Entre los muchos que, lamentablemente, pueblan estas páginas, hay uno muy significativo en la vida de Abascal: el asesinato de Estanislao Galíndez, cartero de Amurrio durante cuarenta años y con quien el autor y su familia mantenían una buena amistad. Fue el 26 de junio de 1985 y conoció lo sucedido al verlo en televisión durante un viaje familiar a Andalucía.
“«Han matado a mi amigo, han matado a mi amigo», lloraba yo con una pena que mis padres trataron sin éxito de consolar sacándome de la habitación. «Han matado a mi amigo, han matado a mi amigo», seguía yo por los pasillos", cuenta Abascal en No me rindo: "Porque eso, un amigo, era aquel señor como de otra época, con su pelo encanecido y repeinado, su impecable uniforme gris, que cada mañana aparcaba la bicicleta, con el pedal anclado en el suelo, frente al negocio familiar, Novedades Abascal, y se paraba a charlar con mi padre o con el tío Manchu, y les entregaba la correspondencia, y a mí me despeinaba pasándome la mano por la cabeza", cuenta Abascal.
Y continúa: "A Estanis le mataron a mitad de camino entre su casa -que él mismo había levantado, piedra a piedra, con sus manos- y la oficina de correos. A la altura de un colegio, junto a una fábrica, un coche le cerró el paso y de él se bajaron cuatro pistoleros, tres hombres y una mujer, que le dispararon dos tiros en la cabeza y uno en el corazón. El quinto ocupante -el propietario- no se movió de su sitio, el maletero, en el que horas antes los terroristas le habían metido a punta de pistola. De nada sirvió a Estanis pedir auxilio. Allí, en mitad de la carretera, con la bicicleta y la saca postal salpicadas de una sangre roja como los ribetes de su uniforme, yacía Estanis, cartero de Amurrio, su pueblo y el mío. Dejaba viuda, ocho huérfanos, montones de amigos y, por primera vez en cuarenta años -a trabajador no le ganaba nadie-, las cartas y paquetes del día sin entregar".
En el crimen de Estanislao Galíndez se da una circunstancia que puede considerarse providencial. Cuatro años antes, el 25 de julio de 1981, había sido asesinado por ETA su hermano Félix Galíndez, con quien a Estanis le unían "no solo lazos de sangre, sino de españolismo y catolicidad". En efecto, apunta Abascal, "lo de la fe debía de venirles de familia, porque el tercer hermano Galíndez, Sixto, era misionero en Filipinas", en concreto de la orden capuchina.
Sixto Galíndez, destinado casi en las antípodas, apenas iba por Amurrio, sólo en muy contadas ocasiones y para muy pocos días de descanso. Sin embargo, "quiso la Providencia que cuando ETA mató a Félix y a Estanis, Sixto estaba en el pueblo, tan cerca de sus hermanos que llegó a tiempo para confortarles con los últimos sacramentos y oficiar sus funerales".
"Son detalles que Dios tiene con sus amigos, con sus buenos amigos", concluye Abascal.
FICHA TÉCNICA | COMPRA ONLINE | |||
Título: | No me rindo | Ocio Hispano | ||
Autor: | Santiago Abascal | |||
Editorial: | La Esfera de los Libros | |||
Páginas: | 408 páginas | |||
Precio | 21,90 € | |||