La idea del premio fue una iniciativa del director del Instituto, Andrea Pizzicaroli, quien en un diálogo con Radio Vaticana expresó que luego de la elección del Cardenal Bergoglio como Sumo Pontífice "nadie se imaginaba que pudiese ser una figura tan expresiva y tan comunicativa. Nosotros mismos quedamos positivamente sorprendidos con eso. Por ello, de nuestra parte, con mucha humildad surgió la idea de concederle a Francisco el premio ‘Comunicación simple’”.
Según explicó, al hablar de "comunicación simple" se refiere a "aquello que buscamos hacer trabajando mucho en simplificar los conceptos que son complejos a fin de tornarlos accesibles".
"La comunicación simple es aquella que es clara y que busca llegar en lo posible a más personas transmitiendo un mensaje auténtico, justamente como se siente en el corazón. El secreto es la sinceridad: cuando alguien es sincero consigo mismo y con los otros la comunicación fluye de modo coherente; nadie puede colocar en discusión aquello que es dicho con sinceridad porque se tiene la profunda convicción de lo que expresa. Si se tiene convicción, entonces se comunica de modo simple y las personas entienden eso".
Andrea Pizzicaroli señala que el Santo Padre "consiguió de modo sorprendente y, sobre todo, nuevo, innovador, llegar directamente a las personas. El Papa Francisco habitualmente saluda a las personas en pie de igualdad, de modo directo como si fuese un amigo, un pariente, una persona querida como efectivamente él es. Por tanto, ese tipo de comunicación revolucionó todo porque es un Papa ´accesible´".
Al ser consultado sobre si ese aspecto de la comunicación simple disminuye la sacralidad de la función, o disminuye la autoridad, Pizzicaroli dice que "absolutamente no. El mensaje que la comunicación sea accesible a las personas, que tenga ese carácter de proximidad, no su ´nobleza´, por el contrario, la vuelve más fascinante, más bonita y verdadera y también, a mi ver, más importante".
El acto de entrega del galardón fue en la tarde del lunes 28 de octubre y el Padre Federico Lombardi SJ, director de la Sala de Prensa vaticana, lo recibió en nombre del Papa.