Curiosamente, está escrito por una de las periodistas más influyentes de Estados Unidos, Maureen Orth, de 70 años, viuda a su vez del periodista Tim Russert (1950-2008), quien en el año de su muerte -a consecuencia de un fallo cardiaco fulminante- fue escogido por Time entre las cien personas más influyentes del mundo.
¿Qué es lo que ha deslumbrado a Maureen para atribuir a María ese apelativo? El artículo se centra en el impacto de las apariciones de la Virgen sobre millones de personas, pero desliza también la verdadera razón del "poder" de Nuestra Señora: "La idea de María como intercesora ante Jesús".
Y hay algo más. "María es un imán para jóvenes y viejos", sostiene Orth, quien recuerda que tras su proclamación como Theotokos [Madre de Dios] en el Concilio de Éfeso (año 431), "ninguna otra mujer desde entonces ha sido tan alabada como María": "Como símbolo universal del amor maternal, como también del sufrimiento y del sacrificio, María es a menudo la piedra de toque de nuestro anhelo de sentido para las cosas, y un vínculo con lo sobrenatural más accesible que las enseñanzas formales de la Iglesia".
Accesible también gracias a sus apariciones y a los fenómenos de devoción masiva que suponen. Maureen cita las investigaciones de Michael O´Neill, un ingeniero mecánico de 39 años responsable de la página web Miracle Hunter, donde ha catalogado todas las de la historia, desde la del año 40 en Zaragoza a Santiago (que no fue propiamente una aparición, pues Nuestra Señora se presentó ante el Apóstol en carne mortal) hasta hoy. Desde el Concilio de Trento ha recogido dos mil, de ellas 28 con aprobación del obispo local y 16 reconocidas por el Vaticano.
Maureen arranca su reportaje en una de las más recientes, Medjugorje, de la mano de Arthur Boyle, padre de 13 hijos que en el año 2000 se curó allí de un cáncer y desde entonces ha acudido allí trece veces.
Se extiende con detalle en el caso de Kibeho (Ruanda), reconocida e 29 de junio de 2001, veinte años después de que las visiones de Alphonsine (ahora monja), Marie Claire (muerta durante el genocidio) y Anathalie (que logró escapar al Congo y a Kenia) predijesen con precisión las matanzas que horrorizaron al mundo en 1994.
Aborda la importancia de Nuestra Señora de Guadalupe, que conoce bien porque habla perfectamente español: no en vano dirige en Colombia la Fundación Marina Orth, que ayuda a los estudios de niños pobres y por la que fue recientemente condecorada por el presidente Juan Manuel Santos. En la basílica mexicana se encuentra, entre otras muchas personas, con una chica de 18 años que avanza de rodillas llevando a presentar a la Virgen a su hijo de siete semanas, que padece una enfermedad renal. Como le comenta la directora del museo guadalupano, Nydia Mirna Rodríguez Alatorre, "si un día la devoción a la Virgen de Guadalupe desapareciese, la identidad de México desaparecería también".
Y no podía faltar Lourdes en el repaso: seis millones de peregrinos al año y cerca de siete mil curaciones milagrosas referidas desde 1858, aunque sólo 69 reconocidas por la Iglesia como milagrosas.
A lo largo de su reportaje, Maureen va presentando a diversas personas que le explican la importancia de María en su vida: tanto como para justificar el título del artículo. Y una de ellas muy singular: Dorothy Perkins, de 60 años, coronel retirada del Ejército, triatleta madre de dos hijos, casada con un Boina Verde y ella misma experta en operaciones especiales, y que formó parte de los inspectores de la ONU en Irak. Entre 2006 y 2007 fue la principal asesora del embajador norteamericano en Bagdad para asuntos de secuestros.
Perkins confiesa a Maureen su devoción mariana: creció como una niña pobre blanca en una barriada negra de Washington, tenía un padrastro alcohólico y tuvo que irse de casa muy pronto, así que, prácticamente sin lazos familiares, la Virgen era su ancla: "Ella puede quererte tanto como tú quieras. Y a través de ella llegas a Él: ella me centró para tener una relación más personal con Jesús".
Maureen Orth es católica, como lo fue su marido. Se conocieron en la convención demócrata de 1980. Para conquistarla, Tim quiso presumir de haber apostado por Bruce Springsteen cuando casi nadie le conocía, pero se encontró con un planchazo: ella le había entrevistado en 1975 para Newsweek, artículo que fue en portada del popular semanario.
Se casaron en 1983 en Madrid, en la Basílica San Miguel, y formaron un matrimonio sólido del que nació un hijo y toda una brillante trayectoria profesional. Ella ha entrevistado, entre otros, a Margaret Thatcher, Angela Merkel, Vladimir Putin, Carlos Menem... Ha escrito para Newsweek, Vogue y Vanity Fair, donde publicó en 2011 un explosivo artículo sobre las relaciones entre Tom Cruise y la Cienciología. En cuanto a él, fue vicepresidente de la NBC, donde condujo durante dieciséis años el programa Meet the Press, y entre otros momentos relevantes fue el moderador en 2008 del debate entre los aspirantes demócratas a la nominación Hillary Clinton y Barack Obama.
El cardenal Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington, ofició el funeral por Tim Russert, cuya muerte repentina a una edad muy temprana conmocionó a la clase política y mediática norteamericana.
Como católica practicante que es, no ha sido difícil para Maureen escribir este reportaje escrito con una absoluta y profesional objetividad periodística, y sin embargo con un palpable amor a la Virgen. Lo que no era tan sencillo era que encontrase cabida, y además obtuviese la portada, en una publicación para la cual la religión es solamente una parte más de la cultura. No es que haya sido un milagro, pero sí una agradable sorpresa para el mundo cristiano.
Publicado en Cari Filii.