Entre los hitos religiosos que deja el año 2014 España tiene su protagonismo, pues Madrid acogió, el pasado 27 de septiembre, la ceremonia de beatificación posiblemente más internacional de la historia (excepción hecha de aquellas presididas por Papas en diferentes naciones).
La beatificación de Álvaro del Portillo, primer prelado del Opus Dei, congregó a gente de ochenta naciones, en una ceremonia a la que asistieron casi doscientas mil personas en el barrio de Valdebebas, en Madrid.
A lo largo de la historia han existido muchas ceremonias de beatificación multitudinarias. Roma ha sido escenario de varias. Baste recordar las de Juan Pablo II, del Padre Pío, de la Madre Teresa de Calcuta, de Josemaría Escrivá. Todas fueron presididas por el Papa del momento (Juan Pablo II, Benedicto XVI).
Fuera de Roma, y sin la presencia del Santo Padre (cuya presencia, obviamente, multiplica el número de asistentes al acto litúrgico), las ceremonias masivas no han sido tantas. Y de un carácter tan internacional, con fieles de ochenta naciones, probablemente ninguna como la de Álvaro del Portillo, celebrada el 27 de septiembre de este año en Madrid y presidida por el Prefecto de la Congregación para los Santos, Cardenal Angelo Amato.
La internacionalidad de aquel evento fue un rasgo especialmente destacable, precisamente porque contrastaba con el carácter local de las beatificaciones, que autorizan el culto a una persona, pero circunscrito a un lugar o ámbito determinado: una o varias diócesis.
La beatificación del primer sucesor de Josemaría Escrivá al frente del Opus Dei, contó con la presencia de cerca de doscientos mil fieles. Entre ellos se encontraban 180 obispos de todo el mundo. En este conjunto figuraba la práctica totalidad de los obispos españoles.
Una vista de la multitud en la beatificación de Álvaro del Portillo este año en Madrid
Para la Iglesia en España, la beatificación fue un motivo de especial satisfacción. Si el año pasado, 2013, Tarragona fue escenario de la proclamación del mayor número de beatos de la historia (522 de una sola vez, mártires de la persecución religiosa en la Segunda República y en la Guerra Civil Española), en 2014 era Madrid la sede de la beatificación más internacional. Los obispos españoles han destacado su alegría por este hecho.
Algunos de sus testimonios se recogen ahora en Álvaro del Portillo. El libro de la beatificación, editado por Palabra. Monseñor Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, expresó su alegría por “la belleza de la celebración, por el sentido religioso, por el orden, por los cantos... Fue una celebración magnífica, muy concurrida de fieles. Agradezco al Señor el regalo de un nuevo beato para la Iglesia universal”.
Monseñor Carlos Osoro, actual Arzobispo de Madrid (a finales de septiembre aún lo era de Valencia), valoraba: “Fue una celebración llena de contenido, y con gratitud a Dios por que nos envíe hombres de la talla de don Álvaro, que no sólo deja un recuerdo, sino una manera propositiva de comprometerse como testigo de la fe”.
Por su parte el arzobispo de la diócesis primada, Toledo, monseñor Braulio Rodríguez Plaza, destacaba: “Fue una ceremonia muy tranquila, magnífica. Yo destacaría lo que dijo el cardenal Amato de monseñor del Portillo: la sencillez con que vivía y cómo viviendo con esa sencillez ha alcanzado la santidad”.
Esta satisfacción en la Iglesia en España se refleja también en las palabras del abad de Montserrat, el benedictino Josep María Soler, recogidas en el libro: “Es un hecho importante de la Iglesia cuando reconoce la santidad de alguien como don Álvaro, obispo y colaborador del fundador del Opus Dei. A mí personalmente me alegra, porque tuvo mucha relación personal con Monserrat, sobre todo en los primeros años. Es un peregrino que posiblemente recibió buena parte de su devoción a la Virgen de Monserrat de sus visitas. En el monasterio estamos muy contentos porque ya son bastantes los peregrinos de Monserrat que han sido beatificados o canonizados”.
La madre Antonia María, de las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, que tuvieron especial relación con Álvaro del Portillo (ayudó a la fundadora de estas religiosas en unos momentos difíciles para la orden) expresaba: “Para mí fue una alegría inmensa la beatificación. Doy gracias a Dios por haber conocido un santo en vida. Yo acompañaba muchas veces a nuestra fundadora a ver a don Álvaro, porque ayudó mucho a nuestra congregación. Tenía un gran amor a la Iglesia, y a la vida religiosa, heredada de San Josemaría. Era cercano y amable”.
En Álvaro del Portillo. El libro de la beatificación también se refleja el testimonio de otros obispos extranjeros, como el presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala, monseñor Rodolfo Valenzuela, de Verapaz, quien subrayaba que, “como obispo guatemalteco y latinoamericano quiero hacer énfasis en la importancia que dio el nuevo beato al compromiso laical en la promoción humana, en desarrollar tareas para la promoción de las personas. Muchas labores sociales del Opus Dei en Latinoamérica se emprendieron en su etapa, y con este carácter: emprendidas por laicos. Insisto en la importancia que dio al compromiso laical para cambiar la sociedad, sus estructuras. Un compromiso cristiano”.
De África, monseñor Anthony Muheria, de Kitui (Kenia), se unía a la alegría: “Me da mucho gozo esa beatificación. Don Álvaro destacaba por su sencillez. Quiso ser sombra de San Josemaría en todo y lo ha sido hasta en la santidad. No sólo sombra. El Señor nos lo dio como regalo desde la humildad y servicio hasta el fin. Reflejó muy bien el espíritu del Opus Dei”.
Álvaro del Portillo. El libro de la beatificación, elaborado por la redacción de la revista Mundo Cristiano, incluye, además, testimonios de peregrinos de Sudáfrica, Argentina, México, Portugal, Nigeria, entre otros países, y un amplio reportaje gráfico de casi doscientas imágenes de las celebraciones en Valdebebas los días 27 (beatificación) y 28 (misa de acción de gracias) de septiembre; así como de los actos posteriores desarrollados en Roma, incluyendo la audiencia con el Santo Padre Francisco.
El libro también incorpora el mensaje enviado por el Papa y las homilías de las misas de esos días, del cardenal Amato y de monseñor Javier Echevarría, prelado del Opus Dei; así como un perfil biográfico del nuevo beato y entrevistas con personas que le conocieron de cerca. Durante las últimas semanas ha figurado entre los libros más vendidos en las librerías religiosas.
(Más libros sobre el tema son Saxum, sobre la vida del beato, y Orar, con sus enseñanzas sobre oración)