El crítico de cine Juan Orellana (Pantalla Grande, Pantalla 90, Alfa y Omega, Noche de Cometas) analiza con estilo ágil y directo la relación entre “Cine e ideología” en el libro del mismo título de la editorial Stella Maris. Comenta con ReL la situación del cine español (que está mejorando algo, se hacen pelícuals menos ideológicas) y algunos estrenos recientes como Regresión, de Amenábar o Marte, de Ridley Scott.
- La editorial Stella Maris me propuso escribir sobre el tema. Puse como condición que no fuera solo de denuncia, sino que pudiera poner también ejemplos alternativos, poder hablar de lo bueno, no sólo de lo malo.
Juan Orellana es un veterano crítico de cine y señala
cuándo la ideología invade un guión, una historia
- Considero que hay películas que buscan reflejar lo humano: no son ideológicas. Y hay otras que buscan reflejar cierta concepción de lo humano: esas son ideológicas.
- En mi caso, creo que cuando es ideológica se le notan las costuras al guión. Ves la mano de un señor en un despacho diseñando conflictos ideológicos para la trama, ves que los personajes no son creíbles. En las películas de Amenábar, por ejemplo, puedo verle diseñando con tiralíneas el guión…. Él es un gran director pero sus guiones son artificiosos, porque sirven a una ideología.
- En grandes cifras parecería que no, pero cuando analizas las que tienen más relevancia mediática ves que sí. Antes de la crisis en España se hacían algo más de cien películas al año. Pues bien: unas 70 no eran ideológicas, pero eran muy minoritarias, desconocidas. Las otras 30, de grandes grupos mediáticos sí que lo eran. Por suerte, esto ha ido disminuyendo, porque desde hace unos pocos años se hacen más películas españolas de género, de terror, policiacas, que se prestan menos a la ideología. El público lo aprecia y va a verlas.
- Sí, marca una tendencia en la industria de la imagen. También series de aventuras, como El Ministerio del Tiempo. Hay capítulos que gustan más y otros menos, pero es menos ideológico de lo que cabía esperar hace unos años. Javier Olivares, el impulsor de estas series, decía que él quería con ellas despertar en los jóvenes que no leen el gusto por la historia. Es una motivación muy digna.
- Conozco el libro, aunque no lo usé para escribir el mío. Cualquiera que siga el cine español verá que esa proporción es clara. Llegó en la época de la Transición, pero han pasado décadas y no desaparece. Es una situación tan absurda que hasta Santiago Segura hace bromas en ceremonias de premios de cine sobre las películas de guerra civil.
- No es exacto. Antonio Mercero filmó ya una escena en los años 90 donde se veía como milicianos sacaban a golpes y mataban a un sacerdote… Era de las primeras películas que mostraban actos de un bando y del otro.
Los seminaristas mártires de Barbastro, protagonistas de "Un Dios prohibido", primera película sobre mártires del cine español moderno
- Un cambio es que ahora hay películas sobre mártires. Antes no había, ni Franco las hizo. Son producciones como “Un Dios prohibido” y “Bajo un manto de estrellas”… Ahora se va a estrenar otra sobre San Pedro Poveda, que fue fusilado en 1936. Sí, son producciones modestas, financiadas por las congregaciones que las patrocinan, pero llenan un hueco importante y rompen un silencio. Con la crisis se tardará mucho en hacer películas más grandes.
- Sí, pero ninguna de estas ha sido espectacular en taquilla. Ni siquiera la última sobre el Papa Francisco, muy profesional, ha funcionado bien en taquilla, ni en España ni en Argentina. A menudo sus promotores dicen “no es sólo para católicos”, pero la verdad es que los no católicos no acuden a verlas.
-Ojalá hubiera algo como Lux Vide en España, con esas historias sobre Josephina Bakhita, San Felipe Neri, el doctor Moscati, etc… Pero es que esas teleseries en Italia tienen a veces más audiencia que el fútbol, y en España no. España tiene menos mucha menos cultura audiovisual que Italia. Aunque nos avergüence, es así.
- Es significativo algo que me sucedió con Andrés Vicente y viví en persona. Él financiaba la película “Teresa”, de Ray Loriga. Loriga no era especialmente malintencionado, porque aunque no entendía a la santa la admiraba sinceramente. Pero Andrés Vicente, el productor, como veía que nadie iba a ver la película, se inventó una polémica artificial con falsas declaraciones de la Conferencia Episcopal, cuya oficina de cine yo llevaba. Era todo un invento, yo salí a refutarlo y lo cuento para que se conozca.
- Personalmente me caía bien, incluso era entrañable, pero sus guiones fueron responsables de fijar una imagen muy ideologizada de la historia de España. Eso sí, he de decir que él se quejaba a menudo de que los directores retorcían sus historias, que decía que no se identificaba con las películas que él guionizaba.
- Bueno, no he hecho una estadística rigurosa. Pero el de la homosexualidad es un tema sobrerrepresentado, exagerado. He sido jurado muchos años en el Festival de San Sebastián, el más importante en España, y lo he podido comprobar. Y también el nudismo y el suicidio: estos dos temas podían ser clave en el 50% de las películas de una edición. Los festivales están muy ideologizados.
- El director de cine polaco Krystof Zanussi, católico, me decía que muchas películas se las bloqueaban en festivales internacionales, controlados por la izquierda radical. Así es difícil que una buena película circule por Europa. [Zanussi lo explicó con detalle también en el diario La Razón en 2008; nota de ReL].Y los premios, ya no digamos. Es todo ideología, el resultado de los festivales y premios no tiene que ver con la calidad.
- Después de mucho tiempo de pensar en el tema y de escribir sobre cine he llegado a la conclusión de que la ideología de género no recibe subvenciones por la acción de lobbies ocultos, ni de grupos extraños, o planes elaborados. Simplemente, es la ideología hegemónica actualmente. Si tratas sus temas, recibirás dinero.
»El Partido Popular, por ejemplo, ha subvencionado esta ideología durante años, no por presiones de un lobby, sino por inercia cultural. Nadie se atreve a boicotear una película de ideología de género. Creo en la ley del péndulo y creo que algún día se recuperará una mirada sensata y realista en el cine… pero quizá sea dentro de muchas décadas.
- En Hollywood puedes encontrar gente como Clint Eastwood, que rueda películas patrióticas e incluso patrioteras, sin complejos, y nadie se escandaliza. Allí una película puede ser muy patriotera y otra sobre el mismo tema ser todo lo contrario, y ambas gustan y circulan. Allí hay una libertad creativa que no existe en España, donde tenemos muchos complejos.
- No necesariamente… Ha habido muchos movimientos cinematográficos que siguiendo la narrativa del cine han hecho cine no ideológico… Pero es cierto que desde su nacimiento, ya con el cine soviético, por ejemplo, se ha usado ideológicamente. Por ser muy visual se puede manipular más que un cuadro, una foto y mucho más que un libro.
- Sí, eso pasa en el cine y en la TV. Un guionista de la teleserie “Cuéntame” me contó una vez, enfadado, que como había bajado la audiencia le habían exigido introducir una trama morbosa con el cura a toda velocidad. Me lo contaba enfadado, en ese momento, porque le tocaban su personaje y lo deformaban por razones de audiencia.
- El cine de terror o de fantasía modernos difunden una ideología new age… El de superhéroes, en cambio, aunque reivindica la autosuficiencia, quizá sea el que conserva una mayor carga de visión religiosa. Creo que el cine menos ideológico hoy es el drama, porque necesita personajes creíbles, humanos, cercanos a la realidad. O el policíaco, porque en él prima el suspense por encima del contenido. Me alegra que en España se haga cada vez más cine policíaco, con buenos y malos, con más claridad moral.
- Amenábar lleva muchas películas enquistado en un tema para el que no tiene preparación alguna, que es el debate sobre ciencia y religión. Película tras película lo ventila diciendo que la ciencia es la salvación y la religión un lastre oscurantista. Esta película, que es una intriga policíaca, se dedica a adoctrinar, a impartir su filosofía… y Amenábar, aunque dirija bien y tenga talento visual, no debería darnos clases de filosofía porque no es filósofo, la verdad.
»La película insiste con personas que se destruyen pegadas a una tradición religiosa, fuente de oscuridad, frente a personajes claros y limpios arrimados a la luz de la ciencia. En “Los Otros”, la asistenta decía a Nicole Kidman: “usted hace demasiado caso a la Biblia”. “Mr Adentro”, más de lo mismo. Y en ”Ágora” era descarado el discurso sobre la ciencia ilustrada contra la oscura religión…
- Si no sabes quien la ha dirigido, podrías decir que es entretenida, te tiene dos horas y media enganchado a la pantalla. Pero si sabes que es el director de “Blade Runner” te da un bajón, porque la buena ciencia ficción debe hacerse preguntas. A “Marte” le sucede como a “Lo Imposible”, aquella película sobre el tsunami, de García Bayona. Son unos personajes que viven una experiencia límite y prolongada ante una naturaleza enorme, incontrolable… y nunca se ponen frente al universo, no hacen ninguna reflexión metafísica, ni trascendente. Cuesta creérselo, no es creíble que no se hagan la pregunta por la trascendencia.
»Es una omisión tan irreal que es ideológica. Quizá el guionista no busca directamente eliminar lo religioso, pero vive sumergido en una ideología que lo hace. Me consta que al compositor de la música de “Lo Imposible” le ordenaron específicamente que evitara crear una música con momentos trascendentes.
»La alternativa la encontramos en otra gran película de ciencia ficción, “Gravity”, atravesada por la pregunta trascendente, el sentido de la vida, sutil pero evidente… No es religiosa, es una película de astronautas, pero cuenta con una escena de mirar al cielo y decir: “gracias”.
FICHA TÉCNICA | COMPRA ONLINE | |||
Título: | Cine e ideología | Ocio Hispano | ||
Autor: | Juan Orellana | |||
Editorial: | Stella Maris | |||
Páginas: | 175 páginas | |||
Precio | 17 euros |