El autor de su edición española, con sus notas y prefacios, el sacerdote Álvaro Cárdenas, de la diócesis de Getafe, pudo entregar una copia al Papa Francisco el pasado 6 de abril, en plena Semana de la Divina Misericordia. Álvaro Cárdenas ha completado la edición francesa con aclaraciones y textos de los Santos Padres de la Iglesia, de santos, de teólogos, y de los últimos Papas.
El Papa Francisco expresó su alegría por la publicación, bendijo al padre Álvaro Cárdenas y también el libro y le animó a seguir anunciando el Amor Misericordioso de Dios, como apóstol de la Misericordia.
El Padre Álvaro Cárdenas presentó El Ben Ladrón
al Papa Francisco en la Semana de la Divina Misericordia
El padre Cárdenas ha entregado otra copia al cardenal Gerhard Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; al secretario de esta Congregación, monseñor Ladaria, al Prefecto de la Congregación para el Culto divino y los Sacramentos, el cardenal Robert Sarah, al Prefecto de la Congregacion para el Clero, el cardenal Beniamino Stella, al Presidente del Consejo Pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos, el cardenal Kurt Koch, al Prefecto de la Congregación para las Iglesias orientales, el cardenal Leonardo Sandri, al Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, cardenal Angelo Amato, al Presidente del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización, Rino Fisichella, y al Prefecto de la Casa Pontificia.
Álvaro Cárdenas escribe que cuando cayó en sus manos un ejemplar en francés de la edición canadiense de esta obra, no podía sospechar, como afirma en el prólogo del libro, la aventura espiritual que supondría para él.
El Buen Ladrón es un santo de enorme actualidad, y sin embargo enormemente olvidado en la Iglesia de occidente. La obra El Buen Ladrón, Misterio de Misericordia ha sacado del olvido a este modelo excepcional para los cristianos, y ha puesto de nuevo a la luz la misión que el Cielo le ha confiado de ser testigo, para todos, sin excluir a nadie, del Misterio de la Misericordia de Dios.
Es un modelo, por ejemplo, que permite acercarse a los que han experimentado el fracaso en su vida, los que se han alejado de la justicia, comprometiendose con el mal, los que viven en las periferias existenciales, marcados por la marginación y la exclusión, el dolor, el sufrimiento, o la privación de la libertad.
También es evocador para los que se encaminan hacia la muerte, ya sea por su avanzada edad, ya sea marcados por enfermedades incurables.
Puede ser un punto de encuentro, también, en su diálogo con los cristianos de las Iglesias orientales, que tienen muy presente al Buen Ladrón en su predicación y en sus liturgias.
Y también con los cristianos provenientes de la Reforma, que por el testimonio de los Evangelios lo reconocen también, y es un ejemplo para ellos de audaz confianza en la Misericordia de Cristo.
Las primeras copias de la edición española se entregaron al obispo de Getafe, Joaquín María López de Andújar y Canovas del Castillo; a su obispo auxiliar, José Rico Pavés, y al Vicario general de su diócesis, José María Avendaño. También se enviaron copias, como regalo de Navidad, al resto de obispos españoles. También lo recibieron los sacerdotes de Getafe presentes en la pasada Misa Crismal. Y cardenales volcados en la Nueva Evangelización como el arzobispo de Viena, Christoph Schörnborn, y el de Lyon, Philippe Barbarin.