Libres empezó siendo una película sobre la vida contemplativa, pero se ha convertido ya en uno de los fenómenos culturales y espirituales del año. Es el documental español más visto en 2023, superando los 85.000 espectadores, y el sexto más visto en los últimos 25 años. Doce semanas después de su estreno continúa en cartelera (pincha aquí para saber dónde verla), algo nada fácil de conseguir. Y en tres ocasiones se ha colado en el Top 10 de la taquilla.
Difusión internacional
Además, ha saltado fronteras. Hasta el 7 de julio puede verse en seis ciudades australianas (Sydney, Canberra, Brisbane, Adelaide, Perth, Melbourne y Byron Bay), formando parte del Festival de Cine Español. Del mismo modo, y por iniciativa del Grupo Pro Arte y Cultura, la plataforma WISe.ART promovió Libres en una de las pantallas que se encuentran en Times Square de Nueva York.
Y a lo largo de este mes empezará a distribuirse por América a partir del 20 de julio. En México en las salas de Cinemex; en Costa Rica, Honduras, El Salvador, Guatemala y Panamá a través de Cinépolis; en Ecuador con Cinemark y en Nicaragua por Cinemas. Posteriormente se podrá ver en Colombia, Argentina, Paraguay, Uruguay, Perú... También están por cerrar acuerdos en Bélgica, Francia, Holanda, Luxemburgo, Polonia, Portugal, entre otros.
Libres, dirigida por Santos Blanco, es la primera producción de Bosco Films (que tiene ahora en los cines, entrando en su segundo fin de semana Su único hijo, el largometraje sobre el sacrificio de Abraham e Isaac) y Variopinto Producciones. Da a conocer desde dentro cómo es la vida contemplativa en 12 monasterios españoles. Los muestra como lugares de gran belleza exterior (los escogidos se sitúan en enclaves asombrosos) e interior (su vida litúrgica y de trabajo), pero también como lugares donde hombres y mujeres concretos se entregan a Dios y se encuentran cotidianamente con él. Sus testimonios son una parte tan hermosa de Libres como las abadías y conventos y la naturaleza que nos enseña.
Una obra excepcional
"Lograr el permiso de acceso a estos lugares misteriosos y místicos fue un gran reto para nosotros, y lo conseguimos gracias al apoyo de la fundación española DeClausura", apuntan desde Bosco y Variopinto: "Son contadas las ocasiones en las que personas ajenas a la vida monástica han logrado entrar con sus cámaras a los monasterios de clausura. Más excepcional todavía que las personas que en ellos habitan hayan abierto su alma ante un equipo de cine".
De hecho, hay pocas producciones rodadas en monasterios, como la alemana El Gran Silencio (2005) de Philip Gröning, quien tras dieciséis años de espera recibió de la Orden de los Cartujos la aceptación para iniciar el rodaje, al que siguió una postproducción de cinco años; o la holandesa La Isla de los Monjes (2015), de Anne Christine Girardot.
Libres va camino de seguir sus pasos en cuanto a éxito internacional y reconocimiento.