Mark Wahlberg, de conocidas convicciones católicas, es el protagonista del film, y en una de las entrevistas de promoción no ha dudado en reafirmar su fe en cuanto le han interrogado por ello.
La fe "es la parte más importante de mi vida. Ni empujo a nadie a ella, ni intento ocultarla", declara a Parade. Y éstas es su respuesta cuando le preguntan cómo pasa los domingos: "Si los niños han sido buenos, les compro donuts a las 6:30 de la mañana y les digo que dejen dormir a mamá. Entonces voy a la iglesia a las 7:30, y cuando vuelvo todos están desayunando. Luego, si las cosas no están demasiado agitadas, vuelvo a misa a las 10:30. Pero si alguno de los chicos tiene partido, le vamos a ver. Es un buen día para estar en familia".
Mark acaba de demostrar lo importante que son para él los cuatro hijos que tiene con la modelo Rea Durham, con quien se casó por la Iglesia en 2009, tras ocho años de convivencia, después de su conversión. En junio pasado el actor, de 42 años, se sacó su título de bachillerato, estudios que dejó en su juventud, rebelde y llena de problemas incluso con la ley. Aunque tiene la vida resuelta y para nada necesitaba ese papel, quiso hacerlo por una única razón, como explicó a People: "No quiero que mis hijos me digan: ´Tú no lo hiciste, ¿por qué tengo que hacerlo yo?´. Todas las cosas que quieren hacer en el futuro exigen educación".
Obtener el título, además, ha sido para él "un gran alivio", pues tuvo que acudir, entre otras clases en su viejo instituto, a las de matemáticas: "Me pregunté: ´¿Por qué no lo hice cuando estaba aquí? Es mucho más difícil tener que volver ya cuarentón a resolver todos estos problemas´".
Además bromea comentando que con esos conocimientos de matemáticas llevará mejor sus negocios. Además de interpretarla, Wahlberg ha producido El único superviviente, pues desde hace años combina su faceta de actor con la de productor. Sin saltarse el precepto dominical, eso sí. Por partida doble si es preciso.