La película Tierra Santa, el último peregrino, co-producida por Goya Producciones y la Fundación Cari Filii, se encuentra en su última fase de rodaje, post-producción y distribución y necesita urgentemente ayuda económica para completar ese proceso y presentarse próximamente ante el público con garantías de difusión nacional e internacional.
El ex ministro Jaime Mayor Oreja, una de las personalidades públicas que mayor aprecio y respeto suscitan en España, ha querido respaldarla expresa y públicamente con una declaración:
En formato de documental superpuesto a una trama de ficción, que incluye testimonios de conversión, la película presentará la importancia de Tierra Santa en la historia de la Iglesia y en la vida espiritual de los cristianos, así como la dramática necesidad de peregrinos que sufren los empobrecidos cristianos locales, auténticos testigos de la fe.
¿Podemos consentir los cristianos del resto del mundo que aquello se convierta en un museo para visitantes sin fe que lo recorran como quien visita las pirámides de Egipto, sin encontrar más cristianos que los franciscanos de la Custodia?
Mayor Oreja (ex ministro del Interior [1996-2001], muy querido popularmente por su serena firmeza contra el terrorismo de ETA y presidente de la Federación Europea One of Us, que defiende la vida y la familia en las instituciones europeas), ha entendido que no, que es necesario dar un paso activo por la supervivencia de Tierra Santa y que esta película es un instrumento idóneo para ello.
“Tierra Santa, el último peregrino es un recordatorio para nosotros los cristianos”, afirma, un recordatorio de que tenemos “una obligación, ser la sal del mundo”: “Tenemos que ser capaces de expresar nuestra esperanza, nuestro cariño, nuestro respeto por la cruz, nuestro respeto por los Lugares Santos”.
La película, dirigida por Pablo Moreno (Un Dios prohibido, Poveda, Red de libertad) y Andrés Garrigó (Fátima, el último misterio, Corazón ardiente, Morir en paz), es también, sostiene Mayor Oreja, “un recordatorio para decir lo importante que significa la voz de los cristianos en aquellos lugares, para recordarnos a nosotros la obligación -en la medida de nuestras posibilidades- de estar también allí, de ir allí. De que no seamos el último peregrino, sino que seamos el siguiente“.
Por último, el ex ministro, que estuvo en Tierra Santa hace años en viaje oficial en el ejercicio de sus responsabilidades públicas, adquiere un compromiso personal: “El primer viaje que haré con mi mujer después de esta pandemia va a ser a los lugares santos, porque lo necesitamos. Porque creo que es una obligación que tenemos todos“.