Hayao Miyazaki, el admirado maestro japonés del dibujo animado y creador con su estudio Ghibli de las historias hermosísimas (y muy taquilleras) de La Princesa Mononoke, Mi vecino Totoro, Porco RossoNausicaä del Valle del Viento o El Viaje de Chihiro ha comentado en una entrevista con la radio TBS que no está a favor de hacer caricaturas de cosas que son adoradas en otra cultura.

"A mi juicio es un error hacer caricaturas de lo que adoran a diferentes culturas; sería bueno dejar de hacerlo", dijo Miyazaki cuando se le preguntó sobre el ataque y los asesinatos contra el semanario francés de sátira grosera Charlie Hebdo

En Japón, donde se publica todo tipo de historietas y de dibujos de animación, incluso los más groseros y agresivos con tiradas millonarias, Miyazaki ha destacado -con éxito comercial y de crítica mundial- por la extrema sensibilidad, belleza y espiritualidad serena y optimista de sus películas y personajes, siempre llenos de luz y esperanza.

Miyazaki está contra la sátira de lo sagrado y espiritual. Pero no está contra toda sátira. Por ejemplo, cree que criticar a los políticos propios tiene más sentido. "En primer lugar, las caricaturas deben ser de los políticos de tu propio país. Parece algo sospechoso ir tras los líderes políticos de otros países", afirma el premiado cineasta japonés.



Hay quien ha respondido a Miyazaki señalando que Charlie Hebdo satirizó también "el catolicismo, la religión mayoritaria en Francia", sin tener en cuenta que eso tampoco debe gustar al genial artista... y que apenas un 10% de franceses va a misa los domingos. 

Dos minutos de Mi vecino Totoro muestran por qué la sensibilidad de Miyazaki no puede comprender la caricatura soez y grosera contra los sentimientos espirituales