Este miércoles 25 de enero se estrena en Francia Vencer o morir [Vaincre ou mourir] la primera gran producción cinematográfica que cuenta la historia del alzamiento de la región de la Vendée (en la costa oeste del país) contra el Terror de la Revolución Francesa y, sobre todo, en defensa de los sacerdotes que se negaban a jurar la Constitución Civil del Clero, un mecanismo para someter a la Iglesia al poder revolucionario.
La guerra fue desigual, pero entre los caudillos vandeanos destacó uno: François-Athanase Charette de la Contrie, conocido como Charette (1763-1796), protagonista de la película, donde es interpretado por un actor francés de campanillas: Hugo Becker.
Dirigida por Vincent Mottez y Paul Mignot y producida por Puy du Fou (el parque temático sobre la historia de Francia creado por Philippe de Villiers y con un gemelo sobre la historia de España en Toledo), Vencer o morir ha causado sensación en el propio reparto, que en buena medida desconocía esta epopeya, incómoda para la historia oficial de la Francia post-1789.
Charlotte d'Ornellas le ha dedicado un artículo a este singular rodaje en Valeurs Actuelles:
Charette, nuestro Braveheart
Cuando descuelga el teléfono, Nicolas de Villiers sigue dudando. ¿Es realmente útil llamar a un guionista para que ayude al Puy du Fou a escribir la historia de Charette? Vincent Mottez es conocido en la industria por su talento como escritor, guionista y director, pero también es de Dijon y vive entre París e Italia... ¡lejos del boscaje vandeano!
Suena el teléfono, el joven lo coge y comienza la conversación. El presidente del parque temático se lanza a la conversación: se trata de un proyecto sobre una época poco conocida, durante la Revolución francesa, contada a través de un general que resiste... Mottez reacciona: sabe que le están hablando de Charette.
Hubo Becker es Charette en 'Vencer o morir'.
Villiers se queda atónito y el joven responde: "Nunca se pierde nada, señor". Quienes saben de Charette conocen la respuesta que dio el líder vandeano al general republicano que iba a fusilarle y lamentaba "tanto heroísmo para nada".
Este aficionado a la historia lleva años interesándose por la Vendée. Lo ha leído todo sobre este guerrillero olvidado, sobre este general tan especial. El proyecto le atrae y se fija una fecha para una reunión.
En el verano de 2021, el Puy du Fou lanza su filial cinematográfica; a raíz de ello, el personaje de Charette se convierte en imprescindible. Hace cuarenta y cinco años, Philippe de Villiers quiso "ofrecer una sepultura a los vandeanos": un espectáculo nocturno, Le Dernier Panache [El último penacho], dedicado al héroe del boscaje, y su libro La novela de Charette sacarán del olvido de la historia a esos 200.000 franceses masacrados durante el Terror.
El material existe, la capacidad también, y Charette es el espectáculo el personaje preferido por los visitantes; Nicolas de Villiers no lo duda ni un segundo: "Para hacernos con este arte del cine que estamos descubriendo, necesitábamos un personaje conocido, y evidentemente teníamos toda la legitimidad para abordar este tema, que no se había tratado nunca antes".
Logra convencer a Canal Plus, que contrata dos capítulos de docuficción de 52 minutos. Se encuentran dos directores, Paul Mignot y Vincent Mottez, pero queda convencer a los actores. El primero es el correcto: Hugo Becker (Baron noir, Au service de la France). El actor no conoce ni a Charette, ni las guerras de la Vendée, ni siquiera el Puy du Fou. Pero ve "entusiasmo y pasión" en los directores y en el equipo de producción. Descubre la historia y eso es suficiente: "La valentía de este hombre me ha conmovido mucho". ¡Conseguido! Sobre todo porque Hugo Becker está encantado de representar todas las escenas de acción.
Unas semanas antes del inicio del rodaje, se reúne el reparto. El productor ejecutivo de Puy du Fou Films, Guillaume Allaire, recuerda que la lectura artística fue especialmente impactante. Los actores descubren el texto, ensayan, cuestionan la interpretación. Y no dejan de asombrarse: "¿Realmente sucedió así?". La tragedia final les ha conmovido, pero el estallido vandeano aún más.
El descubrimiento se completa con el encuentro con los Puyfolais [miembros de la asociación Puy du Fou]. Los dobles y figurantes son de la Vendée, descendientes de aquellos Blancos [contrarrevolucionarios] que se enfrentaron a la joven República. Ellos se saben de memoria esta historia que llevan décadas contando; quienes van a encarnarla la descubren ahora.
Los figurantes de 'Vencer o morir' son Puyfolais, como se conoce a las personas que trabajan en las representaciones de Puy du Fous, la mayoría vandeanos (pues en esta región se encuentra el parque) y muchos de ellos descendientes de quienes, en clara inferioridad, infligieron importantes derrotas al ejército revolucionario.
Se multiplican las conversaciones, la amistad se impone. "El presupuesto era modesto, pero los recursos del parque temático eran considerables, y es sobre todo una historia de pasión y compromiso. Inmediatamente supe que la película se saldría de lo común", afirma entusiasmado Hugo Becker.
"Ayudar a rehabilitar la memoria de los masacrados"
Tres millones y medio de euros y dieciocho días de rodaje. La apuesta es una locura, pero se hace. La historia resulta tanto más conmovedora cuanto que está rodada en los mismos lugares que habitaron aquellos miles de vandeanos. Las primeras pruebas llegan a la dirección general de Canal Plus y los profesionales se convencen: hay que pasar del docudrama al cine, de la pequeña a la gran pantalla.
La película es un ovni, entre documental y ficción, en la tierra y en la cabeza de Charette. El personaje es desconocido, la película atípica, el resultado convincente. "Es inédito e inclasificable, como siempre lo ha sido el Puy du Fou", resume Guillaume Allaire.
Si tiene que recordar algo de este rodaje, Hugo Becker elige el espíritu de ayuda mutua que animó el boscaje de la Vendée durante estas tres semanas. Francis Renaud, que interpreta al granjero vandeano Jacques Maupillier, está de acuerdo.
Pero hay otro recuerdo que, según él, sobresale sobre los demás: "El último día, tomé un pequeño camino para ir a ver la Cruz de Charette, el lugar donde fue capturado. La emoción fue inmensa. Es increíble encarnar a personas que existieron, comprender sus luchas, sus vidas. Simplemente ayudamos a rehabilitar la memoria de las personas masacradas, es magnífico". Desde entonces, nunca ha dejado de llevar el corazón vandeano que llevaban los insurgentes.
El emblema de los alzados vandeanos era el corazón rojo con la cruz, que se aprecia en esta escena de 'Vencer o morir'.
De camino a casa tras el rodaje, rompió a llorar: "Pensé en quién era yo, en la herencia que había olvidado por completo, en estas personas cuya existencia ni siquiera conocía. Ese rodaje puso mi vida patas arriba, no sales ileso. Estoy muy orgulloso de haber hecho esta película".
Nicolas de Villiers se siente recompensado por este testimonio, y espera seguir "haciendo resonar la dimensión heroica universal oculta en la historia de Francia".
Unos meses más tarde, comienza la promoción. El Puy du Fou no quiere esperar al estreno en salas para crear el acontecimiento: los preestrenos deben dejar huella. El 8 de diciembre, la película se proyecta en 2.500 cines de Francia. Es un éxito: las 25.000 entradas colocan a Vencer o morir en el primer puesto de la taquilla del día.
La historia de los vandeanos masacrados, el Terror revolucionario, el heroísmo...
Dos días más tarde, en el Puy du Fou, se celebra la asamblea general anual ante 4.000 Puyfolais. Inevitablemente, hay cierta tensión: la recepción de la película por parte de los interesados es más importante que cualquier otra cosa.
Los créditos ruedan en un silencio religioso, luego los aplausos no cesan: los herederos se muestran exultantes ante este equipo de profesionales que ha venido a ayudarles a perfeccionar su homenaje.
Vincent Mottez se muestra aliviado: "Para mí era muy importante no traicionar la memoria de los muertos y no decepcionar a los vivos que la han protegido durante cuarenta y cinco años". Yannick de Charette, presidente del Círculo que reúne a la familia en torno a su historia, no oculta su alegría: "Conocemos esta historia por la transmisión oral de nuestros abuelos y padres... pero Charette no es solo un miembro de la familia, ¡es un personaje de la historia de Francia!".
Tráiler de 'Vencer o morir'.
Esta película cuenta la historia de los vandeanos masacrados, del Terror revolucionario y de la sublimación heroica de Charette; Vencer o morir cuenta la historia de estos franceses apegados a sus "buenos curas" que rechazan el reclutamiento que les prometía ir a morir al otro extremo del país. Vincent Mottez sabe que el tema puede ofender: "Esta historia incomoda, porque la República es nuestro régimen actual y estas masacres no son gloriosas. Pero el plazo de prescripción ha expirado, es hora de reconciliar estos recuerdos, y esto no puede ocurrir sin la verdad".
El profesor Alberto Bárcena detalla la brutal represión del Terror contra los vandeanos, de una crueldad que resultaría increíble si no estuviera documentada por notas oficiales de la República con las órdenes del genocidio y los informes de su aplicación.
Así pues, la película es fiel a la historia: Charette también tiene sus defectos, el general republicano cualidades indiscutibles. Los dos hombres acaban pareciéndose y respetándose. Entre los Puyfolais, Hugo Becker ha detectado gratitud pero no amargura: "Esta película alivia el sufrimiento ignorado de toda una población, les hace bien, es un verdadero apaciguamiento".
"Puede que aquí empiece nuestra historia"
La película merece ser un éxito. La historia merece ser conocida, y promocionado su compromiso. Sobre todo porque las películas históricas y épicas son una especialidad anglosajona que Francia ha descuidado a pesar de su increíble historia: un éxito podría anunciar otros. Nicolas de Villiers, Guillaume Allaire y su equipo ya están repletos de ideas que mantienen en secreto.
Mientras tanto, el equipo contiene la respiración: se han ganado varias emboscadas, pero queda la gran batalla de la difusión nacional. Desde su escondite en la Vendée, uno de los mayores amantes de Charette también saborea la victoria: "Es la primera vez desde la Revolución francesa y desde el nacimiento del cine que se estrena una película de esta magnitud sobre un héroe de la guerra de la Vendée. Nicolas ha hecho una gran película que perdurará", se congratula Philippe de Villiers.
En vísperas de Pascua, en marzo de 1796, Charette tiene casi 33 años cuando es fusilado, preguntándose: "¿Qué quedará de nosotros?". En la pantalla, no le vemos caer bajo las balas, su muerte solo puede leerse en los ojos de su hermana. Probablemente porque Vencer o morir quiere darle la razón casi doscientos treinta años después: "Quizá es aquí donde comienza nuestra historia".
Traducido por Verbum Caro.