"Hace un par de años descubrí que hay tres elementos inseparables en mi vida: el periódico, la cámara y la Biblia. No concibo una espiritualidad abstracta que no se encarne en la realidad de nuestro mundo. Por eso considero necesario estar al día de la actualidad. Y tampoco entiendo esa actualidad sin la fotografía que la inmortaliza. Pero no hablo de la fotografía documental, sino de toda imagen que exprese realidades muchas veces inenarrables con las palabras. Finalmente, todo ello estaría vacío sin la Palabra de Dios que le da sentido a todo y sin poder compartirlo personal y virtualmente". Así se presenta en su página web Xiskya Valladares Paguaga, una religiosa de la congregación Pureza de María, que vive en Palma de Mallorca, España, filóloga y periodista, una religiosa activa y comprometida con la evangelización en las redes sociales.
- Cuando surgió el movimiento del 15M [movimiento llamado así por el 15 de mayo, o también de los "indignados", surgido en España en esa fecha, con acampadas en la Puerta del Sol de Madrid y otras plazas, de organizaciones ciudadanas cuyo lema común sería "democracia real ya"] me interesó seguir de cerca sus mensajes para contrastar la información que aparecía en los periódicos con la que ellos mismos transmitían a través de Twitter.
Ten en cuenta que uno de mis oficios es el periodístico. A partir de ahí me di cuenta de la sorpresa que causaba a mucha gente el encontrarse a una religiosa, de hábito, en las redes sociales. Algunos pensaban que era un falso perfil y en aquel momento tuve que dar muchas explicaciones y demostraciones de que era auténtica. Pero lo que despertó mi vocación a evangelizar en las redes fue la JMJ de Madrid 2011, puesto que mucha gente agradecía que les estuviera tuiteando. Ahí descubrí el gran potencial que contienen para la misión evangélica.
- Me ha encantado porque coincide justamente con muchas de las ideas que en iMisión hemos ido reflexionando. Es un mensaje actual, abierto, profundo y que puede animar a muchos religiosos a subirse al carro de la evangelización a través de las redes sociales. Por eso me resulta sorprendente que muchos medios de comunicación generalistas en España no hayan comentado nada acerca de este mensaje, cuando es tan moderno y esperanzador.
- Pienso que ante todo se trata de un modo de estar y relacionarnos. El papa lo dice bien claro en su llamado a la autenticidad. Y si somos auténticos, tendremos que transmitir los valores del Evangelio, aún cuando recibimos insultos o burlas por nuestra fe. Es la oportunidad de vivir ese “poner la otra mejilla” a la que nos llama Jesús, sin dejar de ser claros y contundentes en lo que serían ideas acerca de la doctrina. En segundo lugar, creo que debemos dar testimonio de comunión entre nosotros y con la Iglesia y su Magisterio. “Que todos sean uno”, dijo Jesús, “para que el mundo crea...” Y en tercer lugar, acoger y consolar a los que nos piden oraciones, consultan problemas o se nos acercan heridos por algún motivo. Para esto, necesitamos escuchar mucho, responder personalmente, y emitir mensajes de esperanza. En definitiva, la vida real llevada a la virtual, como también nos ha pedido el papa en su mensaje.
- Pienso que sí. Que hay un despertar al Sexto Continente, el Digital. Y que el papa nos está dando ejemplo, no sólo teorías. Eso es importante. Antes alguien podía cuestionarme qué hace una religiosa metida en redes sociales, como si ello fuera incompatible; ahora nadie me cuestiona, porque el mismo papa está en Twitter. De hecho, en iMisión estamos recibiendo peticiones de cursos, la gente de Iglesia está más interesada por este tipo de evangelización. Y me parece importante. Como dice el papa en su carta, en las redes están presentes todas las inquietudes y deseos del corazón del ser humano. Y la Iglesia debe estar presente. Nosotros somos Iglesia. Tenemos algo importante que transmitir como respuesta a todas esas inquietudes y deseos del corazón humano. Con humildad, también aprendiendo de los demás, pero no podemos guardarnos el tesoro que hemos recibido como don: Cristo mismo y su mensaje.
- Nos permiten escuchar el lamento de nuestro mundo de hoy, nos permiten dar una respuesta a ese lamento, nos ayudan a llegar donde jamás hubiéramos llegado con medios tradicionales, nos permiten unirnos en la misión, nos ayuda a rezar por más personas, nos pone en movimiento para dar respuestas más creativa a las necesidades pastorales que podemos captar, nos enseñan a trabajar en equipo y a crear sinergias dentro de la misma Iglesia. Y que todo eso dé su fruto gracias al Espíritu Santo que actúa en nosotros. Por otra parte, de forma más personal, nos ayudan a vivir más humildemente cuando nos insultan o cuando contemplamos las situaciones difíciles de muchas personas, nos ayudan a ser más agradecidos de los dones recibidos.
- Se trata de una red de misioneros del Sexto Continente, lo que nosotros hemos llamado iMisioneros. Una mañana de junio el H. Daniel Pajuelo (@smdani) y yo tuvimos una conversación en la que compartimos una serie de preocupaciones acerca del tema de la evangelización en Internet. De esa conversación nació iMisión. Tanto él como yo nos dedicamos a reflexionar y orar el proyecto ese verano. Cuando retomamos el curso en septiembre elegimos a otras personas para que también formaran parte del equipo que coordinara el proyecto. Desde entonces hemos venido realizando una serie de iniciativas en las que hemos querido implicar a todos los que se han venido uniendo al proyecto como colaboradores. La más importante ha sido la de iEvangelizar de la que nació nuestro iDecálogo que es la base teórica de lo que para nosotros significa evangelizar en Internet, o lo que es lo mismo: ser iMisionero.
Lo más importante para nosotros es crear una red internacional de iMisioneros en el mundo hispano parlante, ofrecer y recibir formación en el tema técnico y sobre todo de la evangelización en Internet y organizar un congreso de iMisioneros que sea una semilla de un nuevo ardor evangélico en la red.
- ¡Qué va! Jamás pensé llegar a estas cifras. De hecho cuando llegué a mil seguidores ya me parecía que eran muchísimos. Yo pensaba “¿qué puede interesarle al mundo tuitero lo que una religiosa pueda decir?”. Pero creo que la gente agradece nuestra presencia, a mí me dicen que es una manera de sentirnos cercanas y que ojalá hubiera más religiosas que se animaran a ello.
La primera dificultad con la que me topé fue la de los ‘trolls’, hubo una época en que no me dejaban en paz. Una semana recibí en cuatro días más de 50 tuits diarios ofensivos. Pero los ‘trolls´ se marchan cuando no los alimentas o cuando tus respuestas no entran al trapo. Hace bastante que me han dejado en paz, con algunas pocas excepciones.
La segunda dificultad es el tiempo, puesto que me gusta responder personalmente a todas las menciones. Hasta que te organizas mejor, aprendes herramientas útiles que te facilitan el trabajo, y de alguna manera Twitter lo incorporas a tu rutina.
La tercera dificultad es la lucha diaria que tienes que tener contigo misma para aprender que ni los halagos te deben hinchar ni los insultos te deben hundir. Para esto es muy bueno la oración y el apoyo del equipo. No podemos olvidar que “siervos inútiles somos...”
- Ahora mismo con muchísima organización. Tengo que dar clases en una universidad, escribir para algunos medios y revistas, dirigir la revista Mater Purissima, coordinar un gabinete de comunicación, preparar las ponencias que me piden, trabajar en mi tesis doctoral y hacer vida comunitaria con todos los compromisos que ello implica de reuniones, oraciones, excursiones, etc. Twitter lo llevo en el móvil por lo que escribo casi siempre por los pasillos, y tengo sobre todo dos momentos al día que dedico media hora para contestar; además, para los tuits que no son personales utilizo algunos bots con los que programo su envío automático. Para las demás cosas suelo asignar dos días a la semana para la tesis y las publicaciones, unas horas para el Gabinete y la revista, y el resto para preparar clases, corregir, etc. Como te decía, hace falta mucha organización y medir muy bien tu tiempo.
A Xiskya Valladares se la puede seguir en: @xiskya