Desde hace 60 años el artista italiano Albano Poli ha impulsado una escuela de pensamiento para renovar la estética de la iglesias católicas e invitar a través del arte al recogimiento.

En su galería de arte en Roma, muestran algunas de sus vidrieras, mosaicos y estatuas del Progetto Arte Poli donde trabaja un equipo de 50 personas en Verona, Italia.

“El 80, 90 por ciento de nuestro trabajo está relacionado con la Iglesia. Pensamos desde el amanecer hasta la puesta de sol en cómo dar un sentido mayor a la liturgia. También para ayudar al sacerdote a profundizar en la celebración de la Eucaristía, en la Misa dominical, en cada rito religioso”, declara Andrea Mezzetti, asistente de Progetto Arte Poli

Entre las obras de la galería puede verse este gigantesco mosaico de Juan Pablo II donde procuraron respetar al máximo sus rasgos faciales o este Cristo resucitado en un mosaico innovador hecho en mármol de diferentes planos.



Este equipo de artistas de fama internacional transmite los valores cristianos con una estética moderna y ha trabajado en Japón, Brasil, México, Alemania, Francia y actualmente en Chile.

“Estamos haciendo un trabajo muy importante en el Coquimbo, en Chile, donde está la Cruz más alta de América latina. En esta Cruz del Tercer Milenio con más de 90 metros de altura obra de Ramón Bravo, se nos encargó hacer la puerta de bronce para esta gran templo y también en bronce la figura del beato Juan Pablo II”, afirma Mezzetti.

El Progetto Arte Poli incluso se ha lanzado al diseño de las casullas que usan los sacerdotes en Misa.

Todo un trabajo de precisión para demostrar que el arte tiene un porqué más allá de la estética.