Aunque su figura es poco conocida en España, Len es uno de los mayores especialistas internacionales en la New Age. Y acaba de publicar un libro, New Age. El desafío (Editorial Stella Maris) que ha prologado el obispo de Ciudad Rodrigo, monseñor Raúl Berzosa. Religión en Libertad ha entrevistado al padre Gonzalo Len.
- Porque representa un gran reto para la Nueva Evangelización. Es un fenómeno muy difundido en la cultura, que transmite una visión de la realidad que es incompatible con la fe y que pretende ocupar el lugar de la fe en las personas. La razón para escribir es la de ayudar a que se conozca la New Age, que se comprenda su mensaje nocivo e inconsistente y que se vea su incompatibilidad con la fe de la Iglesia.
- Es difícil abarcar el universo informe qué es la New Age. Uno se puede perder fácilmente en algunas de sus ramas. Por eso recomiendo tratar de conocer sus aspectos más esenciales, su incompatibilidad con la fe y las nefastas consecuencias que puede tener en las personas. Y luego profundizar en alguna de sus prácticas o terapias, aquella que esté más presente en el propio ambiente (reiki, enneagrama, flores de Bach, etc.).
- Sigue teniendo vigencia, sin duda. Es cierto que algunas formas de su mensaje han perdido actualidad. Por ejemplo, hoy no se habla tanto de la nueva era de acuario, del cambio epocal en torno al año 2000. Ya llevamos varios años del tercer milenio y no se ha dado ese gran cambio, supuestamente dictado por las estrellas.
»Por eso el acento ya no está tan puesto en un cambio global sino más bien en el cambio personal, en una suerte de nueva era individual.
Otra consideración es que normalmente se conocen muchas expresiones de la New Age pero no necesariamente se les asocia al nombre New Age. Y esto podría llevar a pensar que la New Age es algo que ha quedado en el pasado. Sin embargo, cuando se comprende todo lo que está bajo el gran paraguas de la New Age, queda muy clara su vigencia.
- Sin duda es peligroso, como lo puede ser cualquier manifestación cultural que no sea auténticamente humana. Quizá el particular peligro de la New Age es que se presenta con un mensaje -vamos a decirlo así- dulce, suave y luminoso. No presenta su mensaje con firmeza ni plantea críticas despiadadas que a uno lo podrían prevenir.
»Y sin embargo sí tiene un mensaje fuerte y que implica un radical cuestionamiento a la fe de la Iglesia. La New Age es muy nociva porque muy sutilmente va afectando la mirada de la fe. Un buen ejemplo de esto es la película Avatar: ha cautivado a millones de personas (es la más taquillera de todo la historia) y ha transmitido la ideología New Age con mucha inteligencia. No creo haber visto una expresión de gran alcance tan claramente New Age como lo es esta película.
- Definitivamente el mensaje de la New Age no es compatible con la vida cristiana. Y por ello es importante considerar que las diversas prácticas de la New Age traen consigo unas ideas que normalmente no se hacen explícitas pero que por ello no es que dejen de influenciar negativamente. No son recomendables las terapias New Age.
- No veo la New Age como una creencia, entre otras. La New Age tiene como una característica central la de ser un gran supermercado de creencias y terapias. Es cierto que hoy en día hay muchas creencias que no son New Age, pero se presentan como algo muy específico y determinado.
»En el caso de la New Age, y ese es uno de los grandes desafíos, se está ante una grandísima oferta de creencias y terapias --en no pocos casos contradictorias-- para escoger al gusto del cliente. El centro está en la persona y eso es tentador. No ofrece un ideal trascendente que eleve y engrandezca a la persona sino ofrece sus productos para que la persona los escoja según su medida. El punto de partida es el yo y el punto de llegada es el mismo (empequeñecido) yo.
- Incluso se puede decir: el problema de nuestro tiempo no es que la gente no crea nada sino que se lo cree todo. Y esto no solo le sucede al que no cree o al que cree vagamente. También le puede suceder a cualquier cristiano que deja de cultivar con esmero la vida de fe.
»La vida cristiana es un camino que hay que recorrer cada día. Cuando no se avanza, se retrocede.
En este sentido, la fe debe ser integral, es decir, vivirse a nivel de la mente, del corazón y de las obras. Ni pura doctrina, ni puro sentimiento, ni pura acción. Las tres dimensiones integradas.
- Porque la persona es un ser teologal, tiene hambre de Dios, nostalgia de infinito. Sea consciente o no, busca a Dios, y busca ser salvado. En el corazón humano hay, por decirlo así, un centro: o allí está Dios o allí esta algo o alguien que no es Dios pero ocupando el lugar de Dios. Y las consecuencias no son las mismas.
- La New Age se presenta como respuesta a los males de nuestro tiempo y sin embargo no es sino una manifestación de esos males. Se presenta como una respuesta al alimento podrido de la Modernidad pero en realidad no es sino su postre. En ningún momento logra salir de aquello que critica. Su gran respuesta alternativa lejos de saciar el corazón lo termina embotando.
»¿Por qué? En resumen podríamos decir que su propuesta de reconciliar al hombre con Dios, consigo mismo y con la creación (de abrir a la persona a la trascendencia y de integrar lo que aparece fragmentado), la resuelve desapareciendo las relaciones en una suerte de disolución-identificación de la persona en dios-naturaleza. Todo se queda acá abajo, en uno mismo, en la "experiencia". No hay trascendencia, no hay renovación de las relaciones, no hay integración de la realidad. No sale de aquello que critica.
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Título: | New Age. El desafío | Ocio Hispano | ||
Autor: | Gonzalo Len | Amazon | ||
Editorial: | Editorial Stella Maris | La Casa del Libro | ||
Páginas: | 224 páginas | Amazon (e-book) | ||
Precio | 9,90 euros | |||