El popular ilustrador e historietista Josep Lluís Martínez 'Picanyol', creador de Ot, el brujo, y autor de populares versiones ilustradas de la Biblia y vidas de santos en cómic, ha fallecido con 73 años, según ha informado la revista 'Cavall Fort', a la que estuvo ligado de 1971 a 2014 y por la que le conocieron cientos de miles de catalanes.
Su obra más ambiciosa y de la que estaba más satisfecho era su Biblia infantil en cómic, publicada en 2011 y traducida a varios idiomas. También dibujó en 2012 cómics sobre San Francisco y Santa Clara y más tarde sobre San Ignacio y los Salmos.
La Biblia ilustrada por Picanyol, de la que estaba muy satisfecho
Picanyol siempre lamentó la herida de haber tenido un padre violento y combatió que nuestra cultura postmoderna desprecie la importancia de la figura paterna para los niños.
Es quizá significativo que haya muerto en la víspera de San José, modelo de padre y patrono de la buena muerte. Sin duda el santo habrá acudido a recibir a su tocayo. Era además muy devoto de la Virgen y del rezo del Rosario, así que Ella tampoco faltará a esa recepción. Puede que le pidan un dibujo: hizo muchos sobre ellos en vida.
Enfermo, pero con ganas de evangelizar con sus dibujos
En sus últimos años, ya enfermo y muy debilitado, intentaba poner en marcha mil actividades evangelizadoras los días que se encontraba menos débil. Le habían prohibido dibujar, pero aún así diseñó gratis unas ilustraciones para una campaña de la asociación E-Cristians contra la pornografía. A ReligionEnLibertad le regaló unas ilustraciones firmadas con las que premiar a donantes comprometidos.
Una propuesta de Picanyol a inicios de 2020 para una campaña de E-Cristians sobre los peligros de la pornografía
En Facebook difundía sus ilustraciones de santos y escenas bíblicas. Durante años ilustró pasatiempos y juegos del tipo "encuentra las 7 diferencias", y en Internet subía imágenes de personajes bíblicos y animaba a averiguar sus nombres e historias. Estaba convencido de que niños y mayores podían acercarse a Dios y a la Biblia con juegos y con arte.
En 2018 explicaba que había leído los libros del filósofo Roger Scruton sobre la belleza y defendía el arte realista, figurativo y muy documentado, también para los niños.
"Lo que más deseo es ir al Cielo; no hay nada que desee más. Y se lo digo a mi familia: ¡eh, que tenemos que estar todos! ¡Que no falte nadie!", escribía en Facebook en enero de 2021
En 2018 Picanyol recibió en su casa de Moià, a 50 km de Barcelona, a los periodistas de ReligionEnLibertad y del portal mariano CariFilii y les explicó su historia de conversión, en gran parte debida a la Virgen.
Dejó la vida cristiana a los 16 años, al llegar a Barcelona y empezar a dibujar, y no volvería a la Iglesia, confesándose, hasta 2003, con 55 años. Pero aprovechó bien sus 18 años de cristiano adulto.
"Llegué al Padre partiendo de María y el Espíritu Santo"
"Yo llegué a Dios Padre y a Jesús a través de María y el Espíritu Santo", explicaba. "Tenía que ser así, porque mi padre terrenal me había hecho mucho daño, yo no tuve un padre amoroso, crecí sin padre. La imagen de padre era para mí la de un tipo peligroso. Yo no podía ver a Dios como Padre así, sin más. Pero el Espíritu Santo me hizo tomar contacto con María a través del Rosario. Y a través de María llegué a Jesús, y más tarde a Dios Padre. Rezando el Rosario me reconcilié con Dios Padre y perdoné a mi padre terrenal, y eso me ha sanado mucho", explicó a ReligionEnLibertad.
Entre los años 70 y 80, Picanyol y su esposa Rosa Maria se habían distanciado de los ámbitos marxistas y revolucionarios que habían frecuentado en Barcelona y probaron en el mundo de la New Age y el orientalismo. Eso les llevó al cristianismo ecuménico y algo experimental de Lanza del Vasto, porque habían oído que era un discípulo de Gandhi.
Se sorprendieron al ver que era un católico convencido que se había convertido leyendo a Tomás de Aquino y le gustaba cantar gregoriano con su mujer. Era el primer católico intelectual y admirable que conocían. De él aprendieron a cantar el "Veni Sancte Spiritus". Eso les abrió el corazón a Dios Espíritu Santo.
Años después, Clara, la hija mayor del matrimonio, regaló a Picanyol un rosario y un folleto sobre como rezarlo. "Teníamos problemas de dinero y, paseando, pensé: 'si rezo 3 avemarías mientras paseo, ya será algo. Ese día me recé, paseando, todo el rosario. Y al día siguiente, otro rosario entero. Y al siguiente, otro. Y así, cada día durante un año. A partir de cierto momento, al terminar el rosario, empecé a añadirle oraciones de intercesión por la gente, y necesité una ruta más larga. Y luego le añadí el Veni Sancte Spiritus, y se alargó más. Es evidente que no era mérito mío. Si me lo hubiera propuesto no lo habría hecho. Es algo de Dios".
"Al principio, me costaba ver a la Virgen como Madre, porque parecía interferir con el amor a mi madre terrenal. Más fácil me era verla como una Dama, como los caballeros medievales. Pero no es algo que razonase entonces. Lo que yo hacía ese año era una oración, digamos, pura, sin razonamiento. Era un puro impulso", detalló.
"Después, al empezar a rezar por la gente, por mis suegros, mis hijos, mi esposa… me di cuenta de que no rezaba por mi padre. Él me había hecho mucho daño. Pero pensé: 'rezas por tanta gente… ¿y por él?' Y cuando recé por él fue como perdonarlo. Es algo que va junto. El perdón es una decisión: tomar la decisión de rezar por él fue perdonar. Y le deseo lo mejor en el otro mundo. Por mi parte queda todo arreglado".
"Después, mi esposa Rosa María me empezó a llevar a misa a Caldes de Montbui, porque sabía que me gustaba la Virgen de su parroquia. Y ya me vi católico y fui a confesarme a la catedral de Barcelona en 2003, por primera vez desde niño. Desde entonces me he alimentado con la Eucaristía, con lecturas y con la oración".
Se enamoró después especialmente de la Virgen de Lourdes y muchas veces acudieron al santuario: "me gusta la basílica, la Gruta, tocar esas piedras. Y la procesión de las antorchas cada vez me gusta más. Cuando termina, me gusta quedarme solo, en misa en la gruta. Mis familiares me respetan ese momento, de estar solo en oración al aire libre".
San Francisco de Asís visto por Picanyol
Picanyol ha sido un firme defensor de la figura paterna, la que él no pudo disfrutar. "Sin casa, con mi madre enferma y sin trabajo, yo viví en muchas casas, con muchos tíos y tías, que me trataban bien. Pero ninguna de esas casas era realmente mi hogar, y yo digo hoy que un niño necesita, de verdad, un hogar". Además, una vecina, buena mujer que les ayudaba, se dedicaba continuamente a hablar mal del padre que se había ido... "y no es bueno para un niño que hundan de esa manera la figura de un padre".
En 2018, explicaba a ReL que la vorágine del procés catalán había afectado a su familia, con parientes e hijos repartidos entre independentistas y españolistas, y él, como padre, intentando rebajar las peleas y mantenerlos unidos. "Hoy me planteo, ¿por qué ha de dar un hombre su vida? ¿Por la política, por la familia? Quizá. Pero mi respuesta es que yo, si he de dar mi vida, quiero darla por Jesús", afirmaba convencido.
En este vídeo (en catalán) Picanyol habla de sus obras cómicas clásicas, y también de las bíblicas, más modernas y realistas
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6 ideas de Picanyol para evangelizar con la belleza
Para evangelizar a jóvenes y mayores proponía a los lectores de ReL 6 ideas para aprovechar los dones de artistas y dibujantes en la evangelización.
1- Retiros y encuentros espirituales para artistas y dibujantes
"En Francia me consta que había un grupo de artistas católicos que se reunían para orar. Eso en España, que yo sepa, no existe", explica el dibujante. "Sería muy valioso, incluso si se tratara tan solo de un retiro anual de dos días para juntarse y compartir la fe".
2 - Responder al feísmo: el caso de Halloween
"Vinieron unos niños en Halloween, aquí a mi casa de Moià, vestidos de monstruos a pedir caramelos. Me puse de mal humor y los eché con malas maneras, que no es lo correcto. Después pensé que había que responder de otra forma. [...] Pensé que se podría escribir algo en unas estampas para repartir o en carteles para colgar en Halloween, cuando todos se disfrazan de muertos, de terror".
3 - Introducir la Biblia y los santos a través de espectáculos de cuentacuentos
"Los Ayuntamientos contratan cuentacuentos que van por los pueblos, por las escuelas ¡divulgando la ideología de género a los niños! Te cuentan sus Caperucitas de género, y cosas así... Los cristianos deberíamos tener cuentacuentos cristianos. Pero han de tener gracia, han de saber contar bien las historias bíblicas, la de José y sus hermanos en Egipto, por ejemplo. Deberían usar grandes ilustraciones que despierten la imaginación del niño. No vale cualquiera para esto. Los que quieran dedicarse a esta evangelización deberían superar un casting".
4 - Los santos, en cómic en revista: ¡escenas de acción y juegos!
"Faltan cómics cristianos y revistas para niños con cómics y juegos cristianos. [...] Ha de verse al santo en escenas de acción: San Pablo, en un naufragio; Santa Blandina, con los leones... Creo que un ejemplo serían los cómics de santos que hizo Jijé [el historietista belga Joseph Gillain, 1914-1980], aunque actualizados, modernizados. Él, si dibujaba sobre Carlos de Foucauld, lo llenaba con soldados, armas, caballos. Pienso, además, que una revista infantil debería explicar temas de liturgia y doctrina a los niños, con muchos dibujos, juegos, laberintos y pasatiempos. E incluir una sección de películas y libros recomendados".
5 - Arte hermoso de verdad en las aulas de catequesis
"Cuando vas a un aula de catequesis infantil, ves los dibujos que hacen los propios niños y algún póster parroquial feo. No es bastante. Eso no es hermoso. El niño ha de tener la oportunidad de ver auténticas obras de arte religioso en gran tamaño, obras clásicas, bellas, del Renacimiento, Barroco... Eso inspirará al niño en la belleza"
6 - En los libros de religión, dibujos realistas de Jesús y la Biblia
"Veo en los libros de catequesis y los libros de religión en la escuela dibujos muy malos, del tipo caricatura, o muy esquemáticos, para parecer modernos. Veo monigotes baratos, supuestamente graciosos. Eso está mal, porque a Jesús y a las cosas de Dios se le debe representar con respeto, respetando el Misterio. Si llenamos el libro infantil de caricaturas, el niño, al crecer, recuerda la religión como algo infantil, no realista. Por eso recomiendo un estilo realista de dibujo, como el de Jijé, aunque siempre actualizado".