Ya se estrenó en Estados Unidos la esperada nueva versión de Ben-Hur, que no llegará a España hasta el 2 de septiembre. Y, como es inevitable, las primeras críticas se centran en destacar las diferencias con el clásico absoluto dirigido en 1959 por William Wyler e interpretado por Charlton Heston. Clásico precedido a su vez por una versión muda en 1925, y los tres basados en la novela escrita por Lew Wallace (18271905) en 1880 con el subtítulo Una historia de Cristo.
Porque es Jesús, pese a sus breves apariciones, el protagonista de referencia de libro y películas, que por su temática caen sin embargo en los géneros de aventuras y romanos.
Las comparaciones puramente cinematográficas no pueden obviar los once Oscar que recibió la versión de 1959 ni la personalidad abrumadora de Charlton Heston, pese a lo cual los críticos destacan la gran calidad de la cinta, cuyo director es Timur Bekmambetov (Abraham Lincoln: cazador de vampiros), y el buen trabajo como Juda Ben-Hur de Jack Huston, que lo lleva en los genes: bisnieto de Walter Huston (El tesoro de Sierra Madre), nieto del gran John Huston (El halcón maltés, La jungla de asfalto, La reina de África) y sobrino de Anjelica Huston (El honor de los Prizzi). Morgan Freeman es quien aporta más lustre al reparto, en el papel del mercader que ayuda a Ben Hur.
Sin embargo, por su consideración como película religiosa (aunque no lo sea en sentido estricto), es ahí donde las comparaciones están resultando más interesantes.
Entre los productores figuran Roma Downey y Mark Burnett, el matrimonio que produjo la serie La Biblia y posteriormente la película Son of God [Hijo de Dios], centrada en Jesucristo. Ambos son católicos y algo les trajo especialmente en el nuevo guión de Ben-Hur: "Nos gustó la nueva orientación de la historia como una historia de perdón y reconciliación en vez de las anteriores versiones, conducidas por la venganza", explica Downey.
Y añade: "Sin duda mi fe es importante para mí como católica y creo que los valores en esta película son importantes y valiosos. En el tiempo que vivimos, en un mundo incierto de miedo y confusión, creo que los temas centrales del perdón y la reconciliación constituyen un mensaje que es ahora más necesario que nunca".
Mark añade que han recibido cartas respaldando la película del cardenal Donald Wuerl, arzobispo de Washington, del cardenal Sean O'Malley, arzobispo de Boston, y del arzobispo de Los Ángeles, José Gómez.
Esa virtud que los productores ven en la nueva Ben Hur (el "mensaje de reconciliación" que Downey espera transmita el film) introduce un cambio de perspectiva en la relación entre Ben Hur y Masala, en tiempo unidos, luego separados hasta el odio más extremo.
"Intenta hacer mejor justicia al mensaje de Jesús que las versiones anteriores", opina Steven D. Greydanus, crítico de cine del National Catholic Register. "Tiene un mensaje cristiano más fuerte", coincide en el mismo medio Jim Graves.
En una de las escenas de la batalla, una inequívoca simbología cristiana.
Otros comentaristas católicos ofrecen un punto de vista que matiza esto, sin negarlo. Así, David Ives lamenta en Aleteia que la suavización en las "más razonables motivaciones de Mesala" respecto a la versión de 1959 "quitan justificación a la sed de venganza de Ben-Hur", y "esto es problemático porque toda la historia es en última instancia sobre la necesidad de perdón en nuestras vidas".
Del mismo modo, el obispo auxiliar de Los Ángeles, Robert Barron, quien considera a Roma Downey y Mark Burnett "dos de los más eficaces evangelizadores en el mundo de hoy", destaca que, partiendo de la base de que "contar una historia de Cristo es contar una historia de gracia", han contrapuesto una idea de perdón que "es imposible desde un punto de vista humano"(pero que "con Dios" es posible tras el sacrificio de la Cruz) con una idea de perdón que habría podido ser "sentimentaloide y una fantasía buenista". (IMPORTANTE: recomendamos leer el artículo de monseñor Barron -pincha aquí para la traducción española- , porque desvela aspectos cruciales y novedosos del argumento.)
En uno u otro sentido, pues (que no concretamos más por no quitar el encanto a los detalles nuevos de la trama), todos recomiendan Ben Hur como película cristiana. Y como película de acción, también: Ives comenta que la escena del combate naval, narrada íntegramente desde la perspectiva de los bancos de remos de los esclavos, "es una de las mejores secuencias de acción del año".