Ante un avance aparentemente imparable de nuevas ideologías modernas como la corriente de género, el transhumanismo o el globalismo, cada vez son más las voces que se alzan en favor del regreso a los principios cristianos como única alternativa posible. Especialmente en las decenas de países y lugares dispersos por el mundo que una vez se vieron enriquecidos por el legado religioso y cultural hispánico y formaron parte de la llamada Monarquía Católica.
Santiago Cantera, una de las voces más autorizadas de esta corriente, es consciente de que hoy se hace necesario, más que nunca, "volver la mirada hacia la verdadera tradición hispánica y católica de Hispanoamérica, redescubrir su auténtica esencia y enamorarse de ella". Solo de ese modo, explica, será posible "construir un futuro mucho más prometedor que los miserables resultados" acaecidos en el mundo hispánico tras la ruptura con su origen político, cultural y especialmente religioso.
Doctor en historia, monje benedictino, autor de decenas de libros y prior de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, Cantera se muestra firmemente convencido en que la Hispanidad, basada en la transmisión de la doctrina Evangélica por todo el mundo, es hoy una alternativa que podría parecer utópica pero que, a su juicio, "tiene un futuro". Un futuro que pasa por recuperar el predominio de la visión cristiana tradicional en aspectos como la política, el vivir religioso o la cultura que una vez conformó las Luces de la Hispanidad y que dan título a su última publicación editada por Sekotia.
En conversación con Religión en Libertad, ha detallado las líneas maestras de una publicación que, lejos de la teoría y con un tono cercano, no solo echa por tierra los grandes mitos de la Leyenda Negra, sino que desgrana en clave positiva esas Luces -y también sombras- de la Hispanidad. Muchas de ellas desconocidas para el gran público, como son el origen indisoluble de la fe en España y la Hispanidad, los sistemas de erradicación del racismo, el proceso diseñado para descristianizar y desmembrar la Hispanidad o cómo esta es, en última instancia, la alternativa a las devastadoras ideologías modernas.
-¿Qué es Hispanidad?
-Pude tener dos acepciones. La primera hace referencia al carácter de lo hispano, al ser español y en amplitud con todo el mundo hispánico. En gran medida García Morente y Ramiro de Maeztu, plantearon los elementos que definen esa Hispanidad, ese carácter hispano. Unamuno empieza a emplear de manera amplia este término. Su otro significado se refiere a todo el mundo hispánico, a lo que ha sido el mundo de cultural que se ha llevado desde la viejas Españas a otras nuevas Españas en otros ámbitos territoriales, en América pero también en África, Oceanía y Asia.
-Relevantes intelectuales hispanistas como Elvira Roca Barea, Marcelo Gullo o Pedro Insua ocupan con cierta frecuencia los titulares de grandes medios de comunicación ¿Cree que estamos asistiendo a un resurgir de la Hispanidad, de estudiosos y divulgadores de la misma? ¿A qué se debe?
-Indudablemente, tanto a nivel de publicaciones como canales de YouTube y asociaciones de España e Hispanoamérica principalmente se aprecia una tendencia creciente hacia la Hispanidad. Pienso en Patricio Lons, Despertar Hispano, Hijos Bonicos, Capitán Perú, El Otro Ecuador, los reunificacioncitas de Puerto Rico, Diego de la Guardia… están surgiendo muchos, con tirón y seguidores.
Detrás de este resurgimiento esta la idea de reivindicar las raíces hispánicas de Hispanoamérica, ese lazo con la Madre Patria y de apuntar hacia el futuro. No plantean solo una recuperación de lo que ha sido realmente la América española frente a la Leyenda Negra o el indigenismo, sino también una perspectiva de futuro. El futuro está en recuperar nuestras raíces y esa unión de lo que ha sido la Hispanidad, ese mestizaje étnico y cultural con los pueblos a los que llegó España.
-A lo largo de Luces de la Hispanidad menciona el origen y desarrollo de España como algo radicalmente unido a la fe. ¿Podría explicarlo?
-La historia de España va unida a la fe católica desde la primera evangelización de orígenes apostólicos, acompañada de toda una pléyade de mártires hispanorromanos. Tiene un momento culminante que es el tercer concilio de Toledo donde la unidad católica de España se plasma en esa conversión de los visigodos al catolicismo y que les permite unirse formando un solo pueblo con los hispanorromanos católicos. Y ese ideal visigótico de la España católica, perdida por la invasión del 711, va a ser el ideal que impulsará a los distintos reinos, condados y coronas durante la reconquista hasta llegar a la unión dinástica bajo los Reyes Católicos y su proyección bajo su reinado, el de los Austrias e incluso bajo los borbones hacia el nuevo mundo y las nuevas Españas.
-Entonces, ¿es posible comprender la Hispanidad al margen de la misma?
-Pienso que evidentemente no. Otra cosa es que un no católico pueda sentirse identificado e integrado en el mundo hispánico y en los valores de la Hispanidad. Pero desarraigar España, la Hispanidad y el mundo hispánico de sus raíces católicas sería un disparate: sería querer construir una realidad nueva, sin raíces, sin fundamentos, sin esencia, sin historia y sin tradición.
Distanciado de una Leyenda Rosa o idealización de la presencia española en América, Cantera desgrana en Luces de la Hispanidad el incomparable avance y estabilidad de Hispanoamérica durante su pertenencia a la monarquía española y sitúa a las independencias como origen "de los verdaderos problemas del mundo hispánico".
-En ocasiones parece que ese resurgir hispanista se centra en lo cultural y relega el carácter espiritual de la misma a un segundo plano. Parafraseando a Miguel Ángel Quintana Paz, ¿dónde cree que están los hispanistas católicos?
-Creo que los hay, y más de lo que parece. Incluso en el ámbito académico hemos tenido un recientemente fallecido Mario Hernández Sánchez-Barba, grandes figuras aquí y en América, como un Jaime Eyzaguirre, un Vasconcelos y tantos otros. Ahora quizá se están resaltando los aspectos de la labor cultural y social de la Monarquía Católica pero de algún modo muchos de estos autores, aunque a lo mejor no abracen personalmente a fe, si reconocen el trasfondo católico de todo esto.
Tenemos también a Patricio Lons que acumula 103.000 seguidores y se vincula por completo con la visión católica de la Hispanidad. Incidan más o menos, otros canales como los mencionados antes, están ahí. Muchos de estos grupos recuperan la bandera de la cruz de San Andrés como una bandera oficiosa de la Monarquía Católica hispánica en la Edad Moderna. Otro divulgador de la Hispanidad desde YouTube, Diego de la Guardia también resalta que hay que recuperar esa línea del hispanismo católico.
-Más allá de este grupo, muchos divulgadores de la Hispanidad desde YouTube se vinculan de una u otra manera al libertarismo o al marxismo. ¿Por qué cree que no hay un predominio de la interpretación católica al respecto?
-Quizá predomine o se visualice más por el materialismo que hay impreso en nuestra sociedad occidental hoy día fruto del siglo XIX y XX de la promoción del liberalismo y del marxismo y tantas corrientes materialistas. De algún modo parece que predomina ese otro hispanismo no católico. Un hispanismo que, no obstante, se debe más a la falta de un abrazo personal de la fe de sus cabezas más que una visión del todo materialista. También se encuentran quienes pueden incurrir en una forma de materialismo con una visión positiva de lo hispánico pero con una visión materialista.
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-Dedica especial importancia a lo que podrían ser las “sombras” de la Hispanidad tras las independencias de las antiguas provincias de ultramar, marcadas por la influencia de estas dos tendencias ideológicas. ¿Podría exponer una radiografía de lo sucedido bajo estas dos corrientes tras las independencias?
-Es precisamente en ese momento cuando nacen los verdaderos problemas del mundo hispánico. No en la bien o mal llamada colonización, no en la conquista española, no en lo que podríamos llamar incorporación de América al mundo hispánico: los problemas nacen después. Un estudio real de la historia de América refleja el desarrollo que se produjo en América bajo la Monarquía Católica hispánica y como el drama de Hispanoamérica comienza a partir de los procesos de independencia.
-¿De qué forma?
-Es en este momento cuando empiezan a surgir poderes políticos inestables, corrupción y corruptelas que van muchas veces unidas al modelo democrático, golpes de estado, pronunciamientos, revoluciones… en suma, inestabilidad política. Una inestabilidad política que conlleva también la económica y el empobrecimiento.
Las elites criollas son las que protagonizan los procesos de independencia mientras que el bando realista estaba formado por indios, mestizos y negros junta otros españoles. Son estas élites las que han crecido en un racismo que antes o no existía o no era acentuado y se consideran superiores porque miran al modelo anglosajón y francés. Son estas elites las que comienzan a empobrecer con sus políticas económicas a la población india y mestiza: es cuando empiezan a arrebatar las tierras comunales a los indios y a desplazarles y, para introducir nuevos modelos de mercado siguiendo las políticas ilustradas y liberales, se suprimen los gremios y cofradías que eran la defensa de los trabajadores.
Mientras, la potencia principal que se desarrolla en América, Estados Unidos, está muy interesada en que el mundo hispánico no conforme un reino o un estado único y busca evitar que se formen grandes estados. Interviene en la política hispanoamericana provocando la disolución de los estados, arrebatan territorios a México y desestabiliza o mantiene los gobiernos que les interesa. Todo esto es caldo de cultivo para que arraiguen las teorías que habla de al redención del proletariado, el marxismo con distintas variantes. Hoy día es el indigenismo, que transfiere la lucha de clases entre indígenas y blancos o en el campo de la Iglesia con la Teología de la Liberación, que estaba prácticamente extinta y que últimamente esta resurgiendo.
-La llamada batalla cultural está cobrando cada vez más relevancia en la actualidad y los titulares, especialmente centrada en la cuestión de género. ¿Qué cree que puede aportar la Hispanidad en esta dialéctica?
-La Hispanidad de lo que nos habla en realidad es de la Cristiandad, de un mundo cristiano, inspirado por unos principios de raíces clásicas y cristianas. Y al hacerse nuevas cristiandades, al expandirse a otros pueblos, también asume el legado propio cultural de esos pueblos, como el legado indígena de América o el filipino. Nos ofrece una visión de cristiandad, de unión de diversos pueblos, de universalismo. Nos ofrece una visión que nace de la fe católica con esa proyección universal. Y en esa fe descubrimos también una visión de la realidad, del mundo, una visión del hombre, una antropología que asiste hoy a una gran crisis.
-¿En qué consiste esa crisis?
-Por una parte asistimos a una transformación y evolución del propio estilo de vida, del megaurbaismo y de las nuevas tecnologías que van produciendo lo que Benedicto XVI llamó una transmutación antropológica. Pero además hay unas ideologías derivadas de la modernidad que hoy son fundamentalmente la ideología de género y el transhumanismo, que ofrecen una ruptura propiamente de la antropología.
-¿Pueden ser las ideas emanadas de la Hispanidad una solución?
-Precisamente la Hispanidad nos ofrece una visión del hombre y del ser humano, comprendida desde el misterio de Dios, que es la visión cristiana. Y nos ofrece además también ese arraigo en la tradición, en las raíces. Frente al globalismo, que amenaza con arrasar todo lo particular, todas las identidades propias, las raíces y esencia del hombre, la Hispanidad nos ofrece una visión de universalidad, que entiende el carácter propio de cada pueblo, y al mismo tiempo el valor de lo propio de cada uno, de lo que han sido esas Españas, unas y diversas al mismo tiempo. Nos sitúa en el valor de la patria, del arraigo en la tradición, en la historia, en las raíces.
-Menciona también grandes personalidades católicas surgidas en la América contemporánea a raíz del legado de la evangelización hispánica. ¿Puede describir alguna de esas Luces de la Hispanidad contemporáneas?
-Es obligado destacar la figura de un político mexicano católico que es clave, Anacleto González Flores, mártir de la fe. Se afilió al Partido Católico Nacional al poco de fundarse, contrajo matrimonio y se destacó como un firme defensor de la libertad religiosa frente a la opresión del gobierno de inspiración masónica contra la Iglesia católica y la fe del pueblo Mexicano. El beato Anacleto González defendía una resistencia pacífica y firme, no deseando la respuesta violenta que otros proponían entonces y solo en último término acabo aceptando la guerra de guerrillas, dado lo imposible de otra solución. A raíz de todo ello fue apresado por los soldados gubernamentales y fusilado después de terribles tormentos. Su beatificación tuvo lugar en 2005.
-¿Tiene futuro, hoy por hoy, la Hispanidad?
-Por supuesto que tiene futuro. La situación política y económica y de España no es la más boyante. Considerar que pueda convertirse en una gran potencia mundial o una alianza entre pueblos hispánicos es una aspiración que todos desearíamos y de forma legítima. Y además, aportando al mundo ese ideal de la unión y mezcla entre los pueblos, de esa raza cósmica que hablaba Vasconcelos, de ese fruto del mestizaje que es lo que ha sido quizá el gran legado de España en américa: llevar la fe y el mestizaje étnico y cultural.
Desde luego lo que sí puede tener un futuro más inmediato es recuperar culturalmente y religiosamente la Hispanidad. Tomando conciencia de esa valía y de ese carácter religioso que implica la Hispanidad es cuando se podrán ir recuperando proyectos de relaciones políticas y económicas en el mundo hispánico y poder llegar a ser una voz relevante en el mundo.