Este miércoles 14 de agosto se estrena en España Exorcismo en Georgia (ver tráiler abajo), dirigida por Tom Elkins y en la que la niña Emily Alyn Lind hace el papel de Heidi Wyrick, la pequeña que empieza a ver, en la casa a la que se ha mudado con sus padres, extraños espectros que se le aparecen y la aterrorizan.

La película está basada en hechos reales sucedidos a la familia Wyrick a partir de febrero de 1989, y que dieron lugar incluso a un documental emitido en 1994, considerándolo como "caso no resuelto".

Le hemos preguntado a José María Zavala, autor de Así se vence al demonio. Hablan los poseídos. Hablan los exorcistas (LibrosLibres), por la pertinencia de los sucesos que relata la película.


-No sólo en Georgia, como en la película, suceden estas cosas. En España recuerdo un caso también estremecedor que me relataba el padre Salvador Hernández, exorcista de la diócesis de Cartagena, en Murcia.


-Cierto día fueron a verle dos hermanas al despacho parroquial. Estaban muy nerviosas y asustadas por lo que sucedía en su casa. Por las noches, oían ruidos de puertas y cajones abrirse y cerrarse solos; con las luces y electrodomésticos sucedía algo parecido. Para colmo, veían la silueta de una mujer desconocida entrar y salir de las habitaciones como Pedro por su casa.

-Así llevaban ya varios años, desde la muerte de su madre, sufriendo un sobresalto tras otro y sin poder conciliar el sueño.


-Don Salvador averiguó finalmente que se trataba de la madre de las dos mujeres, las cuales sólo acertaban a distinguir una silueta femenina borrosa que se paseaba por las habitaciones. El sacerdote supo que ella, en un arrebato de ira y desesperación, había decidido poner fin a su vida ahorcándose en un limonero plantado en el patio.

-Enseguida advirtió a las hijas que el alma de su madre, no pudiendo descansar en paz y arrepentida del pecado cometido, venía a pedirles ayuda y oraciones para poder irse al Cielo. Ofreció varias Misas por su alma y cesaron automáticamente los ruidos y las apariciones.


-El demonio aprovecha cualquier rendija que se le abra para penetrar en los cuerpos. La “güija” es una de esas peligrosas ranuras por la que se cuela el Maligno.

-Conozco de primera mano varios casos de posesión diabólica de personas que practicaron con el “tablero parlante” como si fuese un juego de parchís. ¡Ojo con la “güija”! Para colmo de males, se vende con total impunidad en las santerías que proliferan como hongos en España.


-Curiosa paradoja. Pero es así: hay mucha gente que dice no tener fe o que se declara no practicante, pero cree en la existencia del demonio; otros creen en los fantasmas o en la “magia blanca”, pero en ambos casos se trata del demonio enmascarado. La “magia blanca” no existe. Toda la magia es negra. Diabólica.


-Los católicos de verdad saben perfectamente que la existencia del demonio es un dogma de fe contenido en los Evangelios; pero hay otras personas, incluso de otras religiones, que también creen en su existencia por haber escuchado de testigos fidedignos o presenciado casos de posesión diabólica.


-¿Puede alguien explicarse, si no, cómo una persona casi analfabeta puede hablar en lenguas muertas, proferir horribles blasfemias contra Dios y la Santísima Virgen, o desplegar una fuerza descomunal siendo capaz de levantar incluso por los aires a varios hombres robustos que intentaban sujetarla?


Es obvio también que muchas personas se sienten atraídas por puro morbo; simplemente porque se consideran seguidoras del cine de terror, sin reparar en que están jugando con fuego.


-El demonio es un ángel caído y, como tal, una criatura superior al hombre. Pero si estamos cerca de Dios, si frecuentamos los sacramentos (sobre todo, la Eucaristía y la Confesión, que equivale a centenares de exorcismos), rezamos el Santo Rosario y veneramos al arcángel San Miguel, patrono de los exorcistas, nos protegemos con una especie de chaleco antibalas contra el que rebotan todos los amarres satánicos y maldiciones del mundo.

-No olvidemos que Dios es infinitamente poderoso y que ante Nuestra Madre, la Santísima Virgen María, el demonio tiembla.


-En poco más de un año, desde que salió el libro, centenares de personas de España y de otros países han contacto conmigo a través de correo electrónico para que les pusiese a su vez en manos de un exorcista que les colmase de bendiciones. Personas afectadas en mayor o menor grado por el Maligno. Personas con nombres y apellidos que sufrían en propia carne sus terribles acometidas. Porque no olvidemos que se trata de verdaderas tragedias humanas a las que sólo Dios, por su infinita misericordia, puede transformar en remanso de paz y alegría.


-La inmensa mayoría de estas personas se pusieron en manos de exorcistas y hoy viven muy cerca del Señor. Han “vuelto a nacer”, en sus propias palabras.

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