Se estrena en español y en España la cuarta temporada de la teleserie The Chosen, protagonizada por el actor católico Jonathan Roumie como Jesús, en un fenómeno audiovisual que rompe récords.

Una forma de ver The Chosen es descargarse gratuitamente The Chosen App: la han descargado 20 millones de personas. La serie tiene 10 millones de seguidores en redes sociales. Otra forma es entrar en la web de RTVE (Televisión Española), donde está accesible la primera temporada. Hay fuentes que sospechan que es de los productos más visionados de la oferta online de RTVE.

Además, las Temporadas 1, 2 y 3 se pueden ver en las plataformas de pago Movistar+ y Acontra+. Es una de las teleseries más vistas de la historia de la televisión.

Estos días se estrenan los capítulos de la Temporada 4 en español de España en YouTube, pero permanecerán ahí sólo unos días. Será en: https://www.youtube.com/@thechosentves

Las tres primeras temporadas de The Chosen pronto se doblarán en más de 50 idiomas. Quiere además ser en el futuro la más traducida del mundo, a 600 idiomas distintos. Los donativos de los espectadores aportaron casi 100 millones de dólares para las 4 temporadas, aunque ahora recoge fondos de otras muchas formas.

¿Por qué The Chosen engancha a muchos?

Lo cierto es que ver un capítulo diario o semanal de Chosen es amable, agradable y hasta relajante. Aunque la cuarta temporada se empieza a poner oscura, en la mayoría de capítulos sabemos lo que vamos a encontrar: vamos a pasar una hora con viejos amigos, los apóstoles. Vamos a ver a Jesús dejando fascinados a nuevos personajes. "Bien hecho, Jesús", decimos, porque ya somos de los suyos y viajamos con Él. Sabemos que esta hora veremos algún hermoso milagro. Y conoceremos un poco más a cada uno de los amigos con los que viajamos, y haremos algún amigo nuevo.

Los primeros capítulos de la primera temporada son los más flojos y lentos. Pero rápidamente gana en complejidad y humanidad, al sumar "elegidos" a la trama. No pasa nada por empezar la serie por el capítulo 4 o la segunda temporada. La música, el trabajo de los actores y los guiones cada vez más atrevidos narrativamente (con incursiones en el Antiguo Testamento o en el pasado de los personajes) hacen esta serie cada vez más robusta.

Chosen es una teleserie larga. Quiere tener siete temporadas. No es una película apresurada de dos horas. The Chosen tiene tiempo para explicar la historia de Jesús y sus amigos con tranquilidad. Eso es nuevo, eso no había pasado antes en el mundo audiovisual. Y crea una complicidad con el espectador, como tantas otras teleseries largas.

Los "elegidos" tienen vida real, cada uno

Los apóstoles ya no son una comparsa confusa: cada uno de ellos lo reconocemos por su cara, su ropa, su historia, sus traumas... Los Elegidos son ellos, y también nosotros que les acompañamos.

Otro encanto de The Chosen es que cada uno de ellos tiene una vida real, previa y creíble. Tenía una vida antes de Jesús, Él se la transforma, pero siguen teniendo multas que pagar y parientes con los que tratar. No son alegorías, ni decorado: viven, y sus vidas se entrelazan. Aprenden cosas, y emprenden otras. Nosotros crecemos con ellos, y así quedamos enganchados.

Jesús ha creado una comunidad con gente de lo más diverso en la Temporada 4 de The Chosen.

También nos fascina ver la creación de la comunidad. Los que eran no pueblo con cierta rapidez pasan a ser pueblo. "Ven y verás", dicen, ¡y la televisión es ver!

Eran unos desconocidos reticentes entre ellos y ahora son un pueblo, una familia, hermanos. A nuestros jóvenes eso les fascina, porque muchos no tienen hermanos, y sus amigos son virtuales. ¿Podría yo vivir así?, se plantean muchos, asombrados.

Los scouts, en cambio, les entienden: "mira, como nosotros, mucho caminar, plantar tiendas, vivir con austeridad en el campo y reírse mucho". Pero es que esa es la definición de Israel y de la Iglesia, pueblo que camina, con el Verbo que "plantó su tienda entre nosotros".

La Iglesia debería ser esa comunidad de amigos de Jesús que caminan juntos, aunque cada uno tenga sus manías y debilidades, como recoge el filme.

Casi todos los personajes ¡caen bien!

Otro aspecto curioso de The Chosen es que no nos cae mal casi ningún personaje. Incluso los soldados romanos, incluso sus espías, incluso los fariseos... a medida que avanza la serie, vemos que todos tienen algo salvable, todos están metidos en algún engranaje del que no tienen toda la culpa, enmarañados en sus pecados y rutinas pero ¡no nos molestaría que se sumasen a nuestra alegre banda! Hay sitio para todos.

Es como si la serie nos enseñara a mirarlos como mira Jesús, con compasión y esperanza. Jesús, pensamos, puede transformarles a ellos. Y quizá también a mí.

Otro punto fuerte de The Chosen, que el director Dallas Jenkins anunció desde el principio, es que habría milagros, demonios y cosas sobrenaturales, sin explicaciones psico-sociológicas, sino fieles al texto bíblico. Así atrajo a mucho a su crowfunding inicial. Y, efectivamente, ahí tenemos milagros y curaciones y expulsión de demonios, más que en el Evangelio. Y encajan muy bien, sin chirriar, porque ya encajaban bien en los textos.

Tratemos ahora de los puntos débiles de la serie.

María y Juan Bautista, puntos débiles

El peor, del que se quejan casi todos los espectadores católicos, es la figura de la Virgen María. Es verdad que no es obligatorio que María tenga que ser hermosa o bella, la Biblia no dice nada. Pero es un personaje que se queda corto y no nos encaja nunca. El espectador católico se sale de la historia para pensar en la actriz y los guionistas. Sí, todos sabemos que es difícil dar vida a un ser humano sin inclinación al pecado, la Llena de Gracia, la Kejaritomene que dice el ángel.

Si los guionistas no sabían cómo hacerlo, hubiera sido mejor limitar sus apariciones. Una escena en la que habla de cómo fue el parto, "lleno de suciedad", encaja mal con el parto virginal, y además era innecesaria si no quería molestar al público católico. Pero no deja de ser una actriz contando cosas. Quizá por las quejas de este capítulo, los guionistas evitaron meterse en polémicas sobre Santiago y Judas, los "hermanos" de Jesús (primos, según los católicos, ortodoxos, coptos y toda la cristiandad antes de Lutero). La serie no les especifica ningún parentesco.

También es extraño el personaje de Juan Bautista y su contraste con Jesús, como si Jesús tuviera que pedirle mesura y cuidado. Sabemos que dijo que "no hay nadie más grande nacido de mujer que Juan Bautista" y reconocía todo su poder profético, herencia de los dones del profeta Elías (tema poco desarrollado).

Otro punto débil son esos diálogos y escenas que el espectador español ve que son "muy americanos". A veces hablan como una congregación evangélica americana. Otras veces, como unos pequeños empresarios de EEUU. Hay un diálogo absurdo entre Pedro y su esposa sobre el momento de tener hijos o de aplazarlos, como si una pareja joven judía del siglo I pensara en algo distinto a tener muchos hijos (parecen desconocer que "los hijos son como flechas en la aljaba del arquero"), con una mentalidad anticonceptiva moderna.

La serie no entiende muy bien el concepto de familia extensa, con multitud de primos y sobrinos entrando y saliendo, y más vida en la calle que en las casas. Y hay mucha vida "nocturna", gastando velas como si la cera fuera gratis.

También hay soluciones absurdas en el tema racial. Les parece que la proporción de negros en Judea y Galilea en el siglo I coincidía, curiosamente, con la de Estados Unidos. Vale que Tamar es etíope, pero hay casos peores. En la tercera temporada vemos a San José en la infancia de Jesús...¡y San José es negro! Claro, se supone que no aporta su genética a Jesús, pero ¿eso no llamó la atención a todos los vecinos? Es absurdo se mire como se mire y entra en la moda absurda moderna del "color blind" en que cualquiera puede hacer de cualquier raza.

Además, si escuchamos la serie en inglés, y sabemos un poco de acentos, vemos que unos hablan con acento de Texas, otros escocés, otros inglés, otros de Oriente medio o de la India, otros nigeriano... un caos de acentos absurdos.

Por suerte, cuando escuchamos la versión en AContra+, con actores de doblaje al español, todo eso desaparece y se gana mucha credibilidad. Además, la versión de AContra+ ha recurrido a expertos católicos y evangélicos para buscar traducciones del texto bíblico que encaje bien con lo que se usa en España, que no resuene con connotaciones extrañas. Tiene mérito, porque los evangélicos en España, muy influidos por EEUU, a menudo han usado traducciones arcaizantes o americanizantes.

El efecto espiritual

Hay críticos preocupados por el efecto espiritual de la serie. Efectivamente, quien se vea las 7 temporadas habrá pasado más de 60 horas con estos personajes y estos guionistas, y con un corazón abierto, puesto que son las historias con las que Dios ha querido llegar a sus hijos, entremezcladas con otras, obra de los cineastas.

No mucha gente pasa 60 horas rezando con el mismo icono o la misma imagen o cuadro. Esta serie -como cualquier otra- es algo que puede colonizar la imaginación visual.

Los guionistas y directores nos dicen que solo es una obra narrativa, que el que quiera la verdadera Palabra de Dios acuda a la Biblia y el que quiera rezar con la Palabra de Dios que lo haga con la Biblia.

Pero muchos espectadores insisten en que con The Chosen han encontrado a Jesús, a un Jesús, dicen, "real, vivo", algunos detallan que es un Jesús "empático", un "Jesús que sonríe y cercano". Otros dicen eso de la Iglesia, es decir, de los amigos de Jesús.

Jonathan Roumie comparte hoguera con nosotros en The Chosen, y eso le hace un Jesús muy cercano.

¿Qué quieren decir con esto? Quieren decir que creían en Jesús pero viéndolo como un icono, un símbolo, no alguien real. Es distinto conocer al Rey de España por verlo en una foto de despacho que tenerlo como amigo íntimo que te cuenta chistes y cena contigo. Jesús quiere ser nuestro amigo íntimo, y muchos sólo le conocen como Rey de foto oficial. La teleserie rompe eso con imaginación, humor, tramas, escenas.

Jesús dijo: "no os he llamado siervos, sino amigos". Él quiere una relación personal. Sí, Él dice: "vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os digo". Pero esa tarea es solo una parte de la amistad. Amistad es trato interpersonal, es escucharse, es mirarse y tratarse de cerca, es conocerse; no es sólo servir, como el criado al amo. No basta con tenerlo por jefazo o Señor (teórico) sino por Hermano que nos hace hijos del Padre. Jesús es como un líder de chavales callejeros que ofrece a su pandilla entrar en la casa de su Padre, y The Chosen nos muestra visualmente como es esa pandilla y esa amistad.

Es verdad que la teleserie tiene puntos débiles. Pero es más grave que la Iglesia ofrezca pastoral, sacramentos, catequesis y caridad y, pese a eso, muchos que van al templo (o no) sigan viendo en Jesús una marca o eslogan, un símbolo como la foto del Rey o la bandera, y no un amigo real que está vivo.

Si The Chosen triunfa es porque nos invita a acompañarles como un amigo más, como un discípulo, a los pies de su Maestro, un maestro que nos sonríe y nos dice "sígueme".

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