La escasez de vocaciones al sacerdocio no puede interpretarse como una crisis de la vocación en sí misma, sino como una crisis de “discernimiento”. El problema es que “no se plantea la vida como una vocación y, así, no hay discernimiento y, por tanto, tampoco no hay vocaciones”. Es decir, no sólo faltan vocaciones al sacerdocio sino también al matrimonio o a la familia, ha advertido el obispo auxiliar de Madrid, Jesús Vidal, durante el XX Congreso Católicos y Vida Pública que organizan la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación Universitaria San Pablo CEU y que este año se dedica al tema de la fe en los jóvenes.
Vidal, que es el prelado más joven de España, ha descartado que la escasez de vocaciones al sacerdocio pueda atribuirse al egoísmo de la juventud. Lo que sí cree es que “hace falta una campaña de sensibilización para que las familias sean conscientes de que tienen que estar abiertos a todas las vocaciones”. Para el obispo auxiliar, el papel de la familia en el acompañamiento al joven en su discernimiento es clave. Sobre este particular, ha asegurado que la familia no debe “ni delegar su papel en otras instituciones ni reemplazar el papel que le corresponde al joven en la elección de su vocación, presentándoles un camino decidido y cerrado”.
Previamente a la intervención del Obispo Auxiliar de Madrid, se han celebrado tres mesas redondas simultáneas, una de ellas bajo el título ‘Los medios audiovisuales y los jóvenes’ en la cual el escritor, guionista y productor de televisión Diego Blanco ha analizado cómo influye todo lo que la sociedad percibe a través de los medios audiovisuales. Más concretamente, cómo entienden los jóvenes el contenido audiovisual, pues este “no siempre muestra la verdad y, si no enseñamos a nuestros hijos a diferenciar dónde está el bien y el mal, serán manipulados”. Asimismo, Blanco ha destacado cómo, cada vez más, se educa a los niños para que acepten lo que no es aceptable.
En la misma línea, la creadora del documental ‘Faraway land’, Beatriz Jiménez, ha subrayado la importancia de “reconocer qué es el bien y el mal”, pues “siempre hay una belleza dentro del dolor”. En este sentido, Jiménez ha explicado la dificultad de afrontar un reto como grabar este documental sin tomar una referencia positiva. “Se puede mostrar la realidad sin dulcificar, pero abriendo una ventana de optimismo en el dolor”, ha concluido.
Por su parte, Andrea Hermoso, actriz y graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad CEU San Pablo ha invitado a los jóvenes a mostrar “todo lo que creamos, dentro de una sociedad plural y poliédrica, pues acción es movimiento y movimiento es avanzar”. Aunque ha advertido: “Debemos tener cuidado con las redes sociales. Son un arma de doble filo y generan una sobreexposición de nuestras vidas”.
Esta mesa redonda ha estado moderada por la presentadora del programa despertador de MegaStar FM: ‘Mateo y Andrea’ y licenciada en Periodismo por la Universidad CEU San Pablo, Andrea Caña, quien ha explicado las medidas de concienciación que desde su programa se llevan a cabo para acabar con el acoso escolar y el ‘bulling’.
A su vez se ha desarrollado la mesa redonda ‘El compromiso de los jóvenes’, en la que se ha dado visibilidad a la creación de un entorno apto para que los jóvenes se comprometan con la sociedad y con la consecución de un mundo más justo. La subdirectora nacional de Formación e Identidad de la Universidad Santo Tomás de Chile, Maite Cereceda, ha destacado que “la capacidad de compromiso de los jóvenes sí existe, solo es necesario encaminarlos para que este compromiso esté siempre dirigido al bien”.
Por otro lado, el antiguo alumno CEU de Arquitectura y voluntario de la ONG Cooperación Internacional, Juan Pampillón, ha señalado que los ejemplos de vida son “la base para que los jóvenes adquieran un compromiso firme con la sociedad”. Además, ha añadido que “la experiencia es otra de las herramientas fundamentales que ayudan a crear este compromiso en los jóvenes”. Pampillón ha presentado la iniciativa ‘Friday Revolution’, un proyecto de sensibilización para dar a conocer entre los jóvenes el voluntariado y romper las barreras mentales relacionadas con este tema, gracias a la experimentación de una tarde como voluntarios.
Por su parte, la antigua alumna CEU de Periodismo y colaboradora en el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD, Cristina López, ha añadido que la educación y la formación desde el seno de la familia y la escuela son otras dos herramientas que, en su experiencia personal, “contribuyen a forjar el compromiso y la vocación social en los más jóvenes”.
La tercera mesa redonda ha tratado la llamada al servicio de las personas que viven la fe: ‘Llamados a servir’. Para enriquecer este encuentro con testimonios, el coloquio ha contado con la presencia de la redactora jefe de la Revista Ecclesia, Silvia Rozas; el sacerdote Eugenio Pérez y el matrimonio y alumnos del Máster de Pastoral Familiar del Instituto Juan Pablo II, Ángela Barahona y Pepe Gutiérrez.
Silvia Rozas, tras su vivencia sirviendo a la Iglesia en Santo Domingo, ha compartido con los asistentes las claves del servicio a los demás, destacando que “podemos ver cómo el servicio es el amor”. Asimismo, Rozas ha explicado la necesidad de “desvincular el servicio de la tarea, porque tareas hay muchas, pero el servicio solo puede ser uno: estar allí donde te necesitan”.
Por su parte, Pepe Gutiérrez ha compartido, junto a su mujer, la experiencia de un noviazgo en la distancia – cuando comenzaron su relación, Pepe estuvo tres años de misiones en Perú - y de cómo gracias a esto, su relación, basada en el diálogo, fue creciendo y afianzándose. Este matrimonio entiende el servicio como algo que les brota del corazón, porque “conciben el servicio desde el amor, donando sin pedir nada a cambio”. Además, han destacado la importancia de “ver la necesidad de los jóvenes de educar en el afecto, limar las asperezas y buscar y encontrar a Jesucristo. Para ello, es fundamental enseñar a los jóvenes a hablarles de la verdad, de la belleza de Dios”.
El sacerdote Eugenio Pérez, quien ha hablado de los beneficios de servir a los demás, ha asegurado que “la atracción es el motor de todas nuestras acciones, una atracción basada en la búsqueda del bien”. Y ha concluido: “Dios nos llama a servir, porque sirviendo nos encontramos con él. Es una llamada universal, donde nadie queda excluido”.