y Signis, y mención Signis en esta nueva edición del FICEE.
Mejor Largometraje y preestreno mundial
Fue el de La Isla del viento, de Manuel Menchón, que narra el destierro de Miguel de Unamuno en 1924 en la isla de Fuerteventura, ordenado por Primo de Rivera. Su director, ha recordado que ha sido el primer filme español que recoge una semblanza del intelectual vasco que apostó públicamente por el advenimiento de la República, que luego denostó sus excesos y alentó a los intelectuales a que se sumaran a Franco y que, posteriormente, volvió a salir en defensa de los represaliados por este, cuestión que le costó la expulsión de la Universidad de Salamanca. Esta cinta obtuvo el premio al Mejor Largometraje.
La Mejor Dirección recayó en Ed Ehremberg por su película Höre die Stille [Escuchar el silencio], donde cuenta el buen recibimiento que otorgan los vecinos de un pueblo ucraniano a un grupo de soldados alemanes, situación que cambia más adelante.
Daniel Martínez Lara y Rafa Cano se llevaron el premio por Alike a la Mejor Película de Animación y el Premio Denis Rafter, lo concedió el propio actor y director irlandés a los niños de 56, por su determinación para educarse en situaciones extremas.
También, Cervantes
El festival, que batió su registro de películas recibidas, 802, de más de 50 países, recibió la visita de más de 900 estudiantes de todas las edades que llenaron en sesiones matinales el cine Juventud de la localidad salmantina. Con menos asistencia —tal vez por el frío nocturno de esta tierra castellana— coparon las localidades del teatro Fernando Arrabal para las sesiones vespertinas todo tipo de público. Fueron la inauguración y su clausura, las jornadas donde se llenó este recinto.
Aparte de las palabras de distintas personalidades (civiles, eclesiásticas…), al inicio del festival destacar el miniconcierto de la Barahona Big Band, cuyos más de una decena de componentes hicieron moverse de sus asientos al público al ritmo de la melodía principal de la película Rocky o cuando “atacaron” My way.
El FICEE también programó varias conferencias, como la que mantuvieron jóvenes con parálisis cerebral, donde explicaron los cortometrajes que realizan en la asociación ASPACE.
Aparte de sus encantos monumentales, gastronómicos y de otro tipo, Ciudad Rodrigo rinde también homenaje a Cervantes, con la muestra Cervantes. Lengua del alma sobre el genial escritor alcalaíno en el Museo Diocesano.
Compuesta por numerosas ediciones de Don Quijote de la Mancha y otros objetos y momentos cercanos al universo cervantino ha sido impulsada por Juan Carlos Sánchez, rector del seminario y uno de los “hombres-cultura” del lugar desde hace muchos años.
Aunque los de la ciudad salmantina califican de “olvidada” a Ciudad Rodrigo, “porque está al oeste del oeste”, dicen, este enclave de más de 13.000 almas cuenta con una oferta cultural impresionante: exposiciones, festivales de cine y teatro, carnavales, bandas de música y una productora de cine, Contracorriente, con varias propuestas cinematográficas que han obtenido éxito en varios países europeos y sudamericanos con Un dios prohibido, Poveda y Luz de Soledad.